REPERTORIO AMERICANO El genio en Ibero América COMÚNMENTE negamos su existencia en nuestro medio; cuando se nos habla de genio, algunos pensamos en el Dante. De Lecturas Dominicales. Bogotá pensamos en Platon, pensamos en Beethoven. Si se nos estrecha un poco más y se nos exije que nos pongamos más humanos y que pensemos en el genio politico, en seguida recordamos a Bolivar entre los genios que fracasaron y si hemos de señalar un hombre de genio político con éxito es necesario saltar fuera de nuestra cultura para encontrar nombres como Bismarck o Cecil Rhodes; o como Washington y el Barón de Rio Branco en nuestra América. Resulta pues que de todas maneras vivimos, vive el hombre de nuestra raza en una situación peculiar un poco humillante dado que tiene que salir de su propia tradición para encontrar modelos dignos: al fin y al cabo eso es un genio, un modelo para la acción o un guia para el sentimiento y el pensamiento. Esta situación no es propia sin embargo únicamente de los iberoamericanos; los grandes genios de la humanidad se cuentan por docenas y no todas las razas a veces, ni las más antiguas razas, pueden ufanarse de haber producido una de esas antorchas.
Pero lo que determina la decadencia o la grandeza de un pueblo es la fidelidad con que sabe ajustar su acción colectiva a las luces de esa aristocracia espiritual que necesariamente aparece aun en el seno de los más humildes grupos humanos.
Dentro de sus cuadros modestos cada raza y cada época cuentan con hombres capaces de ese José Martí esfuerzo que nos distingue del bruto, esfuerzo sin el cual nos volvemos peores que el bruto: degollar. La apoteosis nos sirve texanización a nuestra América.
el esfuerzo que nos hace capa para acabar de enterrar la idea, Levantemos a nuestros Dioses; ces de distinguir la luz de las que una generación mató en el asi he interpretado las palabras tinieblas; no encuentro mejor hombre fisico y que varias ge de Godoy y de Ventura Garcia manera de expresarlo. Hombres neraciones sucesivas siguen ma Calderón en el prospecto de capaces de distinguir la luz y tando en el hombre ideal. Esto una edición completa de las de captarla y de envolverse en se hace patente en la facilidad obras de José Marti; así comella para hacer de sus vidas una con que erigimos monumentos prendo el propósito del Instituto luminaria, los tienen todos los a nuestros grandes, a la vez de Cooperación Internacional de pueblos, todas las civilizaciones. que nos olvidamos de lo que Paris, de hacer esa edición La varia fortuna de los pueblos predicaron y de lo que fueron. por su cuenta, ya que según depende, sin embargo, de que Se diria que más bien que es parece la primera proyectada unas veces siguen esas lumina tatuas lo que queremos cons no ha podido concluirse. Son si rias y otras las hacen a un lado, truirles es lápidas. Muy firmes se quiere Dioses menores, los las persiguen, se esfuerzan en lápidas a fin de que ni siquiera nuestros, comparados con los apagarlas. La historia de nuesel espectro venga a turbar a genios universales de que hatra América hispánica en este los vivos en el festin canibal de blamos al principio de estas su primer siglo de bochorno, se los éxitos partidaristas y per lineas; pero no es posible orexplica con sólo seguir la his sonales. Es claro que hay ex ganizar a un pueblo si no es toria de casi todos aquellos que cepciones y las excepciones se a base del culto de lo mejor en nuestro medio lograron re vuelven enseguida éxitos na que posee. Formalicemos ese novar la hazaña de Prometeo; cionales. Sarmiento en la Ar culto haciendo que sea culto raptar el fuego de la sabiduria gentina; pero la regla es la que provechoso del espíritu y no para encender la ruta de las vengo diciendo desde Bolivar mera ceremonia de rito oficial naciones. Casi sin excepción, hasta Francisco Madero. Raza que equivale a lápida. Acaban cada uno de ellos ha sido per que ignoras a tus grandes, que de levantarle a Marti el moseguido, calumniado, injuriado, traicionas a tus guías, o te rec numento: hagamos que no se exiliado y finalmente asesinado. tificas rápidamente o te texa convierta en lápida: para ello Asesinado fisicamente con los nizas y te pierdes. Las multitu procuremos difundir el conocirifles de la tiranía o asesinado des no pueden avanzar sin guias; miento de la obra de Marti.
espiritualmente con el olvido, de allí que un pueblo que niega Por fortuna Marti no es uno con la negación y la befa de a sus Dioses tarde o temprano de esos falsos genios tan abunsus doctrinas.
cae en servicio de algún dantes en la política iberoameNuestro crimen adquiere los Dies extranjero. Multitud somos ricana que nada dejaron escrito rasgos trágicos de un ciego, todos en la marcha misteriosa. porque no tuvieron oportunidad perverso y confuso suicidio co Busquemos pues a nuestros pro de aprender a escribir o aprenlectivo, gracias a las apoteosis, pios dioses; busquémoslos todos dieron ya muy tarde. La vida que siempre dedicamos a aque aquellos que todavia alentemos de Martí fué agitada como la llos mismos que acabamos de la esperanza de salvar de la del que más; vida de perseguido y de profeta, pero como tenía qué decir lo dijo: sólo los que no tienen qué decir callan: el genio se expresa y Martí se expresó, escribió mucho en prosa y en verso; pocos conocen toda la extensión de sus eseritos y habrá que esperar a que la obra del Instituto de Cooperación se concluya para poder emitir opiniones completas. Por fortuna no es necesario leer todo Marti para darse cuenta del extraño poder superior que en el hombre habitaba.
Martí es hombre de fines del diecinueve; así es que su leyenda está viva y acrecentada con testimonios de quienes lo vieron, lo oyeron conversar y lo amaron.
En la casa de don Federico Henriquez y Carbajal, en Santo Domingo, vi retratos dedicados de puño y letra de Martí a personas de aquella ilustre familia; en un rincón de la sala se conserva un busto que, según don Federico, es de un parecido exacto. mí me dicen muy poco los rostros humanos; veo detrás de ellos luz o veo sombras, o no veo nada. Los rasgos físicos no me fijan la atención, y si soy yo quien la fija, descubro no sé que temblor que me recuerda a la bestia, siento compasión, inclusive de mi mismo, y salto a otra contemplación y a otro pensamiento. Me parece una crueldad o una ofensa estar disecando facciones no hay término al horror que de allí se deriva. Antes, antes de que me librara de aquel demonio a que se refiere Euripides, yo soportaba y aun buscaba el rostro juvenil de las mujeres nunca con es.
piritu crítico y si con una embriaguez voluptuosa que también contribuía a que las facciones se me borraran; me quedaba sólo la impresión de fragancia, fuego y perfume. En resumen nada que pudiera servir al fisonomista.
Luego, durante toda la vida, he practicado el sistema antianalista de tomar a las gentes en globo para amarlas o para detestarlas, de suerte que para mi el arte del retrato no sólo no existe, sino que me molesta; me desagrada a tal punto que no perdono ni a los buenos pintores: Doy Rembrandts y Vincis por cualquier rostro semidesfigurado, pero simbólico, de cualquier anónimo bizantino. La cabeza de la Venus me parece tonta, asi es que me recreo en el deleite de sus senos; la cabeza de Minerva suele causarme éxtasis, pero porque no se parece a ninguna cabeza humana. Se ve enseguida cuán poco atinado sería todo lo que yo pudiera decir de la cabeza de Marti, tal como pude imaginarla delante de los retratos de don Federico. Me gustó, sin embargo, por desmaterializada; mucha imaginación hacia la frente espaciosa; débil el rostro por las partes que comunmente, en el héroe, han de ser macizas: la quijada, el mentón; se diria un ángel, a no ser por cierta humana fealdad. Tenia también la tristeza de los predestinados; el sello dantesco de amargura Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica