REPERTORIO AMERICANO 303 dre, de tranquilizarle; y en segundo, la Cercados, papá. dijo secamente. el revólver, como queriendo deshacerlo necesidad de comer y descansar.
al cabo de un minuto agregó en poca a fuerza de dedos. Por aquí, Morito. por aquí!
voz: Lentamente, como si nada sucediera, El alzado le habla a su caballo como Sál y diles que me entrego.
el viejecito todo huesos comenzó a vespudiera hacerlo a una persona. Tiene una tirse. Después, con paso seguro atravesó voz ronca, resonante. el animal enEl viejo palideció. Los iris se le hisu cuarto y llegó a la puerta que daba tiende: tuerce a la derecha, echa cuesta cieron pequeñitos como puntas de alfial camino. Resuelto, sin titubeos, la abrió; arriba, por el barranco, y se adentra en leres y miró a su hijo con una mirada y antes de que el sargento diera orden el bosque sacudiendo en los flancos su que hacía daño de tan dura. Se llegó de disparar deshizo la distancia que les. enlodada cola.
hasta él, sin hacer ruido, y sordamente separaba y asombró a la soldadesca con desgranó las sílabas del insulto: su voz aplomada. Mi hijo esta ahí y se rinde si lo Nunca lo hubiera creído.
El rancho del viejo estaba ahí. Se veía prometen fusilarnos juntos.
Juan Antonio no quiso entender el como la copa de un árbol caído. El bruto significado de esas palabras. Acaso el cómo el sol comenzaba a poner oro. en Dijo, cruzó los brazos y se dió a ver se detuvo comprendiendo que no debía hacer ruido. Juan Antonio sintió como un padre lo pensaba cobarde. apretó más los cogollos de los pinos.
crecimiento en el pecho y tuvo necesiJuan Bosch dad de respirar hondo. Hubiera querido tirarse y llamar, pero se contentó con Le envio para las páginase selectisimas y acogedoras del Repertorio dos ensayos del acariciar la crin del moro. Le pareció primer cuentista dominicano de la hora, Juan Bosch. Son cuentos vernaculares domipicanos, pero tallados con una fuerza de expresión que los huce universales.
después que se había hundido algo: la Muy suyo, Andrés Avelinos misma impresión que si el suelo, bajo los pies de su caballo, fuera de arena (Fragmento de esta carta al editor del Rep. Am. Sacto Domingo, octubre 25, 1931.
movediza. Se rehizo pronto, silbó, y luego, cuando en el limpio del frente se acostó un cuadro de luz, llamó con Bibliografía titular una voz que le salió opaca. Papá. Papá. Registro semanal, extractos y referencias de los libros y foAl abrazar al viejo le hizo daño sonIletos que se reciben de los Autores y de las Casas editoras)
tirlo tan huesudo, como si no tuviera carne. El, en cambio, era todo músculos.
Este es el libro que nos infundió para siem.
baber leido mucho. Mas no creo haber alto, además. pre la devoción a Sarmiento: perdido demasiado causa de esta forNo se dijeron una palabra. Entraron Historia de Sarmiento, por Leopoldo zada escasez de lectura. Hasta este úlde brazos y Moro se quedó mordis Lugones.
timo fue el libro que introdujo en mi queando la grama. De vez en vez le vida una rápida y práctica transforma.
Samuel Glusberg, en sus ediciocorría por la piel un temblor.
ción. Tanto me gustó que lo traduje al nes BABEL, Buenos Aires, acaba El hijo se sentó en la hamaca, tiró gujarati.
de hacer una nueva de este libro, Si el libro me cautivó hasta el punto a un rincón el sombrero de fieltro y se revisada por el autor.
de influir en toda mi vida fue porque despojó del revólver. Todo el cinturón era un alineamiento de balas. Luego se en él descubrí algunas de mis más incorporó y colocó el arına en una silla.
Sigue su curso la publicación del ARCHIVO preciadas y arraigadas convicciones.
El viejo le miraba, le miraba: aquel DEL GENERAL MIRANDA.
Poeta es todo hombre capaz de despertar mechón de cabellos lacios y negros, que Nos llegan los tomos IX y X: la bondad latente en el corazón humano. le caía sobre la frente como un chorro Contiene el tomo IX: Revolución FranLos poetas no influyen todos de la de alquitrán; y los ojos pequeñitos, a cesa. Comunicaciones oficiales. 1792 a misma manera, porque no todos tienen flor de piel; y los dientes, muy blancos 1793.
igual espíritu.
y muy parejos.
Contiene el tomo X: Revolución Fran.
Así interpreto yo las enseñanzas de. Tú tienes hambre, mi Juan. verdad? cesa. Comunicaciones Oficiales. Sitio y Ruskin. Qué te preparo?
toma de Amberes. Bombardeo de Maes. La felicidad individual depende. No, papá, nada. Será mañana.
tricht. Revista de Comisaría. 1792 a 1793. de la felicidad general.
La luz del hacho hacía bailar las El trabajo de un abogado vale sombras.
De Carlos Pellicer: tanto como el de un barbero, puesto Comenzó a desvestirse, pero al quique uno y otro tienen el mismo deretarse la camisa procuró que el padre Poemas. Suplemento de Barandal.
cho a ganarse la vida con su labor.
no viera una cicatriz que lo atravesaba Néxico, 1931. La vida más digna de ser vivida el pecho.
es la del trabajo, es decir, la del labra ¿Derrotado. preguntó el viejo. Tomamos de las páginas 174 y 175 del libro dor y la del artesano. Sí, un desastre. Luego te contaré. Mahatma Gandi. Su propia historia. EDITORIAL. La primera de estas tres verdades Déjame descansar.
JUVENTUD. Barcelona: me constaba de antiguo. De la segunda agregó: El señor Polak fue a despedirme a la tenía un vago presentimiento. La ter Oye papá, no olvides a Moro.
estación prestándome, para el viaje, un cer nunca se me había ocurrido. RusEl viejo salió. El cielo estaba encakin me hizo ver con claridad meridiana libro que me dijo estaba seguro me hapotado y el viento trajo un mugido.
bía de agradar. Era Hasta este último, que la segunda y la tercera estaban Sintió un escalofrío y se dijo: algún inde Ruskin.
contenidas en la primera. Me levanté feliz que pagó ya.
No pude soltar el libro de las manos con la aurora, dispuesto a poner en una vez que lo hube cogido, de tal mopráctica estos principios.
do me cautivó su lectura. El tren llegó Juan Antonio despertó a los ladridos. Durban cuando empezaba a oscurecer. De Blanca Luz Brum: El corazón lo dijo lo que sucedía y de No pude dormir aquella noche. En mis Penitenciaria. Nino Perdido. Taxco, un salto corrió hasta la silla. Con el reflexiones determiné cambiar mi vida Guerrero. México. 1931.
revólver en la mano, sigilosamente, pasó. poniéndola a tono con la luz de aquel a la otra habitación. Su padre dormía. libro. Era el primer libro que leía de Copiamos: Trató de ver por una hendija y en la Ruskin. Durante los años de mi eduDedico este libro a José Carlos Mariapenumbra adivinó la línea de soldados, cación no leía sino libros de texto, y tegui, el que dijo haber amado más que que a otro le hubiese parecido una si después la vida activa que hube de lle nada mi exaltación porque el era un nuosidad del terreno. Cuando volvió el var me dejó muy poco tiempo para la exaltado. Por eso, y además, por toda rostro ya el viejo se había incorporado. lectura. No pude por tanto, jactarme de su vida grande y fuerte; y por haber Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica.