Anarchism

4 REPERTORIO AMERICANO cual los hombres como Machado son meros ins.
Conserva ción de la reliquia. Don Pe trumentos. Hacerlo requiere algo más que buena DR. HERDOCIA dro Aguirre Cerda, hacendado y profesor, que voluntad; requiere método, técnica y trabajo es dueño de la tierra de Sarmiento en Pocuro, duro y fuerte. Pero este método triunfante hablaba una vez conmigo sobre esa reliquia puede vivir solamente de una buena voluntad Enfermedades de los ojos. americana que no hemos honrado con honra cuino la vuestra. Antes de que lo obtengáis, oídos, nariz y garganta grande ni pequeña: ella no ha merecido ni unas quizás vosotros, personalmente, habréis sido hor quetas que la mantengan en pie unos años.
aplastados, ya que la anarquía ordenada y la Horas de oficina: Hablamos de fundar alli una Escuela Granja voracidad del mundo moderno tienen método.
Sarmiento, excelente en una zona ruralisima, y Pero, aunque asi sea hay que encararse bra10 a 12 de la mañana si no pudiéramos ambos con la empresa, trasvamente a este mal, como una posibilidady de a de la tarde pasar al Gobierno la obligación bastante impeno importa lo que deba hacerse, no solamente riosa.
en el sentido del deber, sino que a fin de ser. Mi amigo retiene su promesa, y yo creo que felices. Debéis seguir luchando por libertar y Contiguo al Teatro Variedades su libro reciente, La cuestión agraria, cuya edireorganizar vuestro país, a sabiendas de que ción el destina a una escuela granja en que esta labor es la única recompensa, ya que el de vuestros conflictos. Mi corazón y mi mente ambos guardaríamos la intervención entera, bushombre que da su vida por la libertad, por ese están con vosotros. Si yo supiera que mi pa ca juntar buenos dineros con esa finalidad.
solo hecho, él solamente, vive y es libre. labra os anima en lo más minimo, y estimula Cuentan que Apolonio de Tyana, pseudo mago Estudiantes de Cuba: habéis salido al campo. vuestra perseverancia, seria para mí un goce o mago de veras, recorría el Mediterráneo busabierto de la acción; os habéis creado vuestros indecible: para mí, que estoy solo aquí en este cando lugares que se le antojaban sobrenatu propios conductores, y un programa. En esto, sois gran país, solo e imposibilitado para actuar con rales por algunas facciones extrañas a fin de afortunados. Antes que lástima, casi siento envi hombres como vosotros, que lucháis por lo que esconder en su suelo ciertos talismanes de su dia de vosotros, a pesar de vuestra angustia y yo sustento.
construcción. Queria saturar tal o cual sitio de espiritu fuerte, turbar en esos puntos la tierra Waldo Frank (Trad. de Adolfo Ortega Diaz. que es más pesada que la tortuga, por medio de unos dinamos disimulados bajo amuleto. El talismán irradiaba poderes y lograria provoSarmiento en Aconcagua. car un profela oportuno en el lugar, el santo (Viene de la página 2)
de que necesitamos de tarde en tarde, o bien sin ellas, que aquella luz no solamente orna dor de bromas, de bulto, nada citadino melinespoloniear a los santones y volverlos maestros un valle, sino que nutre a las criaturas y que droso, nada pedante, bastante brusco cuando de cuerpo entero. El pobre Apolonio de Tyana aquel aire generoso y seco acicatea al pesado le hostigaban con una opinión cerril: una es.
wilo caminando desde Egipto a las francesas y al vivo lo pone en una vibración prodigiosa. pecie de Facundo, al revés, del cual la leche islas Lerici, parándose en los paisajes que le La urna de la atmósfera, en que las cosas fuerte de la pampá habia hecho un bueno viohacían un signo de aquiescencia y clavando alli parecen guardadas para durar, estando más lento y que no sabia ser bueno sino poniendo el talismán famoso, no tan encima que el aludesnudas que en ninguna parte, aproxima la alguna arremetida en medio de las acciones vión se lo llevara, ni tan soterrado que sus ramontaña y hace unos juegos prestidigitadores benévolas.
yos no saltaran a la superficie y acogiesen al con la distancia; la naravilla está alli, a una. No se engañaban en aquello de que parecía pasajero bienaventurado.
jornada, y se cree tocarle las gręcas del lomo aconcagüino de mejor calidad que los vistos.
Nosotros tenemos, por más que nuestra hisy las quiebras del casco crinado. No hay tal; Por aquellos tiempos sin Transandino, en que.
toria cruja todavía de almidón, muchísimos lulos costurones, las arruguitas que se miran des los arreos de ganado eran más frecuentes y gares históricos a lo largo de nuestra América de abajo, son unas serranías de recorrer en penetraban lentamente a Chile, Coquimbo y que pueden servirnos para un menester mágico meses y unos valles mayores que el nuestro. Aconcagua, con Mendoza y San Juan, vivian semejante al de los talismanes excitadores de La luz acérrima, que le confiesa todos los ac una misma costumbre, casi hablaban el mismo Apolonio: descansos o peleas de Bolivar, casa cidentes y la recorta con una brutalidad glo canturreo y la estampa rural de gran sombrero mendocina donde conversaron San Martín y riosa nos permite creer a los del valle que de espuela cruel y de poncho de vicuña, mos. Higgins, vivienda de Morelos, estaciones vivimos entre sus pechos, y que vivimos siem traba el inismo énfasis de platas y de buenas de José Martí, y las escuelas de Sarmiento pre a sus pies, o más abajo de ellos, pues al Tanas.
desde la primera a la última. Estos lugares de cabo están bien escorididos al igual de los Yo me he dormido de niña en el valle de cita formidable con la historia pueden desatarnos la electricidad de la creación, que guardapies de las vírgenes cuyo manto arrastra. Elqui oyendo a huasos y a cuyanos trocar El aire del valle de Los Andes, siendo muy sucedidos fabulosos de la Cordillera, mientras mos a veces en el puño, sin empleo; pueden de altura, muy cortador de la cara y dema. circulaba el mate terriblemente común, y sus aplicarnos de la coronilla a los pies, el fustazo siado ligero para el pecho de carne, es ya caras se me confunden en el recuerdo. La misque dieron a San Pablo en el camino de Dacosa más humana que la luz: él contiene y ma color de baya de algarrobo, los ojos acamasco; pueden remecernos con terremoto sabalancea los olores de los muchos huertos y lenturados y burlones, y un cuerpo delgado que lubre de la carne la pesadez de casa de adobe el de la vendimia que se cumple en grande del las cabalgatas de meses no dejaban engrosar.
que llevamos todavía, aunque nos creamos tan lado de Panquehue; subiendo un poco, él ya Aquellas provincias eran una lonja criolla ágiles y desembarazados.
El disgusto de la priseria escolar, asi en la tiene los aromas que punzan de hierbas de muy ceñida y muy dolosa de la América, sin rona didáctica como en la pobreza de la casaolor y de espinos, los cuales huelen intenso ninguna extranjería aún, y Martin Fierro podía escuela; la cólera hacía la dejadez americana, como en los suelos donde la aridez comienza. hallar buena guitarra del lado nuestro y escuEsta naturaleza de fuerza en la altura y de chadores como los suyos engolosinados con la hecha de ignorancia y de sensualidad: el. des.
regaloneo en el valle, ha debido volver so tonada que cae y se endereza lo mismo que el precio con escupitajo de los mandones de la portable a Sarmiento su doble destierro; el de lazo.
provincia que, no sabiendo hacer, tampoco dejaron hacer; el hambre furiosa de la biblioteca la Argentina y el de la vida urbana que era Las cosas han cambiado bastante y se me su preferencia. Si al pobre Pocuro de una pública, sufrida en los puebluchos donde la noocurre que vamos separándonos a medida que sola calle y de memoria de tiza le decimos recibiinos inmigración, que quien nos taja el che es más larga para gozar narración y los sentidos están más limpios para recibir y comalguna pesadez porque no se dio cuenta de su trozo de las costumbre mudándonos en extrahombre ni procuro ayudarlo, tal vez nos con ños, es el de afuera con todo lo que ha traído prender; el impetu elefantino que empujó la testa que le hizo más sangre en aquellos me consigo. El mendocino ya no tiene de común cultura de las capitales hacia el desierto verde, todo esto que en bloque se llama «el hombre ses y le dió empuje para que después se pe con el sanfelipeño sino el mirar viñedo unániSarmiento. no lo conoció él y no lo padeció. leara con los adulones de Bello o con los me y cerros centauros: durmiendo en la misma en la soledad de Aconcagua, delante de un puinnocuos Domingo Godoy, cuando llegase a cama de paisaje nos hemos arreglado para no pitre descascarado y de la modorra de mi gente Santiago.
parecernos más. El hispano americanismo, cosa chilena emparentada con su gente argentina de nuestra generación, quiere acomodar lo ave.
del tiempo?
Provincias fraternales. Quienes ase riado y crearnos otro orden cordial; pero para guran saber de Sarmiento en Aconcagua, y mi que la cosa perdida que es la costumbre Gabriela Mistral saberlo por aquellos que lo vieron, cuentan igual en los valles de los Andes, esa si era la que parecia un criollo aconcagüino, un deci cara de la fraternidad.
Sta. Margherita Ligure Agosto, 1930. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica