REPERTORIO AMERICANO 203 floreció por el 160 de nuestra época. La Pluma besaría sólo a quien con ella se casara?
hombre, como San Agustin, en quien la Revista mensual ¡Ay de mí, que no será conmigo. Mejor antigüedad hablaba sus últimas, y la mode Ciencia, Artes y Letras nunca hubiera leído en mi vida un solo dernidad sus primeras palabras. a proDirector: ALBERTO ZUM FELDE libro! No conociera a Gissing, ni un impósito de ambos filólogo y santo, éste, Editores: ORSINI BERTANI Cía. Montevideo perfecto silogismo de Bias me hubiera que sentía por aquel gran entusiasmo, Precio del ejemplar. 40 ORO deshecho la felicidad. La erudición tieno le llama rir elegantissimi eloquii et multae Redacción, Admistración: sus inártires. Ni corazón ha quedado de facundae scientiae. Apuleyo, Ammiano, ROQUE GRARSAES 662.
Apretado dentro del tono de Aulo Gelio.
Marcelino, Nonio y Macrobio, filólogos como loja de geranio puesta allí a secar.
eminentes todos ellos, le deben no pocas Los que leáis las Noches Aticas, sabed de sus ideas y noticias. En Roma como biera dejado guiar por el instinto de mi que entre sus páginas se marchitó la flor en Atenas gozábase Sulo Gelio, gran se corazón! Se hacía tarde. Maruxa Castro de mi juventud, mi única flor.
ñor, en provocar amenas discusiones en entró, calladita, sonriendo su sonrisa des Maruxa Castro le he preguntado: la sociedad de gramáticos y de anticur. dentada, para servirnos el té. En la es. Usted sabe leer, Maruxa?
rios, que frecuentaba, y en que brillaban quina donde nos habíamos dado cita, mi El señoritu tiene gracia, respoudió.
el filósofo galo. Favorino y el africano beldad estaría esperándome impaciente. Nu se leer. Bastante hago cum hablar.
Cornelio Frontón, maestro de Marco An ¿He contado que me atrevi el amor ha. Maruxa. le he dicho emociovadorelio. Después de cada conversación de ce valientes a los hombres: así, al menos, diera cuanto he vivido por ser tan ignoéstas, Gelio tomaba notas. Sus Noches enseña Platón a entrar al lugar donde rante como usted.
Áticas, selección de estas notas revisadas sirve mi innamorata, y que osado, deses. El señoritu se habrá enamorado? me y retocadas, están llenas de bellas ense peradamente osado, la invité al cine, y preguntó.
ñanzas para quien puede aprender cosas que aceptó, y que le dije mi amor, y que Gissing se quedó viéndola y ella, cabellas. Por algo el apasionado obispo de le pedí un beso, y que me dijo, seria, que lladita, se retiró a la cocina.
Hipona amaba a Aulo Gelio. Cuenta el romano quo al discutirse Persiles sobre los argumentos que los griegos lleredin, marzo, 1931.
llamaban antistrephonta. esto es, que pueden retorcerse, alguien pretendió que debía considerarse de esa especie el si.
logismo de Bías, varón sabio y noble, La húngara quien, pedido su consejo sobre si cierto De ABC. Madrid joven como tú debía casarse, dijo que la mujer con quien se casara sería o hermosa o fea; y que, si hermosa, su Quisiera vivir, morir, No puedo, hasta la rerbena, marido dobía prepararse a compartirla por las vereditas, siempre.
pregonar mi mercancía, con otro, y, si fea, a convivir con una ¡Dejame morir, vivir; que el alcalde me condena.
furia: luego el joven no debía casarse.
deja que mi sueño ruede a Pero qué me imporla a mi, Tal respuesta, cuenta Gelio, alegaron contigo al sol, a la luna, si en estos campos, a solas, algunos que podía retorcerse de este dentro de tu carro verde!
puedo conturtela a ti. modo: Si aquella con quien se caso es iCaballitos, banderolas, hermosa, no será una furia; si es fca, alfileres, redecillas, estará seguro de no compartirla con otro. as vestida de percal.
peines de tres mil colores!
luego debe casarse. Mas Favorino dijo S1; pero en las grandes fiestas ¡Para los enamorados, sabiamente, al oir el silogismo de Bias, visto una falda de raso en papeles perfumados, que no encontraba completa la distinción Vinos zapatos de seda.
las dulces cartas de amores!
de su primera premisa, porque, decía, el. Vas sucia, ras despeinada.
idlerta, los compradores!
pensamiento de Bias no puede aplicarse Sí, pero en las grandes fiestas más que a las mujeres notables por su me lava el agua del rio hermosura o fealdad, siendo que, entre. Por una noche, a mi casa.
y el aire puro me peina.
lo uno y lo otro, existe un inedio en que ¡Vente a dormir a mi cuarto!
Bias no se fijó. Ose a Gelio. Mire, señor, tengo mi carro. Entre la mujer de rara hermosura y. yo, mi niña, teniendo. Por una noche en tu casa.
la repugnantemente fea, existe la que, igualabrigo contra el relente, iQuiero dormir en tu carro!
mente distante de los dos extremos, no pomientras va el sueño viniendo. Mire, señor, see bastantes encantos para alarmar a su. tú, mi niña, durmiendo tiene su casa.
marido, ni se encuentra tan desprorista de en los ojitos del puente, ellos que le cause aversión. Para designar mientras ta el agua corriendo.
esta clase de belleza media, empleo Ennio Yo, por el campo, a las eras, una expresión muy elegante en su tragedia pensando en tu vida errante de Melanippo. Aſ hablar de las esposas que no son infieles ni malas, dice que son ¡Por toda España, contigo!
por todas las carrelercis.
Tú, en la rentana del carro, stata forma: razonablemente hermosas. a¡Por las ferias de ganados, torino caracterizaba ingeniosamente este por las plazas de los pueblos, mirándote a un espejilo y con un peine en la mano.
género de belleza modesta, llamándola bevendiendo caballos malos, lleza de las esposas. Ennio dice en su vida, por caballos buenos!
tragedia de Melanippo que las leyes de la ¡Por todo el mundo contigo! Por qué rereda se fué?
castidad fueron respetadas siempre por exe ¡Ay, aire, que no lo sé! tas mujeres de belleza razonable. Por la de Benameji?
Tan limpita, tan peinadu, Por la de Lucena o Priego Cerró Gissing el grueso voluinen y se con esos dos peinecillos ¿Por la de Loja se fue. quedó pensando como lleno de recordaque te asesinan las sienes. Ay, aire, que no lo se!
ciones. Para disimular mi turbación tomé dime, di, de donde vienes!
Ahora recuerdo: me dijo el libro de sus manos y me puse a hojearlo.
Con esa falda encarnada que caminaba a Sevilla.
Sobre las páginas latinas enmarañadas y esas dos rosas de lino ¿A Sevilla. No lo sé!
con citas griegas no vi palabra alguna en tus zapatitos verdes, Por qué rereda se fué?
sino que, bella con belleza le iliosa, a dime, di, de donile rienes?
idy, aire, que no lo so!
mi adorada exprimidora de laranjas. Ali, si en vez de consultar a Gissing me luRafae. Alberti. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica