294 REPERTORIO AMERICANO Ensayos ve La cucaracha es lo mejor de lo mejor, el no de dársela, como el indio, el más allá de lo mejor?
pueblo de Guatemala, aunque De El Imparcial. Guatemala Si, mi viejo cabrerista, si moribundo, dirá: cree. Si cree, pero no me la media noche llaman a un Sí, padre, si cree.
Dicho esto, cuando se trate trago.
cura para ir a confesar un. Crees que ésta es tu salindio. Esto pasa, reza el cuento, vación?
Miguel Angel Asturias en un pueblecito de la montaña. Si lo cree.
París, 1927.
Va el cura, confiesa al enfermo Pues si así fuere.
y ya confesado se encuentra darle de comulgar iba cuancon que no tiene como darle la do el indio se incorporó y dijo: comunión. Los parientes se im. Sí, padre, si cree, pero no pacientan y el indio no quiere me la trago! El mundo es del color como el aire o la luz, y que por eso pasar a mejor vida sin estar Algo por el estilo pasa con confesado y comulgado, como del espíritu se vé según el color de nuestro la constitución que hecha y lo manda la santa iglesia. En espíritu, como sucede con los éstas y las otras, el cura contrahecha, tratan de hacernos Esta frase es de mi invención cristales. Que uno debe limpasar. Ala de cucaracha en y me alegro de poder decir piar su espiritu de muchas conbajo unas tablas una cucaracha.
mano, se acercan su progenitolo que quiero en ella: El mundo vencionalidades, prejuicios y conEl Espíritu Santo le alumbra res al pueblo de Guatemala: es del color de nuestro espíritu.
vicciones, como quien limpia el un relámpago la mollera En plena juventud, hace apenas Pueblo. crees que esta polvo de la ventana para ver para salir adelante de aquel unos años, mi espiritu estaba constitución guarda tus dereatolladero, y antes de extinguirhacia la calle. le diria: enfermo de pesimismo: el munse la sagrada luz de oro, el chos y te pone al abrigo de las «Hijo, el mundo es incoloro, pero do tenía un color gris, y llegó cura disimuladamente le da caza arbitrariedades de tus verdua medida que crezcas, tu espía tener un color negro. Cuando ritu se va a volver de color, a la cucaracha, le arranca una el mundo llegó a tener un color ala y del ala toma un pedacito. Si, responde, el pueblo, si, quizá del color gris con el polnegro, yo me sentia mal: física, que en los dedos, ofrece al mi querido liberal, si cree.
vo de la sociedad en que vivas.
moralmente, mentalmente. un Ten cuidado en limpiarlo.
moribundo. Crees que ella es tu saldía aprendi la cosa más grande. Crees, hijito, que éste es el vación?
que yo he aprendido en mi vida, II. Los sentimientos cuerpo de Cristo. Sí, mi suave conservador, la cosa que yo enseñaría a un hijo ESTAMOS en la orilla del Lago Si cree, padre si cree.
para salvarlo de la ignorancia de Michigan. Antes, muchas ve. Crees que en esta particu. Crees que con las adicio común que destruye y corrompe ces hemos estado en la orilla la de la santa forma está el nes y reformas que imaginara tantas vidas humanas. Le ense del mar. Con qué podemos cuerpo de Cristo?
nuestro partido, la constitución ñaría que el mundo es incoloro medir, medir los sentimientos con gos. Miren qué casamiento, con un Récele si gusta, pero vamos a difunto en la casa, desde el pri ver si comemos, y bien!
mer dia. No les parece natural. Na. Bah! ino seas pava. le dije, tural!
enojado. No Cipriano estaba Carolina se sosegó un poco, muy viejo, y cualquier dia tenía fué a cocinar, comimos después que estirar la pata. Eso no de cerrar la pulpería, yo traté quiere decir nada; ya sabés. de alegrarla con una punta de muertos no hablan. Y, fuera dichos y hasta milongas, y temde eso, acordate de lo del ángel pranito no más nos acostamos.
y no llorés, sonsa!
Desde el otro día, principio la Medio se calmó con lo que vidorria y farra, después de le dije, pero ya quedó sentida enterrar a no Cipriano, que para siempre, y asustadiza y resultó bien muerto y sin culpa tristona. Así son las mujeres, de nadie.
compañeros: llenas de agüerías! Los amigos y ya tenía una Yo tuve que costearme al punta caían como moscas a La pueblo, a avisar a la autoridad. Polvadera, y yo los obsequiaba la tarde se presentaron el lo mejor que podía.
comisario Barraba, el doctor Carolina se pasaba la vida Calvo, que era médico de poli con las ollas y acomodando la cía, y dos milicios. Después de casa. Nosotros, para matar el mucho registrar y molernos a tiempo, y menudeándole a las preguntas, de cómo habia sido, copas, armábamos jugarretas de y cómo no, se llevaron a no Ci truco y taba; después hicimos priano en un carrito, para abrirlo riñas de gallos, y hasta dimos y ver de qué espichó, y me bailongos en el patio, entre el quedé solo con Carolina, todavía palenque y la ramada.
más triste y asustada.
En la taba y en las riñas, el. Lo van a achurar al pobre. comisario que me había dado ¡Qué desgracia. Maledetta permiso, aunque el juego estusorte!
viera prohibido en toda la proY volvió a llorar a sollozos. vincia. no se llevaba más que. Miren, la mujer tan grande la mitad de la coima, así es que y tan pazguata. Déjese de todo me hubiera salido perfecllanto, misia Carolina, que eso tamente, si no me da la loca de criaturas, le dije en por jugar fuerte a mí también.
broma. Para lo que va a su Como siempre perdía, Carofrir ño Cipriano con que le lina principio a rezongar.
anden adentro a estas horas. Ya decía yo, cuando encon¡Vaya! vamos a tratar de diver tramos al pobre no Cipriano, tirnos un poco. Los muertos no que eso había de traer desgraquieren andar estorbando a los cia. Ya todo empieza a andar vivos, sino que los dejen quietos. mal. Oh Madona, Madona mia! estos lloriqueos y rezongos de perder el envido con treinta fueron empeorando, empeoran y tres de mano. Si cantaba flor, do. La gringa echó un genio de me echaban el contraflor el la gran perra. Se me queria resto, y si caía el bicho de imponer y teníamos un sin fin parra, ya podia estar seguro de peloteras, pero ¡qué había de que el contrario empacaba de poder conmigo, ni que se iba el de amansar locos para darme a poner mis pantalones, que en el mate. Mis gallos, cuando tengo tan bien puestos. ca no me resultaban juidos, tenían da zafarrancho yo, de gusto lo que clavar el pico a las primeras hacia peor, cataba una mona, y de cambio. Pucha que había el vino de reserva era el que sido mulita, amigo. me sabían pagaba el pato!
decir los camaradas. Era una Por consejo de un amigote, maldición, y yo, como es natuy aunque rabiara la gringa, hi ral, me calentaba más cada vez ce arreglar bien el camino real, y buscaba el desquite como un en el retazo que estaba frente toro furioso.
a La Polvadera, que quedó pareY como de uvita a uvita se jito como un billar. de ahí no acaba un parral, los pesos vomás armé carreras los domingos, laban que era un contento. Pero también con permiso del comi tenia una gran esperanza, que sario Barraba, que sabía a ve era el potrillo zaino, lindo anices presentase a cobrar la coi mal, fino de patas, de pescuezo en persona, para que no largo y cabeza chica, delgado, hubiese barullo ni peleas de sin ni esto de barriga, voluntacia.
rio como él solo, y más manso ¡Vieran qué lindas farras! Los que el overo rosado de la Lapaisanos caían que era un gusto, guna. Yo mismo le daba de y el beberaje y el fandango comer, lo bañaba, lo rasqueteaba, duraban desde la mañana hasta y todas las mañanitas salía a ya anochecido, el cajón se nos varearlo donde no me vieran.
ilenaba de cobres, y yo tenía en unas cuantas largadas que negocio y diversión a un tiem hicimos de balde y en secreto po.
con unos amigos, el pingo rePero compré un potrillo zaino, sultó de mi flor. Qué parejero!
parejero, y esa fué mi perdición. Con él no me habían de ganar Una suerte perra me perseguía ni por chiripa!
sin darme alce. Agarraba una Carolina a todo esto, viendo taba y izás! culo sin fallar una que la platita se le iba como vez. Al mus siempre había quien el agua de una tina sin arcos, se desemporotara primero y comenzó a armarme camorra ja pagar! Al truco parecía cosa peor que nunca.
del diablo! los compañeros me. Asi no podemos seguir. Esembromaban con que era capaz tás tirando todo lo que he gama es Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica