RENOVACION 115 trato de la carne con la carne engén lleno de sot; y todo se está quieto, dra hastío. el trato de un espiritu arrebujado en la estival modorra; bi con otro espíritu suele traer tibieza y siquiera las sombras se mueven, desilusión, pero el trato del almni con cuando todo calla se escucha uu rulla tierra es, cuanto más frecuente, runeo constante, acelerado. Soñolienmás futinno, y más selecto cuanto más to, que se siente subir, que se mira familiar; porque la tierra con las ascender, que hace elevarse el alma: frondosidades y las arideces que son les el aire que vibra estremecido por de ella, con el cielo que está sobre ella el soll si se alzan Ics ojos, se ve el y el mar que en ella yaceres dócil azul del cielo, aneblillado por un velo imperiosa y tiene paz; yo no sé de plá de luz: es el tejido por las burbujas de ticas como sus silencios, ni de silen. aire, recaldadas y ajoyeladas por el cios como aquellos que suscita en el sol, que han ido subiendo, subiendo.
alma el sonar mayestático de sus rits. Este paisaje es para mí de gozo, tanmos; el ritmo de las aguas, el ritmo to, que su recuerdo me consuela en. de los vientos, el ritmo acelerado de todas las tristezas que echa el invierno la vibración luminosa, de ese vaivea sobre mi cuerpo y sobre mi alma. de burbujas radiantes con que la cali: tuuchas veces he convidado a compardez del sol estremece y soliviasta el tir conmigo el gozo de este paisaje al aire, espíritti amigo de Antonio Azorín. Aqui en Castilla, sobre un jardin, a pensando que bien puede acompañar prima tarde eu meses de verano, sobre ine en él, ya que soy tan su amigo eu ja arena que arde de los paseos, sobre la melancolla con que él ve recortarse Jas hojas blancas y lacias de la cioo. sobre el azul luminoso del aire levant glosa, sobre las polvorientas hojas de tipo, las ramas pendulas de las paldiela parra, sobre las pocas rosas y los ras.
geranios multicolores, tiéndese el aire (Del libro Motivos, de Martinez Sierra. 445.
Juan el de Juan Pedro Juan el de Juan Pedro nació en los Prie Juan Pedro se volvió a casar con una viuda to. HA Caserio de La Roda. Fueron sus pa que tenía dos hijos.
dres Juan Pedro y Antonia Maria, Juan La madrastra queria poco a Juanico. ApePedro era el manejero de los Prietos. Los nas le alimentaba; le daba grandes golpes; Prietos pertenecían a un sedor muy rico que le encerratxa largas lioras en las tasas de la vivía en Madrid. Donde dació Juan, la lla casa. Entonces fzé cuando Juan Pedro com nura se extiende intense y monotona: la menzó a beber, Todas las tierra tiene un color de ocre. Al lado de la andaban descuidadas. El amo, que vivia en ca se ven nuos olmos viejos; no pían en Madrid, se arruino; los Prietos pasaron a ellos, los pájaros. No hay pájaros en toda la otro dueio. El nuevo propietario despidió a Hanura, Unag palomas grises revuelan lenta Juan Pedro. Juan Pedro se fué a vivir al mente, muy lentamente, sobre el cielo azul, preblo; trabajaba muy poco; un aio después siempre limpio; a ratos se abaten sobre los murió y Juanico quedó con la madrastre en Sembrados al anochecer tornar al palomar. compañía de 8129 dos hermanastros. los. Cuando Juanico tenia cuatro o seis meses, ocho años Juanico no dabe señal ainguna de un día que lo habína acostado en un poyo inteligencia; no lo llevaban a la escuela; no que su madre estaba fuera, entró un cerdo aprendia a leer ni a escribir. Es muy bruto en la casa, se llegó al pifio y comenzó a este chicor, decían. Jesús, que pagal más mordiscarle y roerle no brązor los gritos porro. exclamaban, Juanico recibía más acudig la madre, Joan quedo para toxla la golpes que antes y apenas comis padə, Kre vida con una gran descarnadura en el brazo, alto, escuálido. Dos años más tarde wurio Áfitonis Matía, tinos ojos anchos, unos ojos: melatolicos, Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.