REPERTORIO AMERICANO 57 Hay variadísimas expresiones de arte que busmedio vestida o medio desnuda, pero nunca ca la síntesis en el color y en la forma y con desnuda del todo, puesto que llegar a la idea el color y con la forma, o bien con ambos desnuda es el objeto primordial de toda exa la vez.
presión estética. La idea desnada es del munLos artistas llamados de vanguardia o ul do de la Unidad, del plano de lo integral, del tra modernos usan expresiones más restringi mundo germinal, del interno mundo de la das, acaso con propósitos de llegar a la idea conciencia humana, donde todos somos uno desnuda, aunque, en algunos casos, esa idea lle y en ese mundo la forma ha dejado de exisga a permanecer invisible, por muy desnuda tir como tal para ser una fórmula o potencia. en su calidad de cristal límpido) o por de La idea es allí potencial en toda plenitud y masiado velada, en los casos en que, consciente nosotros la poseemos haciéndonos uno con o inconscientemente, el artista la quiso, no des ella, brotando por dentro de ella, en su cennuda, sino invisible, para que se supiera que tro, sin proyección posible.
allí estaba porque no estaba. En el primer Como la Ulusú Nasar de aquella leyenda caso hay exceso de síntesis; en el segundo ca dathdálica que aparece en las narraciones de so hay exceso de lo que llamamos amanera Euralas Sagatara, la idea es una joven en ofermiento, que es una especie de sofisma de la ex ta, encerrada tras de siete velos, para que a presión puramente artística.
ella lleguen los afortunados que puedan llegar Nos movemos y tenemos nuestro ser en y la posean. Pero también (como en la misma un mundo de formas y sin ellas nada podre leyenda) sólo la poseerá realmente el poeta mos aprovechar del medio. Por referencias de Rodbaira que alce el séptimo velo para entreforma entendemos el mundo en todos los pla garle su corazón y no únicamente para sabonos, desde aquellos en que se mueven las es rear la miel de sus caricias sensuales.
feras celestes y las nebulosas, hasta aquella sim Entre esa maleza tupida de las ideas urple referencia a una forma que es el guarismo ga el artista moderno por la clave (llave) paen los cálculos matemáticos dentro del espacio ra entregarla a todo el que quiera penetrar el tiempo, o la nota en el contrapunto de las creaciones sinfónicas.
Si desnudamos del todo la idea, corremos el peligro, no de hacerla invisible (que así podría permanecer bajo una fórmula existencial cualquiera) sino de extirparla del mundo de manifestación, de matarla o regresarla al in pace de los nonatos. Así, se ha llegado a presentar un lienzo absolutamente negro y virgen, como una cuadro de La Noche Oscura. o cosa por el estilo. Cosas así pueden tener un valor reflejo de buen humor o de ingenio, pero no se podrán considerar nunca como la obra en sí de arte, y aquí, de paso, vale referirse a todas las ramas torcidas que parecen algo, a los muñones de madera, las piedras con aspecto y a todos los objetos sugerentes con los cuales se puede eludir de manera refleja a una idea pero que no la contiePablo Picasso: Caballo.
nen vertida de mano sembradora. Lo que queEstudio para el Museo de Guernica remos enfatizar es que, en nuestro entendi(Oleo) 1937.
miento, la idea sólo puede trasmitirse vestida, Mary Callery: Caballo Bronce. 1942. jardín templo de los símbolos eternos, al mundo de los arquetipos donde radica la vida de manifestación. Es un viaje al país de las raíces con las larvas de la inquietud, para aparecer en el mundo de las flores, no por fuera, sino desde dentro, en la savia, como flor consciente de sí misma.
El esfuerzo del arte moderno, a mi entender, es hacer al otro (como al artista mismo) uno con la vida. No es: que me entienda a mí, porque esto no es posible así; es: que se entienda él a sí mismo, que entendiéndose él a sí mismo y en ese mismo instante que lo haga (aunque sea sólo por un instante) estará conmigo en el Paraíso y seremos los dos Uno con la Vida. Por tanto, el arte moderno no es un intercambio ni una enseñanza, ni un simple recordatorio anecdótico: es una maravillosa comunión. Por lo menos, el ideal es este. Cómo, entonces, puede pedirse al artista sincero, al que ya es dueño de los poderes hierofantes de entregar la clave, que sea transparente, sencillo y diáfano a priori? Si él está componiendo, grabando, esculpiendo o pintando ideas, no formas. Si él (como antes dije) imitador consciente o inconsciente de la Naturaleza trae el dolor: elemento por exceJencia para corregir el error y nos pide eso que es esfuerzo, para poder tener eso que vamos a tener, como es y con merecimiento, que todo es uno y lo mismo. El esfuerzo es dolor, aunque sea el gozoso esfuerzo deportivo; es dinamismo y por lo tanto distensión, expansión, extorsión, dificultad en suma.
El artista de hoy no nos va a llevar de la mano, como antes, a contemplar el bosque maravilloso, a la hora más grata, para hundirnos en el éxtasis de la contemplación. Contemplación es gestación y no realización. El artista nos entrega hoy una semilla (la semilla es la clave) y nos dice: He aquí este objeto informe, pequeño y como sin gracia alguna. En el centro de este pequeño objeto absurdo hay, no un árbol solamente, hay un bosque. No vas a contemplar, vas a meditar hasta que de pronto te des cuenta exacta de esta verdad aquí encerrada. Cuando tú lo hagas así, no sólo verás el bosque sino que sentirás y pensarás ese bosque, lo amarás y serás tú mismo: bosque, árbol y semilla. cuando tú alcances esta verdad sencilla que parecía tan compleja, tú estarás en plenitud, que es la única felicidad posible, y yo estaré contigo en el instante eterno.
Cuando una obra de arte es auténtica podemos allí mismo recoger la clave, la llave y penetrarla. El camino a seguir es un camino de interpretación. Interpretar es descifrar, es adivinar, es descubrir, es reconstruir, la deleitosa ocupación de todo investigador, que es todo explorador de la vida; visitante admirado y atrevido de la grandiosa selva de la Vida. Sólo explorar, sólo descubrir, sólo encontrar es vivir en realidad.
El arte es simbólico, por fuerza. Hablar de simbolismo como una escuela, pues. es hablar convencionalmente. Todo arte que lo sea es simbólico. La expresión es un geroglífico. un katún. un calambur que debemos desentrañar. El arte aparece ahora, en su más estricta modernidad de expresión, como esencialmente abstracto, condensación de sentimientos, emociones, pensamientos e intuiciones. La obra de arte debe sufrir riguroso análisis. El análisis estético constituye la mera contemplación gratificadora de los sentidos, impresioJacques Lipchitz: Mujer que toca guitarra Bronce pulido. 1927. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica