RENOVACION 173 Las personas que rumoreaban en la La claridad del dia aclaraba tamsala, oyeron allá dentro: bién su mente. Madre. De improviso, como as relámpago Hijo mío!
de alegria, brilló en su espíritu el des tello de la realidad. XVI Era, pues, cierto que se hubiese cumplido ese deseo vehementisitno?
Vencido por tantas emociones, An ¿Era verdad que estaba allt, en su drés se durmió, con aquel profundo casa. Jamás una impresión placentesueño que sobrecoje a los niños cuan. ra ha hecho sobreir de manera, tan do han llorado mucho.
grata a tip desgraciadol Empezó a despertar cuando la pri. Ecuố la vista eu derredor de la espiera luz de la mañana invadía con tancia, donde ya todo parecía con sutileza la habitación.
claridad.
Una confusa idea de que tenia que Siatiose envuelto por un ambiente levantarse al trabajo imperioso, lo hizo de hogar, mansión de la sencillez y del medio incorporar, temiendo que bu caribo; y en todos los detalles veía la biese dormido demasiado. Quien no obra de manos queridas. dadoras de tiene sido a sí mismo para vivir, no ventura.
pucde perder tiempo.
Era aquella parte sueva de la casa. Ab! murmuró con disgusto, des ese departameoto recién construido, perezándose. cuándo descansaré? To tantas veces descrito en las cartas de vo un pesado pensamiento: el hombre la badre, cuando le decla: Están edies un buey que cumple una tarea. ficando una salita y una pieza más, Tastintivamente dirigió una mirada donde tú quedarías muy bien, con inoblicua huscando aquel busto de ojos depepdencia y al mismo tiempo entre enigmáticos que tenía al pié la pala nosotros. Los jazmines del patio van bra Melancolía: no la vio ni reconoció a quedar frente a la ventana de tu doraquella alcoba medio velada todavía mitorio; lo que ha habido que cortat por la oscuridad. No percibió los ra es el ciruelo. Pero la parte nueva está inores de la Alameda de las Delicias, quedando muy bonita. Es para 11.
que turbaran la dulce sombolencia de Ahi. Vente. la madrugada. No estaba sobre el ve Recordó Andrés ésta y otras cartas lador sti reloj, que veía siempre et de su madre. Pobrecita! su pecho se despertar, cono un ojo atento, impla. lleno de la alegría que él misno habla cable.
traído al hogar.
Su conciencia permanecía aun, CO Se incorporó y desde el lecho enmo la alcoba, en la penumbra. El treabrió una hoja de la ventapa. Precansancio pesaba todavía sobre él. cipitose dentro el hálito de los jazmiSe acordó vagamente de su viaje, nes y una onda de luz.
de un viaje que acababa de hacer, Acostado otra vez, observó la disAdormilado, miro en derredor: hallá. posióu del dormitorio. Un tapiz claro, base en un cuarto de hotel desconozi nuevo; cuadritos de buen gusto; sodo? Porque lay! durante muchos años, bre el diptel de la puerta el Descen.
eso era lo que le stacedía; despertar dimiento. Ahora ya sabía donde lo en un hotel, a la mañana siguiente de había visto: era el mismo delante del Ilegar de otra parte. cual rezó cuando njio. Sonrió al ver Iba aclarando lentamente. que estaba en una cama con colgaduEn vez de las oleografias de los hom ras blancas y lacitos rosados. Es ada teles, percibió sobre la pared an anti cama virginals, penso. Qué bien es.
guo cuadro que confusamente apare taba alll. cla a sus ojos, como un lejanísidio Una cama virginal! Este pensamientectierdo. Era t14 Descendimiento. to le trajo deliciosas ideas, y euibele¿Dóude lo había visto?
sado en ellas, su imaginación fue Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Mguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica