Working Class

ADELANTE San José, 10 de Mayo de 1953 EDITORIAL Fomentar la industria a base de trabajo esclavo, propone La República Firmado por Salvador Lara Bustamante, suponemos. aparece en La República del martes de mayo, una columna titulada Industrias nuevas fuera del Código de Trabajo y prestaciones inalienables.
El columnista envuelve en aparentes buenas intenciones de proteger a la industria y en frases amables para los trabajadores, un serio ataque a la ya de por sí maltrecha legislación social. En dos platos, el señor Lara propone que los derechos que el Código de Trabajo confiere a los trabajadores y las obligaciones que impone a los patronos, Isean suprimidos durante el término que recomienden los técnicos a fin de proteger el nacimiento y desarrollo de nuevas industrias.
mede por Los puntos de vista del señor Lara no tendrían importancia, o cuando menos, no revestirían gravedad, si no fuera porque es prominente figuerista y porque tales puntos de vista han sido publicados en el diario de Figueres y en forma destacada, lo que hace suponer que ellos representen un aspecto de la ideología figuerista sobre los problemas sociales.
te industria nacional.
El señor Lara hace también referencia al cierre de la industria de la cerámica, que atribuye a la falta de protección arancelaria. Lo malo es que, no obstante que reconoce que este cierre de la cerámica fué por tal motivo, no se le ocurre proponer el remedio lógico, a saber, protección arancelaria para tales nuevas industrias, sino que usa el ejemplo para reforzar su tesis pro reforma al Código de Trabajo.
Nosotros estamos absolutamente de acuerdo en la necesidad de que el país proteja su actual industria y promueva otras nuevas diante una política proteccionista. Pero no estamos de acuerdo en que tal protección redunde en perjuicio de los derechos, ya sí maltrechos, de la clase obrera. Las prestaciones inalienables de que nos habla el señor Lara son un simple señuelo, pues todo el mundo sabe que los patronos convierten a sus obreros en verdaderos esclavos, cuando éstos tienen de por medio un interés en una casita a treinta años plazo. interés que está condicionado a que se porten bien en la fábrica.
La protección que necesita nuestra industria, la protección porque clama nuestra industria, es fundamentalmente una protección de tipo arancelario, es decir, una protección contra la ruinosa competencia de la industria extranjera. Ese es y ha sido siempre, en todas partes, el único camino cierto de un sano desarrollo industrial. De nada sirve un desarrollo industrial que tiene como base el trabajo esclavo que propone el señor Lara.
La crisis creciente que experimenta la industria nacional (ahora están afrontande el comienzo de la crisis las industrias del azicar y de la mantequilla) debe ser resuelta, hasta donde eso es posible en las condiciones de una sociedad capitalista, a base de eximirlas de impuestos y a base de aranceles protecdonistas. ya sabe la clase obrera nacional que el figuerismo, pese a su demagogia, sueña con mutilarle más su Código de Trabajo.
Para justificar sus opiniones, el señor Lara se refiere a la reciente quiebra de la American Rubber, según él decretada por defecto de las leyes sociales. Debemos rectificar que la American Rubber estaba quebrada desde antes de plantearle conflicto colectivo sus obreros.
Prueba de ello es que sus personeros se negaron siempre a negociar ninguna clase de arreglo con los huelguistats y con su sindicato. Si la Rubber hubiera sido una empresa solvente, procura un entendimiento razonable con los obreros, particularmente sabiendo, como se les hizo saber repetidamente a sus personerds, que los trabajadores estaban en plan de transar sus demandas en condiciones aceptables para anibas partes. De manera que no fué el Código de Trabajo lo que arruinó a la Rubber, sino las condiciones generales de crisis en que de un tiempo a esta parte, se desenvuelve la incipienEste documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.