Violence

260 REPERTORIO AMERICANO Por.
te y como un germen, sino íntegramente y en su en que el Rey habría de reconocer la situación. se orienta hacia realidades como César o Miradetalle: crea no sólo los principios, sino los gestos, La clave está acaso en que Mirabeau, de espíritu beau. Avanzan entonces hacia nosotros, como Ja terminologia, el estilo y la emoción del libe liberal y democrático, era de alma y de raza un heroicos fantasmas, las ciclópeas calidades de ralismo democrático según el rito del Continente. noble. Ahora bien. el noble, por muy inteli estos hombres o sus congéneres. Vemos su inaEn un instante, Mirabeau ve en todo su futuro gente que sea, por muy libre de prejuicios que se gotable energía, la tensión constante de su esdesarrollo la nueva política, y ve: más allá aún: imagine, suele padecer un fatal misticismo pala fuerzo, la fertilidad y monumentalidad de sus ve sus limites, sus vicios, sus degeneraciones y tino.
proyectos, la rapidez, la eficacia. con que los ejehasta los medios de desacreditarla, que han sido, Sin embargo, en aquel estadio histórico no cutan, la previsión genial de los acontecimientos, en efecto, los que siglo y medio más tarde la han había más que una posibilidad seria: la Monar la entereza y serenidad con que acogen los pelitraido al desprestigio. Quien quiera convencerse quia constitucional. Mirabeau fué el único que gros, el garbo triunfal de su actitud en todas las de que este hecho portentoso ha acaecido y no es vió esto sin vacilaciones. Los demás, o eran de circuntancias. Si en algún momento, por descuido unafantasía ni un inexacto encarecimiento, lea masiado monárquicos, o demasiado constitucio trivial, se nos ocurre calificar sus acciones de cuaquier libro sobre Mirabeau (1) menos el del nales. Descarta dos aquellos por la violencia egoístas, nos corregimos al punto avengonzados, señor Van Leisen, que, a decir verdad, no pre popular fueron éstos los archirrevolucionarios, porque caemos en la cuenta de que en estos hombres tende tampoco estudiar su fisonomia histórica. los radicales, quienes hicieron fracasar la revo el ego está ocupado casi totalmente por obras Pero el pensamiento político es sólo una dimen lución. Pues no debe olvidarse que la Revolu impersonales, mejor dicho, transpersonales. Tiesión de la política. La otra es la actuación. Sin ción Francesa uno de los trozos más animados ne sentido decir de César que era egoista, que preverlo él mismo, Mirabeau encuentra en si, de la Historia universa fué un completo fracaso. vivía para sí mismo? Pero ¿en qué consistía el mágicamente presto, el formidable instrumento Los principios por ella defendidos tardaron casi sí mismo, el jo de César? En un afán indomable para la nueva forma de vida pública: la oratoria un siglo en lograr una aproximada y tranquila de crear cosas, de organizar la Historia.
romántica, la magnífica musa vociferante de los instauración. Fracasó porque en la Asamblea eso toma sobre sí, con la misma naturalidad, los Parlamentos continentales, que sopla, como el Nacional no había más que un político auténtico grandes honores y las grandes angustias. es espíritu divino sobre las aguas, sobre el alma que, además, desapareció en 1791. Mirabeau inaceptable que el hombre mediocre, incapaz de líquida de las muchedumbres, haciendo tormen sentía sumo desdén por aquello colegas definido buscar voluntariamente y soportar estas últimas, tas e imponiendo calmas. El efecto de su primer res, geómetras del Estado, que tenían la cabeza discuta al grande hombre el derecho al grande discurso fué electrizante. Un testigo de la se llena de fórmulas luminosas, tan luminosas, que honor y al gran placer.
sión el reflexivo Dumont nos lo dice: En el los ofuscaban en el trato con las cosas, De ellos Nuestro tiempo no hubiera nunca inventado tumultuoso preludio de las Comunas no se había decía: Yo no he adoptado jamás ni su novela, estas dos palabras: magnanimidad y pusilanimioído aún nada comparable en fuerza y dignidad: ni su metafísica, ni sus crímenes inútiles. dad. Más bien lo que ha hecho es olvidarlas, fué como una delicia nueva, porque la elocuencia. Dotado de una capacidad de trabajo fabulosa, ciego para la distinción fundamental que desig.
es el encanto de los hombres reunidos. Su esta. Mirabeau era un organizador nato. Donde llenan. Desde hace siglo y medio todo se confabutura enorme, su cabeza de gigante y la cabellera gaba ponía orden, sintoma supremo del gran po la para ocultarnos el hecho de que las almas ampulosa, que la aumentaba, le daban un aire lítico. Ponía orden en el buen sentido de la pa tienen diferente formato, que hay almas grandes de león.
labra, que excluye como ingredientes normales almas chicas, donde grande chico no signi.
Se dirá que todo eso oratoria y pelambre y policía y bayonetas. Orden no es una presión fican nuestra valoración de esas almas, sino la leonismo es retórica. Ya es bastante que fuera que desde fuera se ejerce sobre la sociedad, sino diferencia real de dos estructuras psicológicas retórica. Pero demos que sólo sea eso.
No es un equilibrio que se suscita en su interior. distintas, de dos modos antagónicos de funcionar retórica, en cambio, su valor personal y de la Como siempre es delicioso contemplar la per la psique. El magnánimo y el pusilánime perteespecie propia al político, que es el valor ante los feción, conmueve leer la historia de estos pri necen a especies diversas; vivir es para uno y otro encrespamientos multitudinarios. Si entera la meros tiempos revolucionarios, de esta primera una operación de sentido divergente y, en corseAsamblea Nacional se levanta. contra él, Mira etapa en la vida de la Asamblea, porque se ve a cuencia, elevan dentro de sí dos perspectivas mobeau no se inmuta, no pierde un quilate de sere un hombre que posee el genio de su oficio henchir rales contradictorias. Cuando Nietzsche distinnidad; al contrario: su mente se aguza, penetra sobradamente el perfil de éste, moverse elástico gue entre moral de los señores y moral de los mejor la situación, la hace trasparente, la disocia: y triunfante. rebosar toda circunstancia. La esclavos, da una fórmula antipática, estrecha y, en sus elementos y pasa gentil al otro lado, lle Asamblea se veía forzada a tomar medidas que a la postre, falsa de algo que es una realidad invando a la rastra; domesticada, aquella misma la defendieran del poder sugestivo que sobre ella negable.
Asamblea unos minutos antes tan arisca y tan misma ejercía este único varón. Su muerte fué La perspectiva moral del pusilánime, certera fier. a (A esto llamaba él determiner le trou declarada desdicha nacional, y su enorme cadáver cuando trata de juzgar a sus congéneres, es inpeau. Del león, pues, tendría la retórica y la inauguró el Panteón de Grandes Hombres. justa cuando se aplica a los magnánimos. es melena; pero también el coraje, la serenidad y Pero he aqui que después fueron descubiertas injusta sencillamente porque es falsa, porque parla garra. Este león decía en un discurso al las pruebas de su venalidad. Mirabeau, que era te de datos erróneos, porque al pusilánime le suele chacal Robespierre: Joven: la exaltación de los cuanto acabo de decir, era además un hombre faltar la intuición inmediata de lo que pasa denprincipios no es lo sublime. de los principios. inverecundo. En seguida el pedante que siempre tro del alma grande. Así en fa cuestion que Más clarividente que los historiadores de un está a punto, a la sazón Joseph Chenier, pidió ahora tangenteamos. El magnánimo es un homsiglo después, no se dejó engañar por las quejas la palabra en la Asamblea y propuso que los res bre que tiene misión creadora. vivir y ser es para del hambre y carestia, tópico de la época que tos de Mirabeau fuesen extraídos del Panteón él hacer grandes cosas, producir olvras de gran. aquéllos han tomado en serio, enalteciendo ambas Considerando que no hay grande hombre sin calibre. El pusilánime, en cambio, carece de plagas hasta el rango de causas de la revolución. virtud. La gran frase!
misión: vivir es para el simplemente existir él, Francia estaba mejor que nunca, y, por lo mismo, Ella nos plantea la cuestión. Porque la historia conservarse, andar entre las cosas que están ya ahi, necesitaba un Estado más ancho. Mirabeau lo de Mirabeau recuerda gravemente la de César hechas por otros sean sistemas intelectuales, percibe con toda evidencia y quisiera convencer y, en varia medida, la de casi todos los grandes estilos artísticos, instituciones, normas tradiciude ello al Rey mediante el ministro Montmorin. políticos. Con rara coincidencia, el gran poli nales, situaciones de poder público Sus actos Por eso escribe a éste: Francia no se ha sentido tico ha repetido siempre el mismo tipo de hom no emanan de una necesidad creadora, originaria, nunca más fuerte ni más saludable, intrínseca. bre, hasta en los detalles de su fisiologia. inspirada e ineludible ineludible como el parmente hablando; jamás ha estado tan cerca de to. El pusilánime, por sí, no tiene nada que hadesarrollar toda su estatura.
El único mal que II cer: carece de proyectos y de afán rigoroso de ejehay es el muy pasajero inconveniente de una Adcución. De suerte que, no habiendo en su inministración poco sistemática y el miedo ridiculo Considerando que no hay grande hombre sin terior destino, forzosidad congénita de crear, de recurrir a la nación para constituír la nación.
virtud. dijo Joseph Chenier para denigrar la de derramarse en obras, sólo actúa movido por memoria de Mirabeau. Se comprende que todo Mirabeau no se apea de esto. Había inexoraintereses subjetivos el placer y el dolorel mundo le hiciesa caso, porque había dicho una blemente llegado el tiempo de constituír la nación Busca el placer y evita el dolor. Este modo de por medio de la nación misma, y todo lo demás frase; y durante mucho tiempo, el europeo ha funcionar vitalmente que en si encuentra, le lleva necesitado para vivir respirar frases como baloeran zarandajas. Los expedientes y arbitrismos a suponer, por ejemplo, que si un pintor se afana nes de oxígeno (1. en su oficio es movido por el deseo de ser famoso.
que se proponían a Luis XVI en forma de des.
Yo propongo ahora al lector que cargue un potismos ilustrados o sin ilustrar, tiranías, dictarico, etc. Como si entre el deseo de fama, riquerato su atención sobre esa frase y procure analizar duras, le parecían puras superfluidades; peor: za, delicias, y la posibilidad de pintar este o aquel con cautela su sentido. Chenier se refiere espele parecían caminos funestos. Con la visión progran cuadro, de inventar un estilo determinado, cialmente al grande hombre político; de suerte fética que abunda en sus locuciones, dijo a los existiese la menor conexión! El pusilánime debía que al oír o leer la primera parte del juicio por palaciegos: Así se conduce un Rey al patíbulo.
advertir que el primer pintor famoso no se pudo él formulado, si queremos llenar de significaNo se comprende que mente tan sagaz confiase proponer ser un pintor famoso, sino exclusivación las palabras grande hombre, nuestra mente mente pintar, por pura necesidad de crear belleza plástica. Sólo a posteriori de su vida y obra se (1) No conozco ningún buen libro sobre Mirabeau. 1) La cuestión de las frases es más delicada e im formó en la mente de los otros, especialmente de SonDocho que no existe. Pero basta para confirmar lo portante de lo que a primera vista parece. Quedo ahora los pusilánimes, la idea o ideal de ser famoso que digo la biografia de León Barthou en la colección sin tocar: pero remito al lector al ensayo Fruscologia pintor. entonces, sólo entonces, atraídos en de Hachette Figures du passe, 1913, que resame y com sincerillad, publicado en el tomo de El Espectador, pleta las de Lomonie y Stern.
1921.
efecto por las ventajas egoístas de ese papel. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica