: 220 RENOVACION la influencia que vosotras ejercéis desterró. Tanto poder tiene la musobre nosotros. Entonces erais jer sobre un santo. Dudo mucho útiles, necesarias pero no invenci que pueda ejercerlo tan grande so.
bles. Verdad es que en aquellas an bre un habitual concurrente al tiguas edades, aun mucho después, Moulin Rouge, Cuidad de que un os faltaba la gracia. Entonces os poco de vuestro poder no se vaya pareciais a los hombres y los hom con la fe y de no perder algo al bres se pareciao a las bestias. Para dejar de ser un pecado.
hacer de vosotras una maravilla teo: Françamente, yo no creo que el rrible como lo sois ahora, para con racionalismo sea bueno para vosovertiros en causa indiferente y sobe tras. En vuestro lugar yo no estirana de sacrificios y de crímenes, maria gran cosa a los psicólogos, necesitasteis dos cosas: la civiliza que son indiscretos, que os analizan ción, que os dió velos, y la religión, demasiado, que os calificán de enque os, dió escrúpulos. Desde en fermas cuando los demás os creemos tonces sois un secreto y sois un pe: inspiradas y que denominan reflejos cado. Soñamos en vosotras y por a vuestra sublime facultad de amar vosotras nos condenamos. Inspi y sufrir. No es en este tono como ráis el deseo y el miedo; la locura se habla de vosotras en la Leyenda de amor se ha apoderado del mundo. dorada; en ella se os llama paloma Un infalible instinto os inclina a la blanca, lirio de purcza, rosa de amor: piedad. Razón tenéis de amar el Esto es más agradable que ser denocristianismo. El ha duplicado vues minada histérica, alucinada y catatro poder. Conocéis a san Jeróni léptica, como se os dice cotidianamo? En Roma y en Asia le inspiras mente desde que la ciencia ba triun.
téis tal temor que por esquivaros fado.
huyó a un espantoso desierto. Allí, En fin, yo en vuestro lugar, sentialimentado con Taices crudas y tos ria aversión por todos los emanci. tado por el sol hasta el punto de padores que desean traceros iguales que su negra piel se le pegaba en a los hombres. Os exponen a caer: los huesos alli volvió a encontra iDonosa ocurrencia igualaros a utifos. Su soledad se poblaba de vues abogado oa un boticario! Tened tras imágenes, más hermosas aun cuidado; ya os habéis despojado que vosotras mismas.
algo de vttestro misterio y de vues.
Porque es una verdad bien expe tro encanto. No todo se ha perdido; rimentada por los ascetas, que los aun se baten, se arruinan, se suiciensueños que sugeris son más se dar los liombres por vosotras; pero ductores que las realidades que los jóvenes sentados en los tranvías ofrecéis. Jerónimo rechazaba con os dejan de pie en las plataformas, igtial lortor vuestro recuerdo y Vuestro culto se muere con los vuestra presencia. En vano ayuna viejos cultos.
ba y oraba; vosotras llenabais de ilusiones la triste vida de la que os. Anatole France. Grandeza del débil Si los perros mandarines o bur cada vez que le ladren, pueden ocugueses salen a ladrar, al ácrata que reir dos cosas: 14. que se obscusigue su camino, bueno que los ahu rezea la serenidad de su pensamien.
yente cuando constituyan positivo to con pasiones deprimentes que ëstorbo, pero no más; porque si se dificulten su potencia intelectual; encoleriza y se detiene a apedrearlos 20. que dé a sus enemigos y perseEste documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.