472 Apuntes citido que era inve brian admirado mi premio que por mi Gamarra.
porque pensé que estando al lado del sacerdote la vaca me respetaria.
Nada de eso: la vaca se me vino encima y no sé por qué se me ocurrió abrir repentinamente el paraguas. La vaca se asustó, se contuvo, pegó una abierta carrera y se fue en otra dirección.
El padre Gamarra se me acercó y me dijo. Me gusta su sangre fría y le voy a regalar una estampa.
Efectivamente, yo sentia la sangre fría, desde la cabeza hasta los pies. Me habria sido imposible moverme de mi puesto. No le contesté nada al padre Gamarra, pues no podia hablar, porque no me pasaba el susto. Habia hecho, sin quererlo, una especie de suerte de don Tancredo, con paraguas. Cuando los muchachos volvieron donde estábamos el padre Gamarra y yo, éste los increpó por su cobardia, haciendo elogios de mi sangre fría y haciéndoles saber que como premio me iba a dar una estampa.
Si mis compañeros me hubieran visto inmediatamente después de mi hazaña, de seguro me habrian conocido el miedo y se habrían burlado de mi, pero como ya me habia pasado el susto, pasé por algo asi como un héroe. Cuántas veces se presentan en la vida casos como éste, en que un individuo aparece como héroe porque ejecuta un acto de valor, de puro miedo?
Si yo hubiera contado esta hazaña sin decir la verdad, es decir que la ejecuté de puro miedo, con sc.
guridad que la mayor parte de los lectores habrian Una El que leia dura mesa, se iban a los neros estaban acosta El padre Malezi Una noche que subir directamente decir a Guevara y gilaba; después seg Los padres, cua rio, volvían al com daba justamente del los pisos de arriba Me detuve un segui para mi dorm nas habia llegado a para acostarme cuan de unas pepas de a haciendo gran ruide muchachos.
El padre Malezi no me fui a mi cor yo había sido el zancazos subió y sin mi, que tenia cobi