230 REPERTORIO, AMERICANO.
no im. tina (1. El señorito es el único ente de nuestra intento alguno apreciable para conseguir que el categoria zoológica que no hace nada, sino que temporáneo evada el servicio de las paautomoviliſmo en España se comporte con sen labras lanzas libres que militan bajo toda su vida le es hecha. Incapaz de producir, tido común.
todas las cosas del mundo, al llegar a él, se contantos pendones. Pero, de todos modos, nada mejora el juicio que los hechos enunvierten en meros dijes y ornamentos, que pone es curioso apuntar el hecho de que la ciados imponen advertir que el automóvil no es sobre su persona para vanidoso lucimiento. Asi revolución literaria contra la despótica en España sólo cosa de señoritos, como lo demuesse explica la contradicción que hay entre que Espadicción de Pope parece acabar, como las tra el crecido número de camiones industriales.
na posea tantos automóviles y sea el lugar donde Para mi es esto mucho peor.
revoluciones políticas, en un despotismo Pues aun se commenos empeño existe por tener una industria de prende que el vanidoso haga el sacrificio a su de su propia hechura.
ellos.
vanidad sin preocuparse del sentido común; pero Es verdaderamente inconcebible y vergonzoso Esto, pues, es imposible dejar de penes ininteligible que los industriales no se preocuque el español no se haya dado aún cuenta de que sarlo. diferencia del nuestro el período pen de tener vehículos y poder usarlos en las conel automóvil significa hoy un artículo de primera literario de Shelley. Diferencia hasta los diciones normales oy dondequiera.
necesidad, si no para todo individuo, para toda cotesoros indiscutibles y obras maestras de La única entidad que hace años trabajó bene.
lectividad nacional. Poner tal fuego al servicio de hoy día, de las obras maestras y los toméritamente para poner algún orden y decoro en lo que estos trehejos puedan representar como vasoros similares de ayer; hasta The Lotos nidad, y tan ningún esfuerzo en lo que son como esta materia de locomoción fue el Real Automóvil Eaters. de Kubla Khan; hasta las baladas Club. Pero el calibre de lo que hoy fuera urgente menester en la vida pública, revela una desmorade Rossetti, de Christabel. Está en la conlización profunda del hombre español. Irrita y acometer rebosa por completo los medios de cualsubleva conocer la cantidad de estupidez que goquier asociación particular y deportiva.
tención de Matthew Arnold no menos que bierna en España cuanto al automóvil se refiere.
El inti lo pone en todo esto la complacencia en la exhuberancia de Swinburne, y afecta Porque no hay sólo ausencia de fabricación y con que suele hablar ahora el señorito de nuestras: a nuestros escritores que pretenden la entrega a la producción extranjera, sino que ni nuevas carreteras. Va muy bien con la contextara sencillez no menos que a aquellos que siquiera la compra se hace en condiciones econó de su testa justificar el advenimiento nada menos alardean de riqueza. En verdad, nada es micas. El español tolera que los representantes que de una Dictadura, poniendo en su abono la tan artificial como nuestra sencillez. Es de fábricas extranjeras le pidan por un coche mejora de algunos caminos. Ni será fácil hacerles la sencillez de la ingenue del teatro franmucho más de lo debido. Así acontece que, aun notar la monstruosidad del razonamiento, aunque cés. Estamos conscientes de nosotros misdescontando el sobreprecio de importación y la ella frisa en la deficiencia mental, de la que pomos hasta las yemas de los dedos; y esta pérdida del cambio, cuestan en España los coches dría valer como síntoma clínico (1. cualidad inherente en nosotros, por la más que en cualquier otra parte del mundo. lo. Cuando durante años y años se ha andado y que inevitablemento pierde espontaneidad propio pasa con todos los accesorios.
rodado por los caminitos de España, como yo he nuestra poesía, nos asegura Ya que no fabricarlos, podíamos al menos tener hecho, se sabe muy bien que de todas las cosas discretos talleres de reparación. Pero todo el del universo la menos urgente eran magníficas porta qué poetas nos nazcan de la línea mundo sabe que los talleres indígenas son de una de Shelley, por grande que sea su excecarreteras para automóviles, Por la sencilla razón incompetencia desesperante y de una carestia cri de que esas carreteras han estado y siguen estando lencia no podrán encarnar entre nosotros minal.
solitarias. Ahora empiezan a encontrarse algunos. el espíritu del fundador de su linaje. Una Nada significaría moralmente esta acumula autobuses; pero el señorito que habla de nuestros época que está dejando de producir niños ción de absurdos si hubiésemos asistido a ensayos excelentes caminos no aparece por ellos. En cam niños no puede producir un Shelley. Porenérgicos para corregirla, aunque los ensayos bio, las vías francesas están llenas de coches que que como poeta y como hombre Shelley hubiesen fracasado. Pero no creo que haya habido marchan ruidosos, sucios y sin primor.
era esencialmente niño.
Sin embargo, así como en la hastiada José Ortega y Gasset sociedad francesa en vísperas de la ReMadrid, de agosto de 1930. volución la Reina jugaba que era pastora on Arcadia, y el Rey que era mecánico, y todos que eran sencillos y devotos de la filantropía universal, y dejaron como el resultado más durable de su filantropia. Fragmento del magistral ensayo acerca de Shelley, de FRANCIS Thompla guillotina, como puede ser el resultado SON. Traducción de HIPÓLITO MATTONELL para Repertorio Americano. más durable de la filantropia nuestra la silla eléctrica, así, en nuestra sociedad. No hay entre nosotros, en la actuali palabra insuperablemente mejor. Teórica cuanto se dice de la benevolencia, y del dad. descendiente directo, en la línea mente, desde luego, siempre se ha de culto de la niñez, no es sino la moda de poética, de Shelley; apenas sería posible buscar esta última. Pero en la práctica, última hora. Nosotros, los de esta genevástago tal del Shelley abundantemente la costumbre de tomar demasiado cuida ración incrédula y consciente de sí misespontáneo; y menos posible aún debido do en la selección de las palabras con ma, sentimentalizamos a nuestros hijos, al defecto que, creemos, enmohece a la frecuencia resulta en la pérdida de la analizamos a nuestros hijos, nos creemos poesia contemporánea cuando la compa. espontaneidad; y, peor aún, la costumbre dotados de una capacidad especial para ramos con la de a principios del siglo de emplear siempre la palabra insupera simpatizar y para identificarnos con la diecinueve. Ese defecto es el predominio blo, con demasiada facilidad se convierte niñez; jugamos a que somos niños. el del arte sobre la inspiración, del cuerpo en el vicio de emplear la palabra más resultado es que no nos volvemos niños, sobre el alma. No decimos defecto de ins decorativa, la más apartada del lenguaje sino que nuestros niños dejan de serlo.
piración: el guerrero está en su puesto corriente. En consecuencia de esto, la ¡Cansa tánto agacharse al nivel del pepero impedido por demasía de arreos. Los dicción poética se ha convertido última queñuelo, y es mucho más fácil alzarlo escritores de elevados esfuerzos en todas mente en un kaleidoscopio, y la princi al nuestro. Sabéis que es ser niño? Es.
las ramas de la literatura, aún cuando pal curiosidad que se tieno, se refiere a ser algo muy distinto del hombre de py.
no sean (como lo es Mr. Swinburne, por las combinaciones precisas en que se arre Es tener un espíritu que aún chorrea las ejemplo) pródigos de expresión, general glarán las coloridas piecesillas al mover aguas del bautismo; es creer en el amor, mente se expresan con deliberación ex las. Hay, de hecho, una banda de pala creer que lo lindo existe, creer en la accesiva. Mr. Henry James, al delinear a bras, cohortes pretorianas de la poesia, tividad de creer; es ser tan chico que los un escritor ficticio que evidentemente cuya ayuda prescriptiva la invoca todo duendes puedan decirnos secretos al oído; propuso como arquetipo del artista, le aspirante a la púrpura poética, y sin cuya es volver carruajes las calabazas, y cahace lamentarse de haberse permitido ayuda prescriptiva nadie se atreve a as ballos los ratones, y elevado lo humillaemplear a veces la segunda palabra en pirar a esa púrpura; contra estas palabras do, y hacer todo de nada, porque cada vez de haber rebuscado hasta dar con la ya es tiempo do levantar bandera. Qui niño tiene su hada madrina en su alma zás sea imposible que un escritor con propia; es vivir en una nuez y tenerse aún este emparejamiento es por ventura un poco injusto, porque el señorito argentino suele ocuparse de algo, por rey del espacio ilimitable, es y el español, de nada. 1) Esta historia de las carreteras mereceria todo un (9) Francis Thompson publicó su famoso ensayo en capitulo aparte. Quedará ya como hecho incuestionable que Mirar un mundo en un grano de arena julio de 1908, en The Dublin Reviete. Al hablar de poe hasta la Dictadura nadie se había ocupado de mejorarlas, tas contemporáneos suyos, se refiere, desde luego, a los y, sin embargo, esto es completamente falso. Lo que nadie el cielo en una flor silvestre, poetas ingleses de su tiempo. Sus observaciones, sin había usado hasta ella es construir antieconómicamente unos. tener el infinito en la palma de la mano, embargo, me parecen mny pertinentes hoy con refe cuintos caminos lujosísimos que ofenden la humildad de rencia a los poetas de habla castellana. Tr.
nuestras glebas y villorrios. Señoritismo, señoritismo! la eternidad en una hora; Shelley, el niño perpetuo Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica