378 EOS EOS 379 ques, fumando cigarros mientras ella preludiara al son de escribano, feo como un ogro, una prosaica obligación que la guitarra canciones de amor: hacer versos en sus horas le has firmado, y te llevará, no al cielo sobre las alas de perdidas, cuidar sus caballos y sus perros, entregarse a un serafin, sino a una cárcel inmunda.
todas las voluptuosidades de la pereza, que tiene tanto Cuando yo le hablaba de cierta silfide de la calle de la atractivo en los climas calientes: educar sus hijos, idolaCarrera, que tenia el mal gusto de mirarme con desdén, trar a su mujer, vivir dichoso y morir en paz, he aqui el y de su madre que me hacia cara de oso, me daba este sueño dorado de Emilio.
u otro consejo semejante. Voy a casarme, nos dijo un dia a Pepe y a mi. Vestido de capote y con los codos rotos, no hay que. Imposible! respondió Pepe. Eso en todo tiempo es pensar en las lindas mujeres. Ponte botas charoladas, una calaverada y a los diez y ocho años, una tontería. levita a la moda, un reloj de cuarenta libras, diles que ¿en qué vergel encantado has encontrado esa flor maraviacabas de heredar veinticinco mil pesos y que ha hecho llosa, que se alimenta con la brisa de los prados y el rotestamento en tu favor una vieja tia que está ética, y cio del cielo? Pues supongo que un hombre tan ideal entonces verás a la mamá blanda como un cordero, y a la como tú no ha de buscar una mujer que coma y viva ninfa dirigirte miradas de una ternura inefable.
como todas, que haya tenido diez amantes o siquiera penOtras veces, hablándole Emilio y yo de los amigos que samientos mundanales.
teniamos, de los convites que nos daban y de lo dulce y Calla, demonio, respondió Emilio; cuando conozcas fácil que era la sociedad, Pepe nos decía, siempre amana Angélica te postrarás de hinojos ante ella. Si la inosando sus cerdosos mostachos. Yo me he rozado con los hombres y he quedado todo cencia se pierde en el mundo, que la vayan a buscar en su corazón. Las aguas de un arroyo, al salir de las griearañado; he metido la mano en el corazón de la sociedad tas de una peña, no son tan puras y limpidas como su y he corrido a lavármelas en un arroyo, porque las saqué alma. Yo soy su primer amor, me ha dicho anoche llollenas de lodo.
rando de ternura.
Este hombre nos hacia un daño horrible: su filosofia Eso es bueno! replico Pepe. Lo mismo me dijo ayer triste, desconsoladora, a veces cinica, quebrantaba nues una mercachiſta de cuarenta años a quien estoy galanteantras más bellas creencias. Sin embargo, no podíamos sedo en la tercera calle real. Para las mujeres todo amor pararnos de él: sus paradojas nos asustaban a veces, pero pasado es como si no hubiera existido; y por medio de nos fascinaban siempre.
una atrevida metáfora sostienen que el presente es el primero Emilio era más poeta, más soñador, mas optimista que y el único. Después que una mujer pasa de los quince, yo. Por desgracia, desde mi primera juventud, he visto hay dos cosas que no confiesa jamás: los años que cuenta en la sociedad más espinas que rosas y más sombras que los amores que ha tenido.
luz. Emilio no soñaba un porvenir grande ni ruidoso. Si yo creyera verdaderas tus absurdas teorias, me pero si una existencia tranquila, calmada, llena de poesia fiaria un tiro, respondió Emilio. Yo creo en la inocencia y de amor.
Casarse con una linda muchacha en Bogotá, después de Angélica como creo en la luz, como creo en el cielo, como creo en Dios.
de acabar su carrera: retirarse con ella a su casa de campo Dentro de seis años te reirás de toda esa jerigonza en el Valle del Cauca: pasar alli sus dias cuidando sus.
sentimental. ¿puede saberse la edad que tiene tu bella?
vacas, entregado a ocupaciones campestres y paseándose Quince años.
con su amada bajo las ceibas, los naranjos, los madroños Otra tontería, añadió Pepe. Tesis general: no se casen y las palmeras de su bello pais: acostarse por la noche en una hamaca a aspirar la brisa perfumada de los bos istedes jamás con mujer de quince años. esa edad las Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.