BENOVACION 173 BIBLIOGRAFÍA Glosas literarias hi cerebro algo.
doncte debe teento de la intse fuese mni día siguiente, poco fatigaso a su estado de do y triste traagarle el jornal o soportó más; ido?
le llegó una ti) ver la miserata céntimos en lamo: IPadre, pan que hace os!
iu aquella niña le unas gallepar. Por qué rarla, y los de tau trabajador e este liombre Sits fuerzas puedeu ahora e bollo de pan?
doles un beso vil moneda es de los homer así. Si todos y cou sa traeccionamiento muistios dere.
resta el brazo bro de un milene la vida omo el lacenuna galleta de hijos de éste Ernestina 1, de PRUDENCIO BERTKAXA monía da temor perturbar con la luz Desdichadamente con la lectura de del ojo que analiza; escenas sou esas, Ernestina 119 henios podido confirmar sé, bien frágiles y efímeras. Ocúrrese el concepto que ciertas páginas de re nos qtie al igual de esa. maravillosa ferencia nos habían sugerido acerca flor nocturnal. la reina del baile, del arte de su alitor. Tal vez, sin em está hechas para reinar sólo durante bargo, sea más yigoroso, tirás intenso, esotra noche, la ausencia del análisis, más poseído de ardiente vitalidad que que es luz de soi, hechas para rescomo en ese libro se mauifiesta.
plandecer cuando únicamente el senInfciase bellamente la novela con no timiento se expansiona, después de escasos toques de gallarda frescura que haberse alejado con timidez las ideas 10 se abate al paso de, trémulas ondas para dejarnos en libertad de contenide ingéclio sentimentalismo que poco plar, de leerla surge yaporoso de entre sus El retazo de vida, triste como un hojas. frescura primaveral de arron envejecido brial, que la novela esboza, yuelo cuya agua, sin cesar reflejadora no está, juicio niestro, condicionado de todo lo que bajo los sidéreos fulgo al ambiente en qite vibra: parécenos res bulle, arrastra infiuitesimales resi que las líneas que lo enmarcan Iran duos de todas las cosas, sin dejar por sido trazadas tigas con nás vigor que eso de ser atrayente y consolador su otras, asias con tinta, otras cou lápiz.
diurmurio para el caminaite harto de Seguramente el anhelo excitante de cansera que su laclo melancólica. coustruir pronto, barrió con sus rachas mente pasa, ni para la virgen feliz que mucio de la abservación y del colotras el epsiteño de una libélula légase rido. Se trata de una trajna clara, senbulliciosa hasta su orilla.
cilla, lógica, que ratos, siu embargo, Robusta debe ser la mentalidad de tieade ser demasiado yulgar y que Bertrana, pero es lo cierto que, nues. deja ver con plenitud que su desarrollo tra apreciación, se revela en Arnestina arrojó hacia el más penoso exilio la como víctima de lamentables desfalle tendencia y la intensidad. El desencimientos que fuerza de aferrarse con volvimiento, eu verdad, no justifica el voracidad de zarcillos, de las carnes de desgaste de energías que hubo de opela idea, debilitan sus palpitaciones, le rar para realizarse. Los personajes, roban pujanza y hacen quie presto lle sin compleja metamorfosis, podrían gue al áninio del leyente un conio vaho intercambiar sus destinos; les falta que parece hubiera venido recogiendo personalidad fuerte, les falta vida. su paso raras impresiones de liste. Creeríaseies salidos de un bazar de viria, para formar ante el deseo de los gilias, U110 cuando más, Ernestina, ojos la neblina pesada del hastío. podría ser el mismo en todas partes; De vez en vez adviértese, empero su fisonomía es propia, suyo, es su doque el autor se ha artado de brios para lor. La pobre histérica, no obstante, llegar lo alto de esas cumbres. solea difícilmente hace sentir las rebeldias das eu qiie triunfa el arte amplio y hondas y calladas de los corazones quic: sano. Porque fuera mengua de la ver sierpe de tormento tritura. Auto dad negar qtie lay en Ernesting to ella se siente esa compleja vaguedad, que otra delicad isimha escena cuya ar ora isotibro doloroso, ora triste adollTación que flota ante los portalones de Doiliereck, oditor, Barcelona (Espain. los hospitales. Eruestina tal vez en SANAHUJA consumir; to de hanıbre. SHELLAY.
íritu puede;