202 REPERTORIO AMERICANO EI surtidor Para Arturo Capdevila. Envio del autor, El surtidor del jardin. y bajo la misma pouta puerilmente saltarin la gota apaga su estrella.
en el tinglado solar, Ritmando con el salpique saca de su bandolin de la linfa saltadora, la linfa de su cantar.
se oye un alegre repique Avida la flor lo mira, en el biciclo de Enrique y la corola suspira y en la pulsera de Flora.
con el dolor del sediento, En el chapin de Maruja porque el agua se retira, que su piececito estruja como el humo de una pira con un ademán de nido, al aletazo del viento.
parece estar adormido el hechizo de una bruja Las niñas corren fogosas que en los arriates dibuja por las soleadas callejas, señales para el regreso y ansiosas de mariposas, del piececito travieso.
cazan gotas vaporosas de Maruja.
con la red de sus gucdejas.
De pronto, el sol uparece La risa de las chicuelas, sobre un árbol que estremece en hogares y en escuelas su inquietud en el arriate, es surtidor saltarin, y al verlo brillar, parece y en el jardin soleado, ser la gota que se mece el surtidor desgrado en la brizna de zacate, es la risa del jardin.
Un perro sediento mengua la avaricia pueblerina Risa y surtidor mellizos haciendo bailar su lengua son en su brillo y su canto que no es mala bailarina, bajo el enjoyado encanto pues como venga la nota, de los solares hechizos, que en el caso es una gota, y mellizos, en la cauta la lengda del perro danza luz que la luna destella, con la rápida mudanza la risa calla su flauta, con que se baila una jota.
Hernán Zamora Elizondo San José, Costa Rica, 1931.
prosistas me dictan sus sentencias. Gissing, pues, acudi en solicitud de consejo sobre si me convenía, lado mi carácter, que él conoce si hay alguieu quo lo conozca, abandonar mi estado de célibe por el quizás terrible, de casado.
Como ya he contado, Gissing probó fortuna matriinonial tres veces, y ahora vive en sosegada mancebía con la simpática galleguita sin dientes cuya figura una o dos veces ha cruzado ya, silenciosa, por estas páginas. Pero Gissing es horribre de libros también. veces, inás que hombre, me parece un libro. No sabría decirlo a ciencia cierta. Hay individuos que semejan cuadernos de borrador nunca corregidos, y otros que, por Dios, son libros a los que les siento pulso y en los que, como en ojos vivos, me veo diminuto pero nítido. Gissing acudió a los libros como yo a él. Aquí verás. me dijo algo sencillo y hondo, y no falto de sal, de aquel.
simpático erudito romano con quien, intelectualmente, tienes tantos contactos y semejanzas: me refiero a Aulo Gelio, que INDICE Legenda aut adquirenda 50 75 El cantar de Roldán. Kicsel: La corriente del Golfo Paul Bourget: El demonio del mediodía. vols.
Enrique Larreta: La gloria de Don Ramiro Estanislao del Campo: Fausto.
Roberto Gache: Baile y Filosolia. Gonzalez Guerrero: Ad altare Del.
Juana de lbarbourou: Poesias escogidns.
Domingo Sarmiento: Politica de Rosas Raimundo Lulio: Blanquerna. Novela. vols.
David Katz: El mundo de las sensaciones tactiles Armando Zegri: El iltimo decadente. Novela. 00 75 00 00 00 00 00 14. 00 00 00 Persiflage Desventajas de la erudición Colaboración directa C0 00 00 Para Claudia Lars. espejo de la bellesa de las esposas, porque, sabia como Diotima virtnosa como Cornelia, quizás quiera aconsejarme sin abrir otro libro que el de su corazón, 00 00. 00 00 50 00 50 00 Libros para niños: El Conde Lucanor. vol. pasta. Maria Tenreiro: Nuevas Florecillas de San Francisco. vol. pasta. Hauff: El Califá Cigüeña.
Rabindranath Tagore: El sentido de la widu. Sadhoria. José Asunción Silva: Poesias. Edición definitiva. Alberto Gerchunoff: El hombre que hablo en La Sorbono.
Alberto Gerchunoff: La asamblea de la bohardilla.
Leonardo de Vinci: Escritox literarios nlosoficos.
Pio Baroja: La venta de Mirambel. Novela I, Tolstoi: ANIRNIR.
Carlos Pareja: Las obligaciones en De recho Civil colombiano.
Emilio García Gómez: Poemas arabigomudaluces.
Domingo Sarmiento: Los caudillos.
Sherwood Anderson: La risa negra. Novela.
De Senancour. Obermann. vols. Alberto Samain: Cuentos. Zia. matin: De como se curó el doncel Erarmo Luis López de Man: Iola.
Antonio Machado: vesías completas, vol.
pasta.
Mariano Ibérico Rodriguez: El nuevo abe koluto.
Roberto Giusti: Enrique Federico Amiel Cadniso: Cartas marruecas. vol. pastu.
Pestalozzi: Antologia.
Carlos Wyld Ospina: El autócrata. Ensayo politico social.
Franz Tamayo: Nuevos Rubdyat Gracián: Tratados. vl. posta. Schwartz: Figuras del mundo antiguo. Rosenberg: Uistoria de la República Roniana.
Th. Wilder: El puente de San Luis Rey. Nov.
Ch. Yale Harrison: Los generales mueren en la cama.
Fray Luis de León: Poesias Rolland: Mahatma Gandhi.
Germain Rodrigo: Pruebas de inteligencia Luis Santillana: La escuela duplicadı.
Const Ferlin: Los hermanos. Novela.
Luiz Astrada Marin: El cortejo de Minerva Dirigirse al Adr. del Rep. Am. 50 00 00 25 00 ¿A quién si no al viejillo Gissing le sede, junto a las reliquias de los mártiiba contar: uni gran problema? Con la res, se conservan, igualmente frescas y experiencia que él ha tenido, me decía fragantes, las obras escritas por los homa mí misino, nadie mejor para darme con bres, sin distinción de credos ni de épocas, sejo sano y valedero. Es defecto, éste de que por su belleza intelectual dan, no mebuscar siempre la opinión ajeva, que te nos que la sangre vertida en los circos nemos los hombres nutridos de libros. de Nerón, testimonio de la grandeza de Lo reconozco en mí. Por eso, he pensado. Dios. Para comprender al Catolicismo hay Dios, cuando quiere hombres de decisión que recordar que al lado de San Pedro y de acción para Su servicio, los aparta donde, si queréis, se reviste de magnide las páginas encuadernadas, de la letra ficencia la ignorancia, está la Biblioteca impresa: San Francisco, no menos grande del Vaticano. Si las canonizaciones en como poeta que como santo, tenía del la augusta catedral os repugnan sinceSeñor um sacro desprecio de los libros y ramente. será bastante vuestra sinceridad prohibía la lectura. Qué inal han enten para aplaudir que el curador de los lidido esto quienes carecen de inteletto de. bros hebreos de Su Santidad sea, por misticismo! Han querido ver hasta una em escogencia del propio Pontífice, un sabio pecinada actitud oscurantista de parte de rabino? La Iglesia sabe de sobra a quien la Santa Iglesia Católica Romana; y 110 conviene la instrucción del mundo y a son sólo los enemigos de ella los de esto quien el Paracleto se encargará de inssino también muchos de sus celosos pero truir, y cómo, a este segundo, los libros es! úpidos comulgantes. La lectura es con de los hombres, con su voz turbia, emtra producente para quien ha de seguir pañarán el ruido claro de la inspiración cainino de activa santidad. Por lo demás, directa celestial. Bien veo, eu mi mismo, institución ninguna que el hombre conoz que el trato continuo con los libros me ca ha sido tan liberal, tan magnífica, tan ha quitado por completo el poder de decicrrarigante, si se quiero, en anspiciar dir yo mis propios actos: a cada paso a literatura como la Iglesia en cuya santa cien poetas me cantan sus versos, mil 00 00 00 50 50 00 00 00 50 00 75 50 50 00 00 75 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica