142 REPERTORIO AMERICANO Confesión pública fiel durante toda su vida. El sujeto gelatinosa humanamente. En general, las culturas le sirven y minadas por el contagio occidental, se diso disperso, que se ignora a sí mismo o se ol al hombre para vivir, pero no puede vivir sa gregan, o, visto el suceso por otro costado, los vida de sí, arroja sus actos al azar, se contenta tisfactoriamente en ellas si sólo le sirven para hombres de aquellas culturas las abandonan y con que cada uno de ellos le brinde su tran vivir, porque la vida supone necesariamente la se occidentalizan, al mismo tiempo que la culsitorio y accidental sentido, que de ordinario muerte; para que una cultura sea cabal y cum tura de Occidente sufre uno de los mayores se esfuma al cumplirse el acto o poco tiempo plida, para que sea una alta y noble cultura, trastornos de su historia, herida precisamente después. El sujeto que se posee y ha optado debe servirle al hombre para vivir y para mo en aquellos principios y estructuras, cuya funpor llevar su vida en peso concibe cada acto rir, esto es, para que su vida, dentro de ella, ción es atribuir sentido a la existencia humacomo manifestación y prolongación suya, co se le muestre colmada de sentido. Acaso sólo na. La crisis reviste muchos aspectos, y no hamo algo que no sólo surge de él, sino que re tres culturas han satisfecho en modo eminente ce mucho me ocupé en inventariarlos ordenagresa a él sin falta. La presenta ocasión no per hasta ahora este requisito; acaso no sean con damente (3. todos desembocan en que ahomite llevar al detalle estos análisis; baste agre cebibles otras maneras de satisfacerlo que las ra al hombre de Occidente le es difícil vivir gar aquí, como salvedad importante, que el propuestas por ellas. En las culturas clásicas a gusto y dificilísimo morir sosegadamente.
hecho principal que nos interesa, la presen de la India de China la vida cobra sentido al Probablemente nosotros, arrojados en el torbecia vigilante y operante del sujeto en cada una inclinarse o proyectarse, respectivamente, sobre llino de la crisis, exageramos sus peligros y no de sus decisiones no presupone nada sobre la la totalidad cósmica o la totalidad social; en alcanzamos a discernir las semillas de una vida indole de ese su jeto, que puede situarse en cual la cultura de Occidente es el ideal de la per nueva que en ella quizá germinan. Probablequier punto de la gama variadísima que va des sona, la aspiración y reverencia a la viviente mente se incube una etapa en la cual el sentide la suma artificiosidad hasta la autenticidad plenitud del espíritu, concebido teística o hu de de la vida humana llegue a ser más patente y veracidad extremas.
manamente, lo que otorga sentido a la vida que antes, una época en la cual sea más cómoEl sentido de los actos tomados separada. La actual crisis del hombre es un hecho do vivir y se pueda morir en paz.
mente, como vamos viendo, es asunto distin mundial, porque las culturas asiáticas, decaídas to del sentido de los actos cuando se instala en ellos el sentido que el agente se atribuye.
Cuestión diferente es también la del sentido de (2) Ver mi artículo Hipótesis sobre las cul ro organizarlo pronto en una exposición la vida. Desde luego, sólo indicaciones sumaturas en La Nación. 30 de diciembre de de conjunto.
rias es lícito aducir aquí sobre un tema de ta1945 y también en mi libro Filósofos y maña gravedad y de tan patentes dificultades.
problemas, 1947. He publicado en otros (3) Inventario de la crisis en Cuadernos El sentido de la vida humana no coincide lugares más consideraciones en torno a di Americanos, número (septiembre octucon los de los actos, porque gran parte de estos versos aspectos del tema; todo ello espe bre, 1948. sentidos se anulan cuando los respectivos actos han terminado o cuando ha caducado el complejo más o menos ocasional que integraban.
Estos sentidos no son, pues, sumables, por el motivo evidente de que suelen volatilizarse.
Por Victor ALBA Más de cerca tienen que ver con el sentido de la vida esos otros sentidos que se constituyen (En el Rep. Amer. en estrecha dependencia respecto al sentido unitario del sujeto, como reflejo del sujeto en mañana. iQuién lo iba a creer. 1937 No, pero eso no es un chiste filosófico.
sus actos, en cada uno de los cuales se imprime ¿No resulta maravilloso que. qué olor es el sello del agente y que, a su vez, derraman ese. que con unos pedacitos de acero se sobre el agente su sentido concordante. Pero Es extraordinario. gracias a esos chismes pueda salvar la vista de un hombre. a tampoco equivalen por entero al sentido de la y a la habilidad de esos dedos podré seguir canela o a. Pero no son sólo los pedacivida. Quien se pregunta por el sentido de su viendo. Si no existiesen esos bisturís tan dimitos de acero. Asqueroso vicio de ver únicamenvida, quien pugna por asignarle un sentido, nutos, ya no vería más las cosas del mundo.
abarca su vida como un gran acto único, la te lo que se ve. los dedos de ese médico?
De qué detalles tan insignificantes depende la ¿Y sus estudios. diez generaciones de ocuadvierte completa, con el inevitable trance final vida de un hombre. Porque es la vida, en listas disecando ojos. los millares de gentes que la cierra. Quien sólo atiende a dar sentido realidad, lo que está en juego. Qué haría yo a sus actos como productos suyos puede reque han quedado ciegas. todo lo que ha sin vista? Mirar, mirar, mirar desde el prinayudado a sus descubrimientos. el priposar en su personalidad de existencia, de ente cipio al final del día. mirar, mirar y no ver.
vivo, despreocupándose de su acabamiento; De día a día. Acaso habría días, para mero que hizo el acero. ese anestésico. mientras que no es hacedero imaginar un senNo me duele nada. casi no oigo nada.
mí? Oiría que los hombres se levantan o se tido para la vida prescindiendo de la muerte, Esa bombilla. ies olor a jacinto!
acuestan, pero. sabría cuándo yo estaría desbombilla tan porque la vida incluye la muerte como su nacerca. Qué calor. pierto o dormido, no viendo a los demás?
tural peripecia. El existencialismo radicaliza es¿Quién llevará el perfume de jacinto? Es más ¿Cómo me sería posible saber que no los sueta situación, en sí innegable, sentando que el fuerte que el que daba la mata del huerto de.
ño?
hombre es un ser para la muerte. lo que ya ¡Ah, es una mujerl. Debe ser alta. una voz ¡Bah! Hay millares de ciegos en el mundo es discutible. Es lícito pensar que el hombre no tan pastosa. voz de tierra, no le cuadraría a y todos viven. saben distinguir el sueño de la sólo no es un ser para la muerte, sino que es una muñeca. y no se pondría ese perfume.
vela. acaso ese al que hoy he ayudado a el vencedor de la muerte, el ser cuya indole es demasiado majestuoso para una pizpireta.
cruzar la calzada se ha creído que me soñaconsiste en conciliar la particularidad con la Sí, ha de ser alta. probablemente la enferba?
universalidad, su mortalidad de individuo sinmera o la secretaria del doctor. Toma, ya gular con la adscripción a instancias que lo so¿Será un augurio, eso de encontrar un cie comienzo a razonar como si fuera ciego.
bre pasan y que juzga infinitamente valiosas, go en mis últimos minutos de hombre con vis¿Tengo realmente miedo a la ceguera. La adscripción tan entrañable y tan consustancial ta? Después, veré menos, pero veré. si sale usaría, aquella ampollita con estricnina, si sacon él, tan esencial a la condición humana, bien la operación. todo depende de ese pe liera mal la operación. Después de todo, me que en cierto modo le concede saltar por endacito de acero tan afilado. como una aguja vería libre de responsabilidades, de preocupacima de la finitud temporal. La cuestión del aplastada.
ciones. otros se ocuparían de mí y en el munsentido de la vida queda planteada así: ese senEres idiota. Estás haciendo chistes filosó do todavía se puede gozar de tantas cosas, auntido existe cuando la vida, encajada en la li ficos. Dónde lei este nombre. Sí, era en que no se vean. Las recuerdo, las vería por mitación temporal, se siente triunfadora de un periódico. Una casa muy alta, con el te dentro, como dicen que los compositores oyen la muerte en virtud de ciertos contenidos y jado rojo y al pie, junto a la puerta, un se los sonidos, a pesar de que sean sordos.
actitudes extratemporales que ocurren en ella, ñor y una señora. él casi le arrastraban los No se oye nada de fuera. Todo debe estar no por accidente o lujo, sino como elementos bigotes por el suelo y ella tenía los pechos has cerrado. No me he fijado al entrar. Sí, tenía constitutivos suyos.
ta la cintura. Ya ve usted, parece que fué miedo.
Las culturas son expresión y creación del ayer decía uno de los dos. Es un chiste. si ahora sonaran las sirenas? Sabría hombre; el hombre las ha edificado con su pro eso. Si codos estamos constantemente hablan mantenerse sereno el doctor. si bombarpia sustancia, a su medida, pero al mismo tiem do con chistes filosóficos. Después de la dearan. Qué debe pensar. Piensa que en la po con la intención de superar toda medida, tempestad viene la calma. No hay mal que punta de sus dedos tiene mi vista. todo mi y sólo en su abrigado interior le es dado vivir cien años dure. Con el sol que hacía esta porvenir. esa Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica