350 EOS EOS 351 EL TEATRO SU INFLUENCIA EN LA CULTURA POPULAR sacudamos las telarañas de la mente y limpiemos el polvo del cerebro para que en nuestros pensamientos no haya ni una mota de impureza y liviandad. Arrostremos cuantas responsabilidades nos salgan al paso, pues, por muy difíciles que sean, nos servirán de ejercicio para robustecer nuestras facultades y acrecentar nuestra valia. No esquivemos nada de cuanto pueda intensificar nuestra virilidad.
La dilatada práctica de esta autosugestión nos permitirá obrar maravillas, como las obraron tanto shombres ilustres que, nacidos en pobre cuna y sin valedores en su juventud, lucharon denonadamente para hacerse hombres, en el recto y completo significado de la palabra, logrando decisiva victoria. Hemos de rechazar para siempre a los enemigos de nuestra dicha, prosperidad, salud y bienestar, que durante tanto tiempo nos aherrojaron con las cadenas del temor, de la ansiedad y del pesimismo. El miedo es propio de chiquillos y de cobardes, no de hombres enteros y animosos. Asi, en cuanto nos asalten temerosos pensamientos con amenaza de infundir pavor en nuestro ánimo y sembrar el pánico en nuestra mente, invirtamos al punto nuestra actitud, de suerte que nos representemos sucesos favorables y nos tranquilice la seguridad del éxito.
No son la suerte ni el destino los elementos que encumbran a unos y hunden a otros. Como dice Shakespeare, el porvenir de un hombre no está en las estrellas, sino en su voluntad. Unicamente queda vencido quien consiente que le venzan. Es inferior quien por tal se confiesa y resignadamente toma posiciones de inferioridad, creido de que las altas empresas están guardadas para otros. Insensato el que asi procede, porque el mundo se entrega al vencedor y cuanto de bueno hay en él pertenece a quienes con firme propósito y tenaz determinación lo conquistan. No hay potestad alguna que distribuya los bienes entre unos cuantos privilegiados y los substraiga a la legitima ambición de los que se ven con fuerzas para ganarlos.
El hombre que consiga henchir su mente de pensamientos placenteros, alentadores, jubilosos y optimistas, resolverá uno de los más intrincados problemas de la vida.
El arte escénico es un elemento importantísimo de cultura, digno de ser aprovechado y engrandecido en beneficio de las multitudes a quienes educa casi inconscientemente. Puede ser bello en todos sus diferentes aspectos, pero en el dramático, sobre todo, es donde vibra más intensamente el corazón humano, impresionando más hondamente los sentidos y despertando directamente la emoción pasional.
Claro que aqui se hace referencia al teatro de tesis moral en el más alto sentido, y al de tendencia puramente artística. El primero avalora los conocimientos del hombre sólidamente ilustrado y despierta la observación de la realidad en el que no ha tenido medios de enriquecer suficientemente su intelecto. El segundo aprovecha más al espectador de gusto refinado, cuya educación le da medios para gozar intensamente y apreciar con conocimiento la contemplación de la belleza.
La bondad en el teatro adquiere aires de señora: los corazones endurecidos por el contacto de la injusticia social se compadecen ante la visión escénica del dolor humano y se engrandecen por la alegría de los altos y nobles sentimientos. Por eso el autor que sabe presentar la realidad, deduciendo consecuencias que conduzcan por el camino de la verdad relativa hacia el perfeccionamento de la sociedad humana, logra hacer obra buena, fuerte y bella, de resultados positivos, ya que no inmediatos.
Las impresiones que dejan huella en el corazón se convierten más tarde en ideas que el cerebro madura, después de amortiguado el entusiasmo instintivo del momento inmediato.
Ante la maldad se enardecen las almas que conservan algún rescoldo de bondad, se revolucionan airadas contra lo que significa anulación de bienestar común y se lanzan virilmente contra el obstáculo que dificulta o aleja la consecución de futuros ideales.
El teatro que sin caer en sentimentalismos ni falsedades nos conduce a estudiar cuestiones sociales y analizar psiDe venta en la libreria Falcó Borrasé. Uu tomo pasta. 75.
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