LA HUMANIDAD. PAGINA LITERARIAS ЯА un poeta La epopeya del soldado Poeta: Si la infamia no te inspira no te arranca acento de fiereza, estrangula tu voz: rompe la lira.
Es que no tienes nada en la cabeza. Y, si el dolor que al desgraciado abruma; no te mueve a lanzar frases de loco, no escribas nada más; rompe la pluma Es que no tienes corazón tampoco. Descansa sobre un arco total la vieja arquitectura colonialſ Dos bastiones colosales de acero le sostienen: los militares y el clero.
Las dormidas caristides que velati a la puerta del amo, le bicelan Su mansión señorial con toda la opulencia de príncipe oriental.
Si solo te entusiasmas del lucero, de la dama, del lago y la azucena, emigra de la tierra, compañero.
o córtate al momento la nielena.
Hoy va la Humanidad hacia otros días y, si en vez de animarla en la jornada, la entretienes con necias fruslerías.
convéncete: no sirves para nada!
En la pampa desierta se agita la tormenta.
La justicia ha tocado la frente pensativa del descamisado; Esclavo milenario que rompe su cadere con la párpura tibia que brotó de su vena, en la justa bravía forjo de las tinieblas el resplandor del día.
MIGUEL SEISDEDOS YO.
Yo soy un hombre triste, dolientenrente triste, que bogo hacia el lejano país de la Ilusión, y ante la pesadumbre de todo cuanto existe, se llena de amargura mi enfermo corazóu Salomón ha caído con la Sunamita en la roja epopeja de la dinamita, El Pueblo, como Salomón, desplomó el arco quebrando uu bastión. Mi alma soñadora, de duelo se reviste, ante el suave y trenrulo gemir de mi canción; y sobre mi existencia, que ante el dolor resiste, Melancolía extiende su fúnebre crespón El paria de la solda desca vivió la comedia dantesca.
En las calladas noches, cuando la luna llena, dertama sobre el mundo su albura de azucena con mi conciencia a solas me entrego a meditar. asf voy, taciturno, por esta amarga vida, llevando hecha girones el alma dolorida, errante solitario cantando mi pesar.
CARLOS Castro cansado de la servidumbre vio el resplandor de su lumbre, En la misma bayoneta que defendiera al maqueta.
PROSPERO del VALLE Belleza ignorada Sus cabellos cortos y de india portenir de su hijous.
no abandono, que golpean sus La joven abandonada, creci Esa mujer joven y tan humil hombros asoleados, juegar en da como uva planta silvestre de que recuerda una zagaleja, los ojitos pardos como las alas ha florecido y no sabe: No sabe tiene una belleza ignorada de la golondrina, porque sur que la «cultura» es su belleza Cuando arrulla el hijo y sus hijito adivina dos pocitos arte ignorada: pobre mujer que fue pupilas se elavan profundamen sianos hundidos en sus pupilas. madre así tan abondonada.
te en el alma blanca de niño, Pero ella, que tiene una belleza no puede comprender que sus ignorada, no adivina en la du!
JULIO SANSORE outrafas florecieron de amor. zura de su inocente mirada el Biblioteca Nacional de Colombia