146 puntes greso. Como medidas preventivas, la Facultad de Medicina aconsejó trasladar los enfermos al Hospicio de Incurables y aislarlos debidamente, quemar las camas, almohadas, colchones, cobijas y ropas de los enfermos, y desinfectar escrupulosamente el local ocupado por ellos. El muy recordado Padre Martínez, diputado en esa época, de vivo ingenio y rebelde inspiración, censuraba esas medidas profilácticas alegando que esos enfermos no padecían de beriberi sino de very hungry, dando a entender que los infelices locos estaban enfermos por mala e insuficiente alimentación. tenía razón el Padre Martinez, los locos tenían hambre de vitaminas; los alimentaban exclusivamente con arroz pulido, sin darles leche, ni verduras frescas ni frutas. Si se hubiera conocido la etiología de la enfermedad, unas pocas cucharaditas de leche, de levadura de cerveza o de afrecho de arroz, hubieran evitado las censuras del Padre Martinez y el gasto enorme que ocasionaron las mecidas profilácticas adoptadas. Los enfermos trasladados ai Hospicio de Incurables se curaron casi todos con el cambio radical en el régimen alimenticio.
El beriberi infantil existe en los países en donde las condiciones económicas obligan a la lactante a vivir, casi por completo, de arroz pulido. Un lactante cuyo régimen es deficiente en la vitamina B, está pálido, desnutrido, asustadizo, intranquilo, lloriquea, sufre espasmos y rehusa tomar alimento.
En 1925 murieron en las Islas Filipinas 17944 individuos de beriberi. Esa tragedia podría haberse evitado si los pueblos de Oriente comieran apenas arroz pilado, pero a ellos les gusta completamente pulido.
El pan entero o pan negro, fabricado con la harina hecha con la totalidad del grano, es un poco