RENOVACION 99 Te pintaré la escena: Abrimos la sicás dulces duermen en sus cuerdas Biblia y elegimos el libro de Ruth que lo mismo que duermen en thi boca las a ti te gusta tanto. Yo comencé a leer riss y los cantos desde que tú partistel el capitulo U: Ruth la Moabita S: tá volvieras, sería para ta violín y dijo a Noemi. No pude continuar. para mí, como si el sol saliese: músi.
Recordé las épocas de la cosecha del cas, risas y captos temblarfan en el maíz cuando íbamos a llevar un cán aire y lo llenarían todo! Pohre Lucía y taro de agua fresca a los peones y yo pobre violin que se lau quedado sia la me ponía ayudarles, y entonces tá mano que hacia brotar de ellos la mame llamabas Ruth la Moabita. Des sica que en cerrabau sus almas pués levanté mis ojos para mirar tu Sabes en qué pienso cuando veo tu Asiento y el de tu hermanito Juan. Qué violín? En un muertecito acostado en vacíos estaban, Santo Dios!
su ataud negro. Yo lo acaricio y le Olvidarás té alguua vez las noches cueyto que me estoy muriendo de dolor de lección? La gran cocina, tú, el porque tú te has ido. Figarale que ja Maestro, Juan y yo en torno a la otra noche, cuando entré, babía un rayo miesa; ando afaziosa, de luna muy delgado que se metía por tu tia Elisa desuotando algodón en una reudija y pasaba oblſcuamente so.
una esquina y el tío Jacinto sentado brelas cuerdas. Sabes qué parecía? Un en su taburetę piráudonos sonriente arco de plata que una tano invisible No sé por que recordé euternecida, sostuviera sobre las cuerdas para ha.
cómo el fuego bacía pasar relámpagos cerlas cautar. Más tarde, soñé que el sobre la cabecita dorada de Juan, y arco de plata arrancaba de tu violin de tenerla allf unas músicas muy tristes, pero que cerca para besarla y pasarle n;is manos. llenaban el corazón de felicidad, y yo No pude disimular mi pena y comencé vela esas másicas brotar bajo el arco a llorar. El maestro miró largamente como bilos finísimos de seda que salos asientos vacíos y lloró tambiéu, y bían y subian y se iban a prender en mi madre que estaba allí cerca ha las estrellas.
ciendo el pao, tanıbién, y el tio Jacinto Ya te debo tener aburrido, Aodrés, también y Chumicca llegose hasta ens pero has de creer? no quiero decirte moviendo la cola, nie lamió las manos adiós todavía, Espera, deseo estar y sus ojos me parecieron mtiy tristes. otro ratito conversando contigo.
Debías haberte llevado Chlmcca, Tu yegua alazana ya tiene cría. VieAndrés; el pobre perro se va a inori ras que monada de potranquillo! no te de pena. Ah! estos asientos vacíos que enojes, pero tiene up modo de sacudir para mi lo estarán siempre aun cuando la cabeza y echar hacia atrás el me.
en ellos se sienten los reyes de España chón de cria que le cae sobre los ojos en persona!
muy parecido al que tu baces cuando Todos los días arreglo tu cuarto y porque algo te incomoda echas atrás el pongo flores nuevas. Todavía enchen tuyo. Muy a menudo voy a molestarlo, tro cuando voy a la montaña con her. sólo por verlo hacer este movimiento.
mano Lupe, tricopileas florecidas. Asi, Mira, las tortolitas que venían a co: el vaso de tu mesa gun se adorna con merse la sal que dejan las vacas en el tu flor predilecta y al entrar se siente patio, todavía vienen. Esta inafanya su olor. ese olor que siempre me las he estado viendo ir y venir ilovienhace suspirar porque pienso en ti que do sus pequeñas patas rosaclas. Sien.
ya no estás coomigo. Muchas noches pre el niacho es más egoistón! Sólo él me recojo ea tu cuarto sin que me quiere comer. Yo Tecordé como te sicntap. Voy a hacer compania tit enojaba eso!
violía que ha quedado tan solo. Pabre He ido varias veces al pueblo y he amigo tuyo y cuánta falta le bas hecho! regresado por la calle escuela. El No le perdono a tu padre que te probi. otro día me detuve a mirar por la renbiera llevarlo contigo. Cuántas inú. tanja. Ay! Andrés! Allí está el banco Este documento es propiedad de la Biblioteca Nadonal Miguel Obregón Lizano del Sistema Nadonal de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.