RENOVACION 14. fatiga, con un envejecido colaboen pen a vosotros los que sorprendisteis al diente de la derruda 111910, crispada orgulloso gallo de vuestros lares aprespor el ansia cle, trabajar. y retos tarse para saludar el florecer augusto ahora enfilados como bestias, iar de la quora, soberanamente Recorchando maquinalmente bajo el peso dáis? Recordáis que el gallo os llaniadel rifle, repletos los rostros de pali ha todos los días animar la quietud dez, de cansancio las espaldas, incli de la labranza en reposo con la fiesta jiados, oyendo ya no el armonioso y feciindamente berinosa de los esforzaacariciante murmullo catupestre, sito dos afaues Vliestrox? Al. si: sí sabéis el tosco bullicio de la urbe, y ratos, que el agudo sonido del doradlo juetal cual chasquidos de tu látigo, las gro no es el mismo que alegraba entonces seras voces de mando.
Vitestros oídos. El claríu 110 Es amigo Pobres vosotros, canıpesinos humil. vliestro, 110 vliestro hermano; su des; a quienes se pone una arma en Foz lia perdido encauto y duzura en la las manos y se iucuba la artera noción fatídica Hermandad del rife, de la desdel exterminio en el alma. Pobres vos lunibrante bayoneta, de la filosa espaotros, que acaso sentís ya también, da, de la vara traido como los amos que os humillan, br11 Tuigidor cañón, El no sabe las que el talmente, las caricias, insinuantes y inquieto gallo; canciones de priz, psallos lascivos lisonjeos de la perversa mnos de salud y alegria. Sus endureci.
atnbicióu doninadora que tantas veces dos labios sólo pronuncian malditas os ha hecho inclivar la espalda ante voces de guerra, de sangre, de irigerte, la amenaza de la Loja de acero, del de horror. de irremediable abecintarazo vil, del llosco ciutarazo infa ciencia. De obediencia ciega.
me que pode esi fuga, fuerza de Con algo que mucho se parece at morder vuestras carnes cansadas, las claríu se llama y enfila, se endilga al nobles rebeldías que ratos os dispo ganado. el rebaño, acallabdo sus en recobrar. valerosamente los de enojos, marcha, marcha sumisapente Perdidos tal vez para lacia donde la gueren las vibraciones sieuрге.
que atraviesan el aire. He alí el desEl sol de vuestros campos que allá os tino fatal de todos los rebaños: oir la acariciaba souriente, con celestial sou orden, y adelante, más adelante, lasta risa, aquí os quiema sin piedad; el agua dejar atrás, muy icjos, perdida, olvidel bullidor manantial que allá vigori: dada, la ensoñada vida de la verdad.
zara vuestros cuerpos, os enferina agui. Ohi soldados capipesinos! No hay La apacible dulcedunibre del hogar, que llorar por la pureza ya tracilenta blanda como el césped joven, que era de vuestras conciencias; no hay que el encanto vuestro, trócase aquí en llorar por la desolaciou de vuestros áspera voz que ordena; en irritadio hogares entristecidos; no liay que llo: gesto que intimida. así todo. rar por el quietismo. de vuestras tie le era bueno. Cuanto ras adormiladas eit la espera de vues vosotros quisistéis. Todo eso se ex tros brazos.
tingue cuando dáis ei primer paso ba Con el claríu se anuncia la salida de cia dentro del suicio portalón del cuar las bestias a la plaza en las párbaras lítel. lóbrego portalón que debe de dias de toros: la aparición de la bestia pareceros cuando su imagen liiere. por en vuestras almas se anuncia tanıbién primera vez vuestras retinas, asonbra con el elarin. Il la aclanja regocijado.
das, el frontispicio de wia tuniba in Cuando ya no querráis oir más las på, mensa; colosal. Que eu, verdad es el labras de ese tétrico agotero, abrid los cuartei la tumba de todo lo que en oídos del alına los cantos de protesvosotros era verdadera virtud y lozanía. ta quc eu suis lonciones brotan y las de espíritul Focos de solidariilad gtie alli se. elevan.
Cómo os parecerá uostálgico el can. Brotan y se elegan, desbordantes de to periódico del clarín que toca diana, porvenir, como una hermosa promesa