APUNTES 91 Murillo y Sánchez Núñez tomaron de la mano a los chiquillos y se dirigieron a hablar con los padres de los pequeños cantores, que se miraban entre sorprendidos y asustados, y quizá en su fuero interno diputaban y tenían a aquel señor tan corpulento como un poco ido de la testa.
De ese entusiasmo de Emilio y de la conferencia con los padres de los niños, resultó la venida de ellos a Bogotá y que algún eminente músico de aquí dijera que «esos chinos no tenían idea de canto ni podrían nunca aprender a cantar. pesar de tan terminante decision respetable, pero no infalible, Murillo siguió luchando como un héroe del Romancero para que aprendieran música sus protegidos.
Los dos niños son hoy la conocida tiple Alcira Ramírez y el no menos conocido tenor Carlos Ramírez.
Como yo no había vuelto a ver ni a oír a los dos pequeños artistas que hoy ya no son pequeños, hace dos o tres días le pregunté a Emilio Murillo. Qué fin tuvieron aquellos chiquillos, tus protegidos, que cantaban tan hermosamente?
Murillo puso una cara tan adolorida que casi me hace llorar, y me contestó sollozando burlescamente. Un fin desastroso. Como, según el respetable concepto de algún profesor, los niños