6 REPERTORIO AMERICANO.
esoterica, a la que se guarda en la tersura de plañidera de Montalvo o trace las líneas de se creyó encontrar algo de la familiaridad del una página, a la que no se puede ocultar en su perfecta biografia algún joven latino, de la viajero corporalmente desaparecido.
una confesión, buscada y oculta en la voz de estirpe de Romain Rolland que genialmente En el trece de abril de mil novecientos otro tiempo verbal, o surgida de pronto, como comprendió el movimiento de esas tres vidas treinta y dos don Juan Montalvo cumple cien en el escape de los suspiros, como en la in de ciclópea labor, de proteica tristeza y de años.
genua efusión de las lágrimas, como en los construcciones que, aun con su temblor de. Los escritores de América recibirán con actos primos.
inacabadas, ascendieron hasta el punto de la grande jubilo este gran onomástico. De la reAsí. desnaturalizaremos la biografía, recar perfección que tortura a las almas: Bethoven, visión de sus libros, los nuevos estudios han garemos los tonos, nos volveremos líricos o Miguel Angel y Tolstoi. El amor de la millo de revelarnos como la fuerza montalvina, de hiperbólicos, iluminaremos el retrato hasta lo nesima sinfonia, la cabeza de Moisés que pensamiento y estilo, se afirma cada dia más indecible?
quisiera hablar en un soneto, la novela de en el bosque secular de los clásicos. Montalvo, Siempre volveremos al eclecticismo. Concarne y espiritu o la escuela de Yasnaia que el primer clásico de América.
cierto. Disposición igual de aptitudes y de quisiera volverse madre y camino. Viajeros que trepen la cordillera y que busgustos. Toda construcción fué armonía en su quen para su dulce asiento de unas horas el El hombre de cien años. Como retoresencia y en su forma. Seamos eclécticos y florido valle de Ambato, verán cómo alli, en nara Montalvo si le fuera dado salvar la disarmoniosos y para escribir una vida no pensehomenaje al que supo injertar las yemas clámos únicamente en la regularidad de la fototancia que ya no sabe responder. Las sienes sicas de la greco latinidad en el árbol de cas.
matizadas de una escarcha centenaria; el coragrafia. Estudiémosla biológica, estéticamente.
tellana cepa y de flores ecuatorianas, los No nos apartemos de la Historia, pero busqueżón, en el que no picaron las Harpias, más jardineros se glorian de haber vencido la termos también ese contenido sín documento, sin resistente y noble. Volvería a ordenar la quedad de las arenas y podido conseguir para cremación del Judas, escrito en Ipiales, busfecha fija y sin ubicación sensible, el adarme la sed de los paseantes el limpio jugo de la viña caria en su escritorio los papeles de antaño?
de locura o de amor de las vidas ejemplares, el canto nativista, el que se anuncia para.
No. Su fraterno espiritu opondría se otra el desencanto de los hombres sonrientes, el vibrar en todas las cuerdas de la lira con el.
vez al paseo de las Euménides. Dejaria que el miedo de los héroes, la tentación de los santos.
sentido de todos los paisajes y la vitalidad de nombre de su Mercurial continúe en el Inder todas las raíces nuestras, algún dia pedirá, El espejo. podrá devolvernos nuestra imay ante la reliquia, cuadrangular como una pie para su viaje por el Amazonas, una piragua gen con la misma nitidez con que nos impre dra fundamental de su casona de Ambato, de las maderas de Ficoa y la compañía del sionamos en la retina de nuestros amigos que sollozaria tal vez como el ausente agradecido espiritu libertario de Montalvo que se unió se entusiasman con nuestra inteligencia o hur que repara en la devoción con que sus pa con tan entrañable don a la belleza que no gan en nuestros pecados? El auto retratista no rientes conservaron hasta el muro en donde muere.
ha visto su rostro. El auto analizador se comprenderá con integra frialdad sólo cuanAugusto Arias do consiga elevarse sobre su propio orgullo o Quito, mayo de 1931.
su timidez orgánica.
Nuestro don Juan trazó un auto retrato, joya de nuestro verso profano, de la rica Antologia Estampas de nuestra prosa. El auto retrato queda grabado en la memoria visual. La frente, los ani Colaboración directa llos de azabache, los ojos, balas negras y peEse Plan Hoover, Señores, netrantes o globos de fuego celeste para el y esa alharaca de periodistas atolondrados!
corazón de las mujeres.
Aquí el documento, el auto retrato, el poder creativo de la palabra, la imagen, la estética ¡Plan Hoover! Las agencias noticiosas verdad ordenarles sus haciendas y dejarles árcilla plasmada con cierto amor, pero éste si de los Estados Unidos lo han puesto en co respiraderos que los vuelvan a la prosperivaronil y nuevo, de narcisismo.
nocimiento del mundo. Qué promesas le dad. Los amores de don Juan! Geometra moral, reserva a ese mundo que lo recibe ansioso, Para otros, sin embargo, no hay en las alma enternecida frente al reclamo tímido de que oye la palabra del Presidente que lo con ideas de Mr. Hoover sino el cálculo del la limosna. pudo amar, como su homónimo el cibe y lo presenta ruidosamente. Creerá hombre que está al servicio de la plutocracia Tenorio, en lances de aventura y peligro. ese mundo en la sinceridad del Plan y en de su nación. Cuál sería la suerte de las ¿Fué de verdad el sortilegio de sus ojos. los beneficios que con él le auguran? deudas de guerra si Europa por una conlinportará tal detalle a los biógrafos que traten Francia ha dicho con franqueza que no moción social las desconociera? Es indudade acompañar a Montalvo en su repaso cente.
vario, vivo, accionante, integro, antes de que cree en él. Es una duda fuerte que hará ble que se irían a pique. Cuando Rusia dijo pensar a los hombres y dirán si lo que los dijera a su médico francés que la vida se le al mundo que no pagaba nada de lo que el concentraba en el cerebro y pudiera escribir Estados Unidos pretenden les garantizarse gobierno de los zares había emprestado, una elegia, antes de que exhalara el ánima, el pago de las deudas de guerra, o ayudar Inglaterra vió hundirse un talego contecerca de los tres claveles comprados a una con espíritu grande a que los pueblos de niendo seiscientos cincuenta y cinco miflorista de Paris, cuya belleza núbil, como lá Europa surjan de la miseria en que esas llones de libras esterlinas. Los Estados de otra flor, se consumia bajo el invierno. deudas los tienen sumidos. Todas las nacio Unidos tendrían que soportar hoy. el hundi¡Flores, flores. Siempre nos ha cautivado nes que hicieron la guerra son tributarias de miento de cinco mil cuatrocientros millones este rasgo poético de las postrimerias de los Estados Unidos. Alemania paga Repa de dólares, si la tributaria Europa hiciera Montalvo, alina heroica que dejó huellas de su raciones que sirven para que los estados in lo de Rusia. De modo que, más que anhelo viril conciencia en las mejores estancias de teraliados paguen deudas de guerra. El oro de servir a una humanidad hambrienta, hay sus libros y que ya ordenó para su Quijote americano el epitafio cordial, el de las lágri europeo corre por un caudal que desemboca empeño en librar el inmenso tesoro que los mas de Dulcinea, recordando al Cid que pidieen el Tesoro de los Estados Unidos. El Estados Unidos dieron en préstamo. es ra el llanto de Jimena. Item. Mando no disPlan Young escalonó el pago de repara que los pueblos a quienes la guerra deshizo pongan que me lloren plaðiderab Al llanto ciones deudas y en el año 1988 el último comienzan a sentir que son más desastrosas ajeno renuncio que me llore Dulcinea. abono dejará en libertad a Europa. La gran las obligaciones económicas que se han suRocio serán sus lágrimas que mis lauros hu idea del Presidente Hoover es que durante cedido a la catástrofe, que la misma catásmedezcan las compradas nada valen yo am dos años, tanto Alemania como las demás trofe. Ellos trabajan, soportan tributos, no biciono las sinceras. Resonancias del Ronaciones tributarias, cesen en sus pagos. comen, no visten, para que las cuotas de mancero se prolongan en los octosilabos de ¿Por qué ha concebido ese plan precisamen indemnización lleguen integras a los acreeMontalvo, tan rebelde a las medidas. Comte el Presidente de la nación prestamista. dores implacables. Estas cosas se dicen sin prendió, eso sí, que en los epitafios había de presidir la mensura, Octosílabos. Cuenta gotas Para los que entre nosotros manejan los pe mentira, sin el propósito de abogar por una para las lágrimas de Dulcinea!
riódicos, porque él es un preocupado del quimera. Basta reflexionar un momento Sea la prosa española de América la viril padecer de los pueblos, porque anhela de en lo que pasa en las naciones tributarias. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica