REPERTORIO AMERICANO 357 en el instante trémulo de transidas orquestas.
Andamios de sombra (Primer Premio en los Juegos Flotales de La Laguna, Torreón, México. En el Rep. Amer. Despierto así, de pronto, urgida por cristales, invadida la risa por un súbito espanto.
México, octubre 24 de 1948.
II Milenios antes de la sangre, de la angustia y del llanto.
La entraña era de fuego, la cintura de agua.
Una frase divina y el hijo luminoso se derramó en el mundo.
He aquí que me transformo, me multiplico y crezco.
Las selvas se me enredan dorándome los brazos.
Marinas tempestades desencadenanclaras pupilas sosegadas.
Señor Profesor García Monge.
San José, Costa Rica.
Mi estimado maestro y amigo: Primero mi cariñoso saludo para Ud. Con estos renglones le mando el último poema de la gran poetisa mexicana Margarita Paz Paredes, Andamios de Sombra, No tardará en alcanzar la tazza de Gabriela, de Juana, la exquisita uruguaya, en el estremecido mundo del arte americano. a su Repertorio, por sus credenciales de cultura, por sus aspiraciones supremas en el progreso humano, le corresponde el primero difundit el nombre y la producción de Mar garita Paz Paredes.
Mis dos manos.
Carlos JINESTA.
Amor y Primavera emergieron del sueño.
El solitario corazón volcó su cauce de ardiente clorofila, por los terrones secos del deseo y los sedientos labios del coral.
Surjo en hora de angustia.
Tropiezo con cadáveres de rosas prematuras.
Vengo de la intemperie y voy hacia el desierto.
Mueren en mi garganta zenzontles ateridos.
Fueron los brazos de los árboles, las voces de la tierra, la piel de los luceros, la matinal caricia.
De mí nace la vida desbordante de anhelos y a mí retorna, exhausta, huérfana, derrotada. La clorofila entonces ascendía por las venas del viento, milenios antes de la sangre, de la angustia y del llanto.
Quiero tornar al verde origen de mi Nada, al entrañable musgo de los siglos, cuando era el Verbo apenas un coloquio inaudible entre corales húmedos y sombras deshojadas; cuando el germen del tacto, dormido en manantiales de vírgenes espumas, soñaba con el roce de invioladas caricias.
El hombre sueña un canto, una plegaria, un beso, y despierta en la noche, desnudo y olvidado, seca la voz, en vano tanta y tanta conmovida ternura. El hombre muere en islas separado del hombre!
Apenas la Poesía, por huertos inviolados jugaba silenciosa meciéndose en columpios musicales; lentos por mar y cielo, por tranquilos espejos.
HII ¡Tejen los siglos ávidos féerico tapete!
Quiero borrar el sol del pentagrama, fagarme de esta cárcel de amargura, abandonar mi alegre primavera, secar el llanto, asesinar la risa y destrozar la fragua donde forja el corazón la lumbre de su arcilla.
Un canto prodigioso rompe su piel de fuego, circula por arterias minerales, asciende por los labios cálidos de la tierra; pero lo hieren invisibles dagas y se desangra al pie de áridas rocas, desamparado y mu trunca la sinfonía de clarines insomnes.
La clorofila es sangre y el sueño se despierta erigido en claveles.
Dedos incandescentes acarician la vida, IV Quiero tornar al verde origen del pecado, resplandeciente la mirada ciega, la piel sin tacto, blanca la amapola, toda césped acuático, rosa coral, raíz de agua, informe madreperla, murmullo apenas de naciente ola en la primaria selva sacudida de lluvia por el génesis roto del océano.
Cuando la última sombra lave su piel morena y se sorprenda, rubia, bajo el solar espejo; cuando el llanto del mundo sea nada más un tenue vapor iluminado, y la flor del deseo disecada en las páginas del amoroso libro se disuelva en la huella dorada del recuerdo; Quiero tornar al verde origen del planeta, ser chispa nada más, igneo despojo de un duelo de asteroides: elemental pupila de la sombra, del silencio, del musgo y de la arena.
cuando la voz del mundo se afine de amargura y un timbre musical viaje de mar a cielo trasmitiendo el mensaje celeste del olivo; cuando desaparezcan palabras y fronteras el pecho de los hombres purifique su enigma; Eloy Morúa Carrillo Despojada de ardientes vestiduras, sorda la antena emocional del canto, devuelta a mis orígenes lacustres. larva en el sueño de la concha nácarnavegaré las noches submarinas para sorprender caricias intangibles entre la rosa náutica y la luna.
entonces, libertada de tibias ligaduras, ingrávida y ligera, retornaré a la vida.
Caminaré sin sombras por andamios de luna, remontaré sin miedo las cimas estelares para oír el lenguaje triunfal de la armonía.
med Sin ojos y sin brazos, sin voz y sin angustia, seré en el agua virgen una huella de espuma.
Niña será la muerte y juguetona con tiernos pececillos y verdes caracoles.
Me dormiré a la sombra de un incipiente tallo a esperar la inaudita invasión de la aurora.
Arboles y montañas, bestezuelas y niños serán flotantes luces, votivos corazones, y la Poesía, el idioma del cosmos victorioso en ascensión de voces orquestales y eternas.
Es esta la columna miliaria del Repertorio Americano. En ella inscribimos los nombres de suscritores y amigos que por años, hasta el final de sus días, lo recibieron y lo estimaron.
Mantenedores de cultura fueron!
Margarita PAZ PAREDES.
México, octubre de 1948. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica