Sandino

314 REPERTORIO AMERICANO ésta sea la causa de su extraño silencio, la misma por la cual calló su profesión de poeta cuando al entrar en el ejército a cada quien le preguntaban la suya: Salomón de la Selva no nos dice finalmente qué profesión reveló él cuando entró en el ejército. Tal vez no reveló ninguna. Pero su profesión era, no cabe duda: El Soldado Desconocido.
The honorable orators, Always the honorable orators, Buttoning the buttons on their prinz alberts, Pronouncing the syllables sac ri fice. Juggling those bitter salt soaked syllables Do they ever gag with hot ashes in their mouths?
Do their tongues shrivel with a pain of fire Across those simple syllables sac ri fice. 3)
Decirlo Me daría vergüenza.
Ernesto CARDENAL.
En el prólogo de El Soldado Desconocido el poeta había dicho que él mismo pudo haber sido ese soldado. realmente después de la publicación de su libro parece que él ha querido desaparecer al igual que ese soldado que se había desvanecido en la guerra. El conocimiento que tenemos de él por lo tanto es tan sólo el de su poesía de juventud. Conocimiento incompleto, como una fotografía de juventud que la revista neoyorquina Bookman publicara de él en 1918, considerándolo entre los nuevos poetas que salían de la guerra y una esperanza en la literatura de los Estados Unidos. Su poesía apareció al final de una época y desapareció al comienzo de otra, en 1922, precisamente el año más fecundo en el nacimiento de nuevos poetas en la historia de Hispanoamérica.
En 1933 fundó y dirigió en Panamá un semanario bilingüe, Digesto Latinoamericano, en compañía de Carleton Beals, famoso periodista norteamericano, cuyo nombre anduvo mucho tiempo unido al de Sandino, siendo el único repórter extranjero que entrevistara al rebelde nicaragüense. El y Salomón de la Selva fueron defensores de Sandino tanto en la prensa hispanoamericana como en los Estados Unidos. Después ha pasado a vivir a México, rodeado de la más misteriosa oscuridad, detrás de la que algunos han creído ver una fabulosa influencia política. Sus publicaciones en revistas mexicanas han sido sumamente escasas, aunque se sabe de muchas obras suyas en prosa y verso que están ocultas o han sido perdidas.
Su reclusión tal vez se deba a ese extraño sentimiento de vergüenza que se trasluce en El Soudado Desconocido y que después vemos aparecer on la Sonata de Alejandro Hamilton, en la figura de aquel niño acurrucado a la puerta de su casa, oyendo el mar gemir, en espera de que se fuese el huésped de su madie. En un poema, de escaso valor fiterario, sobre el presidente Roosevelt, significativamente titulado Defensa del pudor (publicado en pudorosa edición de 50 ejemplares) el poeta descubría también una vergüenza secreta y un insospechable rubor en el poderoso presidente, con motivo de su parálisis (4. Tal vez De las maneras del amor (Fragmento del Memorial que por mandato de su Santidad el Papa Nicolás escribió Jacques Coeur en Roma, en el año de 1455. Versión de Salomón de la Selva para Repertorio Americano. México, a 16 de octubre de 1948. tástico personaje, Jacques Coeur. Christine Paseo de la Reforma, 1, 211 212, de Pisan, la veneciana que fué poetisa francesa, y que murió muy viejita en 1430, meMi querido don Joaquin: rece ser mejor conocida en nuestros días.
Le envío con mi amigo don Antonio Su defensa de las mujeres, en la Epitre au Riestra González un capítulo traducido es dieu amour, contra la sátira de Jean de pecialmente para Repertorio de una novelita Meung (el continuador del Roman de la que estoy escribiendo en inglés sobre una rose) y la larga polémica que sobre eso sosinfinidad de apuntes de muchos años y de tuvo brillantemente contra Jean de Monmuchos países. Lo de Sahaja lo aprendi en treuil y Gonther Col, puede ser fuente para Costa Rica, no sólo por experiencia que alli reconsiderar la calidad de la mujer en Franhube, sino por un raro libro que Eduard cia a fines del medievo. Su Lamentation Ducuron me regaló. recuerda usted a después de la triste batalla de Agincourt aquel danzante exótico y finísimo. sobre debe leerse junto con lo mejor de Alain The Dance of Siva, de Ananda CoomarasChartier, el Livre des quatre dames, sobre wamy, publicado por una empresa editorial el mismo tema adolorido. Volviendo a Crisque creo que ya no existe, The Sunrise Ta tina, ya por el 1399 se había dedicado con vern, de Nueva York, en 1918. Si no es en mucha sagacidad a estudiar a los poetas laobras o en artículos sobre la literaturi vaish tinos. Después de la campaña de Agincourt, nava, no sé en qué otra parte se puede ha cargada de penas se retiró a un convento.
llar algo en idioma occidental sobre Sahaja. y no volvió a escribir, hasta que en 1429 Dante es de sobra conocido, así como sus dió al mundo un cantar en honor de Jua.
contemporáneos, especialmente el uno y el na de Arco. En cuanto a Agnes Sorel, hay otro Guido. La interpretación que hago de mucho, muy disperso y de muy disparr jo Horacio (también cariño mío en Costa Rivalor.
ca) me parece original y me atrevo a creer Ocuparme de estas cosas es ociosidad. Ya que es justa. Acerca de Jacques Coeur un lo creo. Por ahi sd me van los ratos de ocio, novelista norteamericano tiene un libro co mientras otros juegan póker, o golf, o bimo para encantar a los muchachos de los llares, o van de caza o de pesca, o bailan 14 a los 20 años, The Money man, que ha y cuanto más sirve para descansar de los trasido traducido al español y publicado en la bajos. Como usted ve, soy el mismo a quien Argentina con el título de El tesorero del usted conoció ya va para veinte años, y me rey (Casa Jackson, creo. De a mediados parece que fué apenas ayer. Me alegro mudel siglo pasado y de París es la bella mo cho de que Repertorio me vuelva a llegar nografía de Pierre Clément Jacques Coeur con regularidad, y siempre le agradeceré que et Charles VII; y el escritor escocés (me pa acepte mi colaboración. Con un apretado rece que escocés) Kerr publicó en abrazo, suyo siempre, 1927, en inglés, otro libro sobre este fanSalomón de la SELVA. (3) Los honorables oradores, siempre los honorables oradores, Abotonando los botones de sus príncipe albertos, Pronunciando las sílabas sa cri fi cio Haciendo trampas con esas amargas sílabas empapadas de sal. Alguna vez sienten asco con cenizas calientes en sus bocas. Se retuercen sus lenguas con un dolor de fuego través de esas sencillas sílabas sa cri fi cio. Las actitudes diferentes de estos tres hombres mi bisabuelo, el poeta Petrarca, y el joven Visconti respecto de la Princesa Isabel de Francia (a quien su padre, el rey Jeban le Bon, vendió a Gian Galeazzo Visconti por un millón de coronas, oro) nos muestra lo alejados que ya entonces (en 1360) estaban la mayoría de los hombres, de aquel tiempo cuando la Virgen era la inaccesible, la intocable, la inmaculada señora a quien todos sprvían, los religiosos con santidad, los caballeros con nobleza, los comunes con humildad, de manera que por ella toda doncellez estaba revestida de una aureola divinal que todos respetaban. aun no se desvanecía en lo mínimo este sentimiento cuando, imperceptiblemente, empezó a compartir su dominio una nueva manera de amor llegada de la India, traída de alli. circa 1260. junto con maravillas labradas en marfil, por los mercaderes con quienes los ancestros de mis bisabuelos habían tenido negocios constantes, pues la difusión de esta nueva manera de amor databa ya de más de un siglo cuando floreció Henri Coeur, como lo atestigua el florentino Dante quien mejor que nadie en la cristiandad la ha exaltado y vivido. en esto, como no soy poeta, ando en aguas hondas para explicar estas cosas.
Es de saber que las maneras de los caballeros con sus damas, la devoción que les tenían, y la fuerza que parecían adquirir de la lealtad a su ideal de la mujer, que la mujer amada encarnaba, provenía del reconocimiento de la supremacía sobre todas las demás criaturas, de la que es madre y virgen, hija de su propio hijo, la Dama de las damas. medida que este culto fué desarrollándose, lo que le dió mayor impulso, a saber, la reverencia de los amadores por la amada, no pudo ascender más en el ambiente sin aire del deleite celestial. libre de la carne. El amor de la mujer es en el hombre cosa terrenal; por más que se levante y se vuelva delicado y sin peso, ha de bajar a tierra y tendrá gran fortuna si le es dado volver a levai tarse. La veneración de la Santísima Virgen asumió su lugar correspondiente en la religión, adonde pueden recurrir los hombres necesitados del socorro del cielo. 4) Años atrás había habido una reyerta entre el mismo Roosevelt y el poeta, con motivo de la guerra de Sandino y la intervención norteamericana en Nicaragua. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica