Violence

236 REPERTORIO AMERICANO Una noche en los pantanos Todo el pro DANAIT ISTRATI La vida del tío Dimi y de los suyos de que hay que trabajar para dos, para no era sino una especie de esclavitud disfrazada de libertad.
cuatro, para diez. Entonces se bebe para De Codine. Infancid de Adrián Zoolvidar ducto de su trabajo era absorbido por Kraffi. Edit. CENIT. Badrid. 1930. y pega uno para vengarse. Adrián no se daba por satisfecho con las deudas eternas al propietario del teestas respuestas y se interponía cada rreno y al Estado. Para ellos el hervez que el tío la emprendía a golpes con moso trigo candeal, el mejor maíz, la la tía sabiendo muy bien que Dimi era leche de la vaca, los huevos y las galliincapaz de golpearle a él. es que el nas. Para los habitantes de la choza campesino quería mucho más al hijo la sopa de agua, las habichuelas y una de su hermana mayor que a sus propios, mamaliga (1) de mala calidad.
hijos y le consentía todos los caprichos, Esta vida volvía mala a la gente. El llegando hasta a acompañarle a orinar tío Dimi se emborrachaba los domingos cuando no tenía ninguna gana de hacery pegaba a su mujer, la cual, amelo. Toda la pasión del pequeño era drentada, iba a esconderse a casa de hallarse siempre y por doquiera con su los vecinos. Cualquier pretexto le bastío, y en particular cuando este último taba. Era suficiente que su mujer cogía la escopeta para disparar contra tardara en encender el fuego para que los zorzales que arrasaban las uvas o el tío la arrojara a patadas, de cabeza, cuando enganchaba los caballos para ir en las cenizas del hogar. Entonces la a cortar caña a los pantanos.
abuela se enfadaba, cogía la cobilitza ¡Ah. Cómo olvidar aquellas noches.
y propinaba a su hijo unos cuantos golpasadas en las inmensas ciénagas de la pes, que él aguantaba riéndose.
desembocadura del Sereth. Borracho. Mientras estáis enamorados sacáis un palmo de lengua, El tío Dimi no tenía permiso para cortar la caña.
por conseguir a la muchacha, y cuando Este permiso costaba ya la tenéis la tratáis como a una peveinticinco francos al año, y él no porral.
día sufragárselo. Por consiguiente, salía a la caida de la noche para enDespués. el pequeño Adrián iba en busca de la maltratada, la cual se lecontrarse en el mercado de la ciudad vantaba las faldas sollozando y ensevecina antes de que amaneciera.
Adrián se olía la partida por los ñaba a su suegra sus muslos plagados de cardenales.
preparativos que observaba por la tar ¡Nunca hubiera creído que mi Dide los caballos recibían un pienso sumi me pegaría así murmuraba entre plementario y se les dejaba descansar.
sollozos, Después se llenaba el saco de viaje con Las biografías de Panait Istrati (y fue Romain Rolland el ¿Qué quieres, hija mía? Bien sauna enorme mamaliga, unas cuantas primero en revelar a su público la existencia de este escritor. nos dicen que nació en 1884 de madre rumana y padre griego; que sal cebollas y sal.
bías que nosotros éramos gente pobre, Para beber, una plosca que, vivíamos pegados a la tierra. madre le sacó adelante a fuerza de trabajo y que él, desde la adolescon agua.
cencia empezó a correr mundo y cambiar de oficio: mozo de taberna, Pero la señal más inequívoca de que No haberte casado. La pobreza y el pastelero, ccrrajero, calderero, mecánico. pcón, cazador, descargador.
amor nunca hacen buenas migas. No criado, hombre anuncio. pintor de muestras y de paredes, periodista, iba a haber salida para la corta veiala lo olvides para tus hijos.
fotógrafo ambulante; fue revolucionario, suicida frustrado.
Adrián en la indumentaria de mendigo Como escritor ha clegido la lingua francesa para contar sus expeque se ponía el tío, así como en su frenA pesar de sus setenta años, la buena riencias vitales y sus recuerdos de trolamundos, para formular sus abuela hacía cuanto le era posible por te arrugada y en su semblante trágicaaspiraciones humanitarias. para clamar su profesión de fi, Sk criencia mitigar la pobreza que había trasmiti en un porvenir de libertad y amor, entrevista desde las tristezas de mente inquieto, porque, nunca se sabía dò a sus hijos en patrimonio. Como ya la vida presente.
cómo podía terminar aquello. TratáSu visión de la existencia se ha formado en la aguda observación base de un robo: robábase lo que el prono podía dedicarse a las faenas rudas de las gentes que trabajan, padecen y luchan. En su prosa hay un pietario del dominio no había labrado del campo, se encargaba de todas las arrebato, a veces una expresión de violencia, que parecen de lo más.
contrario al gusto francés. Ha logrado, no obstante, una consideración ni sembrado nunca.
tareas de la vida doméstica: guisaba, a veces, en vez entre los escritores de Francid, como representante de una de las facetas de hallarse por la mañana en el merlavaba, cuidaba de los chiquillos y de del espíritu cosmopolita que hoy le da animación y variedad, por obra cado, se encontraba uno los animales.
en casa del como también quería de tantos hombres acogidos a su idioma, lan trabajado y hecho a la boyardo, confiscados los caballos y la reunir algunos cuartos para sus limos expresión de los más diversos matices.
nas. todos los instantes libres, todos Diez Canedo carreta: los relinchos de los animales (En la traducción española de Mijail, habían llamado la atención del turco los momentos de ocio dedicábalos a reotro libro de Panait Istrati. Editorial que vigilaba los pantanos.
buscar espigas detrás de los segadores, CENIT. Madrid, 1930. a recoger los copos de lana que las ovejas abandonan en los cardos y a coger la achicoria Una noche el tío Dimi y Adrián emprendieron que crece al borde de las zanjas. Asimismo era tarde la marcha para no ser vistos de los vecinos.
llamada para friccionar a los niños enfermos y Adrián, el pequeño sobrino que fue criado en Había que recorrer siete kilómetros hasta llegar exorcizarlos. Por la noche, durante la cena co la choza hasta los siete años y que después pasa. a los pantanos. Noche de junio, aire cálido, cielo mún, considerándose como una boca inútil, no ba en ella sus vacaciones de colegial. era tes estrellado. El tío conducía, fumaba y callaba, tocaba la leche ni los huevos, cuando había am tigo de aquellas maldiciones del tío Dimi, pero en tanto que Adrián, detrás de él, escuchaba el bas cosas en la mesa, y se contentaba con un poco ello no impedia que le quisiera.
rumor del viento en sus oídos sin proferir una de sopa y de verdura con vinagre.
Por lo demás, contra lo que pudiera creerse, palabra. Dos veces a la semana, encorvada bajo el peso todo el mundo le quería a Dimi, desde su mal Una vez que hubieron llegado al reino del side su repleta cobilitza, la abuela recorría los cintratada mujer y su despojada madre hasta los lencio, desengancharon los caballos y los ataron co kilómetros que separaban a la choza del mer campesinos, que le invitaban a todas las fiestas al carruaje con el saco de avena colgado del cue. cado de Braila y regresaba con treinta perras y a todas las bodas. es que era un trabajador. llo. Después, Dimi se introdujo en la charca anudadas en la punta del pañuelo. Pero estas pe incomparable y un flautista como no había dos empuñando la podadera.
rras hacían milagros, porque al cabo de tres o. en la comarca. Su hoz tenía la supremacía entre Era menester ir muy lejos, meterse en el agua cuatro años, se la veía abrir un pozo en los luga los segadores, y su flauta decidía a lo más viejos hasta las rodillas, hasta el vientre incluso, porque res de tránsito de los carreteros, o bien comprar y a los más taciturnos a tomar parte en el baile. el robo resultaba demasiado visible junto a las una cama completa para una muchacha pobré Aparte de esto, resultaba simpático con su aire orillas; pero el tío era fuerte y decidido: con a punto de casarse, cuando no una vaca con su huraño, que ocultaba un humorismo contenido; tal de llegar a las cañas más hermosas y ganar chotillo, que ella ofrecía como limosna por la con su cara de tzigano de frondosas y siempre cuatro francos en el mercado no vacilaba en salvación de su alma.
fruncidas cejas, con la espontaneidad de sus de arriesgarse.
También se daba el caso, aunque muy raras cires. Al partir le recomendó a Adrián en voz baja: veces, de que el tío Dimi descubria el escondite Adrián le quería y el tío quería a su sobrino. Ten cuidado de los caballos. Şi se imen que la pobre mujer guardaba el dinero, y Eran camaradas. veces el camarada pequeño pacientan, échales otro puñado de avena, sobre poco. tardaban en evaporarse pozo, cama, vaca y le recriminaba al grande por sus brutalidades todo al de la derecha, que es un mal bicho. ternero. Entonces el alma de la piadosa Nedepara con su mujer; pero éste le respondía: procura no dormirte, porque cogerías frío.
lea andaba enferma durante seis meses. Para Espera a casarte para hablar; las mujeres ¿Dormirse Adrián. Qué disparate! Tan abstenerse de pronunciar la palabra imperdona son un mal negocio.
sólo aguardaba a que su tío volviera la espalda ble. la mujer deambulaba, lívida y triste, con. Por qué te has casado tú entonces. y desapareciese para sentirse señor absoluto de una mano encima de la boca. Porque así se hacen esas cosas. Hay que (1) Pan del campesino rumano.
pasar por ello. Hasta después no se da uno cuenta (Pasa a la pagina 342) Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica.