REPERTORIO AMERICANO 349. Del traductor de Gog Giovanni Papini, cuya última y discutidísima obra ofrecemos hoy a los lectores de habla española, es suficientemente conocido por nues.
tro público culto para que creamos necesario escribir su semblanza li. teraria en el pórtico de este volúmen. Consideramos, sin embargo, oportuno hacer algunas consideraciones sobre la obra que acabamos de traducir, en lo que se relaciona con la anterior producción del celebradísimo autor de la Historia de Cristo.
Giovanni Papini ha descrito una trayectoria mordiente, apasionante y tumultuosa en el mundo de las ideas y de los sentimientos. Hace años, al comenzar su vida literaria, escribió con orgullo, como síntesis de su pensamiento, la melancólica vida de un hombre que quiso convertirse en Dios; siguió todos los caminos del absurdo, sintió la necesidad de despojarse de toda preocupación tradicional y conseguir el ateismo integral y perfecto.
Después de este libro ateo siguieron seis años de trabajo y de devastación; seis años debatiéndose entre el sentido de lo varonil y de. la debilidad, entre la piedra y la miel, entre el genio y el ingenio, entre Dante y Petrarca; duelo sin condiciones, terrible, saturado del desprecio contra las cosas entronizadas, salpicando las ideas con Papini sangre y con barro. Después de seis años, este mismo escritor, fulminante y envenenado, vencido en su lucha contra Dios y conLas máscaras tra la Nada, de pronto, domiDe Gog. EDITORIAL APOLO. Barcelona. nado por una fuerza superior a él, Nagazaki, de febrero.
porque no nacía de la lógica ni de la estética, sino del sentimiento, Ayer compré tres máscaras japonesas antiguas, auconcibió la obra apasionada, viva, ténticas, maravillosas. En seguida las colgué en la pallena de. fé: la llistoria de Cristo. red de mi cuarto y no me sacio de mirarlas. El hombre Retorno a la claridad, expiación es más artista que la naturaleza. Nuestros rostros ver.
de la culpa, explosión de amor ha daderos parecen muertos y sin carácter ante estas creacia Jesús al que había odiado con ciones obtenidas con un poco de madera y de laca.
un odio que no era talvez más que al mirarlas pensaba. Por qué el hombre cubre un amor imperfecto, un amor in las partes de su cuerpo, incluso las manos (guantes) y consciente, un arrebato del alma deja desnuda la más importante, la cara. Si ocultamos que ardía luminosa, llena de ren todos los miembros por pudor o vergüenza, por qué no cor porque no había adivinado aún esconder la cara, que es, indudablemente, la parte meel secreto maravilloso que llevaba nos bella y perfecta?
dontro y que le había conducido Los antiguos y los primitivos, en muchas cosas más sin darse cuenta hasta el pie de la inteligentes que nosotros, adoptaron y adoptan las más Montaña del Evangelio: caras para los actos más graves y bellos de la vida. ahora, diez años después de Los primitivos romanos, como hoy los salvajes, se la Historia de Cristo: la historia de ponían las máscaras para atacar al enemigo en la gue.
Gog, personaje extraño y punzante, rra. Los hechiceros y los sacerdotes tenían máscaras de imagen del hombre primitivo y ceremonia para los encantamientos y los ritos. Los ac.
bestial, del hombre que no tiene tores griegos y latinos no recitaban jamás sin máscara.
en su corazón la más pequeña fi En el Japón se danzaba siempre con la máscara (las bra de cristiano. Pero Gog, esta que he comprado son precisamente máscaras para el vez, no es Papini; es lo que está baile Genjô raku y pertenecen a la época de Heian. En enfrente de él, lo que él abandono la Edad Media los miembros de las hermandades llevapara seguir a Cristo y que ve al ban la cara cubierta con una capucha provista de dos zarse de nuevo ante su camino, no agujeros para los ojos. recuerdo el Profeta Velado como una amenaza contra su inti del Korazan, el Consejo de los Diez de Venecia, la ma fe, sino como una amenaza conMáscara de Hierro. Guerra, arte, religión, justicia: nada tra toda la humanidad.
grande se hacia sin la máscara.
Papini no conoce el termino me Hoy es la decadencia. No la adoptan más que los dio. Ha adoptado siempre una posbufones del carnaval, los bandidos y los automovilistas tura radical para combatir y para (Pasa a la página crear; se ha dado a sí mismo y a los otros la ilusión de una audacia intelectual sin confines, punzando con su lengua de vibora todas las cosas de este mundo y del otro.
Tiene el mismo orgullo exasperado en su pasado de descreído y ateo que en su presente de fe profunda.
Pero escondidas bajo el aspecto de su virilidad salvaje se hallan las lágrimas sentimentales, rocío del paisaja árido del espíritu hecho de rocas firmes, de soles absurdos y de paradojas llenas de vigor.
Todo el espíritu de combate de Papini se concentra en Gog, personaje temible, caricatura del Anticristo. Bajo la piel de Gog se halla escondida el alma del diablo, el esqueleto del antropoide, el sentido cruel de lo primitivo que se ha sedimentado en el fondo de la civilización. Gog es el alcaloide de la mala esencia humana que aparece, en la ficción del artista, solitaria y vagando sin objeto al margon de la humanidad. La lectura de este libro causa de pronto des. concierto, parece que en él el viejo Papini resucita, vuelve a gritar, vuelve a separarse de Cristo; luego nos damos cuenta de que Gog no es Papini, como Raskolnikoy no es Dostoievski. Pero es indudablemente una obra cinica, una obra de dolor, en la que. con sorpresa vemos que personajes no imaginados, vivientes y luminosos en la actual civilización: Einstein, Edison, Bernard Shaw, etc. mienten en sus coloquios fingidos, pero en sus mentiras palpitan y se estremecen violentas y desconsoladoras verdades. Qué queda después de todo lo que ha pisoteadò Gog? Queda sólo la naturaleza pura y serena, el hom.
bre sencillo y humilde que come el pan del trabajo y bebe el agua de la fuente que mana tranquila en un rincón de un valle apartado de toda ciudad. La parábola de Gog es, en cierto modo y en este sentido, la parábola del mismo Papini. Es la tragedią del hombre interior que ha vivido constanteinente oculto en el fondo de la caverna de su pensamiento orgulloso, hasta que se ha decidido a asomarse a la naturaleza y contemplar con ojos deslumbrados cl sol.
Gog tiene el valor de decir mucho más de lo que en realidad dice y de sugerir situaciones mucho.
más hondas y más acercadas a la realidad que las paradojas que provoca. Por eso, bajo su aparente frialdad, vive en sus páginas una reconcentrada pasión y tiembla en ellas una emoción profunda.
El lector español encontrará en este libro dos capítulos de un particular interés por lo que a España se refiere, que por su valor intrínseco creemos oportuno señalar. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica