119 Apuntes Sansón y de sus colaboradores; no podrán tampoco sufrir que se los lean; sus dolores no lo permitirán. Pero habrá muchos también que puedan leerlos, o podrán escuchar su lectura. En los primeros números de la revista, su director ha publicado un importante estudio con el título de Vivre sa vie de malade. o sea, Vivir su vida de enfermo. En ese trabajo, el padre Sansón trata de dar una norma al enfermo durante su dolencia; una norma psicológica que procure aliviar su dolor. Tres momentos capitales hay durante el día en la vida del doliente: el personaje que apareció en los comienzos de la dolencia, se ha establecido ya plenamente en la casa y es el eje de la vida del enfermo. Los tres momentos capitales son los instantes en que el termómetro ejerce sus funciones.
Todo gira en torno a esos tres momentos. el buen religioso quiere que en esos instantes, precisamente, tratemos nosotros, enfermos, de sobreponernos a mismos. Un esfuerzo nada más; un ligero esfuerzo, y habremos ganado mucho en nuestra vida moral. No pensemos en lo que pasará mañana; no nos atormentemos con la vana esperanza; no nos desalentemos por lo que diga, inflexible, el termómetro. En vez de pensar en nosotros, pensemos en alguien de los que nos rodean; pensemos.
nosotros, enfermos, en el achaque, o en la preocupación, o en el disgusto de uno de los seres queridos que están en torno nuestro, o bien, lejos de nosotros. cuando hayamos tenido ese momento de altruismo, de caridad, para con los demás, habremos vencido nuestro propio dolor. Fijar la atención escribe también el padre Sansón no únicamente en lo que podrá suceder dentro de un mes, de seis meses, cuando estemos curados, sino en lo que es ahora; en lo que realmente sucede ahora. esto nosotros