46 REPERTORIO AMERICANO La realidad en Filosofía Actualidad de América (En el Rep. Amer. ehk Gulliver que no quepa en este lecho de Procusto de los liliputienses y de los enanos, debe ser torturado, mutilado y disminuido hasta caber Ch.
si La Inquisición de la Técnica, o Burocracia y Radiestesia Por Lorenzo TIEMPO (En El Nacional de Caracas, Diciembre 19 de 1948. Desde que aparecieron los primeros nue el mundo de las apariencias, es el individuo y vos conceptos acerca de la composición elec no el ente estado. Quitémoslo de en medio, y trónica del átomo, la ciencia empezó a reaccio quedará siempre el individuo; pero sin éste, nar favorablemente en un sentido espiritualista no hay aquél.
en la concepción del Universo todo, y la Filo Lo que pasa es que la nueva Filosofía essofía quiso tomar parte en el movimiento po tá apenas en una fase de acomodación. Tantea niendo una valla a todo lo enunciado anterior y se contenta, de momento, en ser una obra mente, dando a aquellas tales disquisiciones, el de crítica, que ya es mucho, pues, como decivalor histórico correspondiente; pero nada más. mos al principio, deja de lado todas las escueLa Lógica clásica, fué objeto de risa al admi las clásicas, por no resistir a los trabajos de tir la vasta relatividad en las afirmaciones to crítica de la actual, y analiza valores y categodas.
rías para dar, en un mañana más o menos Los ingleses adoptaron los conocimientos próximo, una nueva orientación que tendrá contemporáneos de la materia para trabajar en que estar relacionada con la ciencia, la relipro de una Filosofía espiritualista, aunque no gión, la nueva moral, con el arte y con la poen el aspecto que podríamos llamar místico. lítica. Creo que la Filosofía nueva, no podrá Antes al contrario, incluso, como hace Bertrand divorciarse de ninguna inquietud humana coRusell, quedándose perplejos ante el arduo mo lo hizo la vieja.
asunto de la inmortalidad personal, pues si bien Hubo algunos que vislumbraban la nueva los filósofos pre relativistas hallaban una exFísica, y buscaban cómo explicar su concepto plicación a tal problema al considerar al alma total del Universo, ya al estilo de Leibniz, con como una substancia, y a ésta como indestructi sus monadas, tan parecidas a los fenómenos ble, según la Física de entonces, hoy, ante el de ciertos ingleses, o al de Kant con sus antinuevo concepto de subsistencia, la cosa ha nomias, que no explicaban nada y dejaban cambiado de tal manera, que la Filosofía nuela duda donde estaba.
va cree que esta cuestión es más de fe que de Lo que no satisface al estudioso es que ciencia. Yo, desde luego, no lo creo así, pues tanto unos como otros, no se atrevan a estuhasta en aquel concepto de sucesión de fenó diar fenómenos de la dinámica espiritual menos que considera el autor citado, podría es que hoy puede hablarse de ella en vez de caber el principio de la indestructibilidad de la universal, ya que todas deben ser una y la energía en que se convierte la materia, in ver de hallarles una explicación científica, pues, cluso en la ondulatoria que en último análisis repetimos, sólo quieren concretarse, así lo repasa a ser el átomo, ya en el sentido de Hei conocen, a analizar, a puntualizar los elemensenberg (radiaciones) o en el de Schrodinger tos formativos del conocimiento, sin saber que (ondas. caen en los defectos de aquellos filósofos que Las tres escuelas: irlandesa, inglesa y esco ahora son arrinconados. Hay toda una fenocesa con Berkeley, Locke y Hume respectiva menología que espera ser explicada para dar al mente, tienen algo que ver con la orientación hombre torturado de hoy, de aquí y de allá, de la ciencia moderna al dar carácter de pre pues no hablo solamente de la tortura física, eminencia a lo mental por sobre de lo mate la calma que desea encontrar y que tiene dererial. Locke se anticipa a los racionalistas fran cho a pedir como ser que ha venido a la vida ceses en sus derivaciones humanas de la Filo sin pedirlo.
sofía, creando su democratismo liberal que tu Sí, es necesario, al aprovechar los nuevos vo que ver con la revolución inglesa de 1688. rumbos de la Física para hallar explicaciones con la americana de 1776 y la francesa de científicas a tales fenómenos, reconsiderar de1789. Hume, sin embargo, no cree en la exis terminadas opiniones de filósofos antiguos, patencia de ideas innatas, ya que considera al ra descubrir en ellas ciertos atisbos precursointelecto como algo limpio que va admitiendo res de lo de ahora. Ya hemos citado a los alelo aportado por la vía sensorial. Lo sensitivo manes Leibniz, con sus monadas y su armoes, en su caso, un auxiliar de la mente, ya que nía preestablecida, y a Kant con su antinomias todos los conceptos y perceptos son mentales. acerca del espacio infinito o finito y del tiemDe aquí la dificultad de averiguar como se for po objetivo o absoluto y el subjetivo o relatiman tales fenómenos anímicos, pues si bien la vo. En aquellos representantes de la ciencia introspección puede darnos una débil luz guia musulmana de los siglos al XIII, hallamos aldora, no nos faculta para generalizar lo que go que la nueva concepción de la materia popodemos obtener de nuestro propio estudio, de dría ratificar perfectamente. Me refiero al innuestra observación. La imagen de algo no telecto único y a la comunidad de almas. Si está ni en ese algo, ni en el rayo luminoso, ni hemos de aceptar una única existencia electroen nuestra córnea transparente, ni en la retina, magnética a todas las substancias, resultados de ni en el nervio óptico; está en el cerebro, en la mayor o menor concentración de tal enerdonde nadie puede indagar. Podemos averiguar gía, expresada, tal concentración, por su núdónde se produce, pero no cómo se logra tal mero atómico, bien podremos ver en ello un o cual imagen.
común existencional así como un solo entenDel nuevo concepto espacio tiempo, no só dimiento en el cual ha de haber grados o calo arrancan rectificaciones en postulados cien tegorías. Así, pues, en Avempace, en Algatíficos, sino que la ética, el arte, la religión, cel y en Averroes, hay algo que hasta hoy pola educación, la política se sienten intraqui demos explicarnos su verdad cientítica.
las y presienten próximos conceptos que han de hacer variar toda la trama de la vida global Lorenzo VIVES.
del hombre. Nadie que no sea un malvado o un fanático, admitiría la teoría hegeliana de Bon Repos, la subordinación del individuo al estado. Ya Playa de Puntarenas.
todos han aprendido que la única realidad en Enero de 1949.
Se le atribuye a Einstein, un científico de verdad no un técnico de verdad el siguiente pensamiento: Nuestra época se caracteriza por la perfección de los medios y la confusión de los fines. Tal aseveración no puede ser más acertada. Ella pone el dedo en la llaga que corroe el organismo de la sociedad contemporánea, por lo menos de esa sociedad industrial que no logra resolver ninguno de los problemas que ha creado su insaciable afán de rapiña. Confusión de fines y perfección de medios, esa es la realidad contemporánea. Los fines descansan sobre principios éticos, los medios son las técnicas para obtener los fines. Pero en virtud de que la sociedad parece andar no sabe hacia dónde, aunque ande, anda a la loca y se extravía. El gran extravío es la guerra. Hacia ella vamos.
La perfección de los medios, cuando no los corona un fin, no sirve para nada. Por ello toda la civilización sobre la que descansa el hambre de rapiña de la sociedad industrial y capitalista, lejos de constituír una etapa de perfección real, no constituye sino el engaño, la engañosa máscara de un próximo desastre.
Los perfeccionadores de medios son los técnicos. Nuestra época se llena la boca con el tecnicismo. Todo hombre que se respeta un poco aspira a especializarse en alguna técnica. Hay técnicos de todas clases. En los Estados Unidos el tecnicismo ha llegado a lo ridículo. He aquí cómo se procede, por ejemplo, desde un punto de vista técnico, para colgar un cuadro en la pared. Hay el hombre que coge el cuadro, hay el hombre que señala el sitio en la pared.
Hay el hombre que coge el clavo, hay el hombre que empuña el martillo. El hombre del cuadro espera mientras el hombre que señala el Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica