212 REPERTORIO AMERICANO Venezuela TRAIGO, hace ocho meses, a Venezuela soUNA DE LAS ESPANAS bre el labio. Colmado de casticismo, bajo en el cuadrante hispano. Bajo las torres aquellos palmares, me emplacé un bigote provincianas, las charangas esparcen, en los paseos, nuestros taurinos compases. Es la español en la faz vizcaina. Revestimos, si os place, a una de las Espadas más española, música de la casta. En la música, Venezuela De Revista de las Españas. Madrid hace la cincuenteava provincia de las cuaa la España trasmarina que me ganó a la renta y nueve que tiene España. Circulan causa capilar de los grandes Felipes.
El trasatlántico es uno de los hoteles de los gentios en filas que se friccionan con las miradas. Un toro ensogado se corre por Madrid disparado sobre las aguas. Por las las calles en las tardes feriadas. Consuman alturas antillanas, hay un pasaje en el jarproezas los mozos con una chaqueta ante din oceánico que brinca como reloj que salta las astas. Los brazos de Felipe II, alargaen piezas, en peces voladores. Tal una orgia dos verticalmente en las rejas de las ventade resortes. Aparece Cuba, la isla ardorosa, nas, apartan hacia el interior a las floridas bajo la gran nevada de la nieve tropical doncellas. Los ojos se les quedan colgados de su cal y sus driles. Es el pórtico de Venezuela.
de los adolescentes. Un abrumador cielo Entre los báculos de unas palmeras, en teológico pesa sobre la carne. pesar de las estampas y los artículos emancipados las montañas obispales, el primer caserío de la prensa de la capital, hay, bajo las del país viejo y originario, el puerto de la tejas abarquilladas de las inansiones, una Guaira. Sobre los ribazos, un friso de niños plúmbea resistencia a las amenidades. De desnudos de enjuta canela. Es, en menudo, trás de ningún alféizar del mundo he viviel Cádiz de los antípodas. Empieza a mosdo tina tristeza más española que la de trarnos su alarde civilizado, de nación joven Venezuela. Cada hogar es roquero. Las la carretera, con suavidades deliciosas de emancipaciones no han prendido sino en asfalto. Pero. qué es estof (A qué viejos ami.
vegetaciones de papel impreso. Las cosas gos reconocemos al paso? Topamos con el materiales son incómodas, rudas. Un Seneca afilador hispano, con su rueda única, como viejo y enfurruñado pare haber mezclado la raza española. Damos con los limpiabotas, sus huesos con la cal de las habitaciones.
que piruetean con el cepillo en la mano entre Ventaneando fuera de la casa austera y dos charoladuras. Hallamos, finalmente, a senequista, parece que, a dos dedos de tolas mulas en los carros de casta que enhiesdos aquellos hogares de provincia venezotan sus orejas a la explosión de los dictelanos, se ensalza El Escorial, despótico y rios de Castilla. Huellan las veredas con su cracia. Donde se pellizcaban las cajas de cenudo para las sonrisas del sentido. Votrote las asnillas del Puente de Toledo. No hay corona, no hay corona en el cielo. Pero lucas blancas, unos excelentes muchachos, rapé y se inclinaban con ceremonia las peces, voces, resonancias de asamblea han levantado los ilustres varones solos, en los suelos han quedado llenos de hermandalos cónclaves revolucionarios de América!
des entrañables.
las galeradas republicanas. Desde los ba En verdad, por debajo de esas meras resoAl pie de unos Pirineos tropicales, la re luartes de la tradición del antiguo Imperio nancias, siguen formando un bloque comcogida, típica y añeja ciudad de Caracas se aventa cada noche, para asomar al sol pacto las aglomeraciones hispánicas en el vocinglea el coro de ocas de sus autos. Por cada mañana, el credo ilustrado de la ni mundo, en cuanto hay mujeres y niños. Polos edificios de la capital late un mismo velación humana. Ya salen los diarios con ned una mujer y un niño entre los descocorazón arquitectónico. Caracas, cuna de los primeros parpadeos solares. La misión munales libertarios de las asambleas emannovedades, presenta un primer semblante liberal y democrática se esparce hacia los cipadas de América y, repentinamente, el tradicional y reposado. Toda Caracas está dicha en octosilabos de cal que riman porcuatro puntos cardinales en las alas blancas senado doctrinal se reincorpora a la emoción de los periódicos. Pero a la luz del mismo tradicional de la vida de España. Es que tones y rejas. Las sobrepuertas de los es sol, en tanto que asoman los diarios, realien el aire familiar de Venezuela perduran paciosos umbrales se adornan con relieves zan su aparición las primeras organizacio los rigores de dominicos y jesuitas. El bandel xvil monárquico; entre ellos, algunos nes españolas de la conquista. Hacen acorde do amante del vestuario y el mobiliario blasones. Dentro, los patios se hunden tan al vocear de los periódicos los tintineos de contemporáneo abre, con frecuencia, esta hondo en la tradición mediterránea que des las cantimploras de los lecheros. Los leche puerta de cuarterones del siglo xvil espabordando la filiacion andaluza, se elitroncan ros cabalgan la ciudad con la leche a ca ñol, que clausura el vivir recogido de Vene con los interiores pompeyanos. Trasiega, ballo, de igual suerte que los panaderos, zuela. Se fugan hacia las amenidades expor entre sus columnas, el ébano sirviente quienes van con el pan en las cabalgaduras tranjeras. Soportan la larga estancia en su de la casa. No obstante las mezclillas de de los conquistadores. Así los veria transiPatria como ánimas del purgatorio, elevanlas revoluciones, la raza dominadora es la tar, sin duda, el fundador de Santiago de do los ojos al celeste Paris, al que se ascienblanca de la Corona, con vivos resabios en León de Caracas, Diego de Losada. So de por el escapulario de unos cheques.
secreto de su hidalguía. En el senado de bre los trajes blancos elevan, panaderos y ¿Hay alguien que no sepa cuál es la prolos teatros, en los cónclaves de las reunio lecheros, el sombrero negro, rigurosamente ducción de Venezuela? Otros os dirán que nes mundanas, apenas se dibujan otros per de dias de la Casa de Austria. sobre la es la del cacao. Habrá quiero eos e se emitid files que los de España. Mas bastantes de ciudad revolucionaria entera aun sigue el la bandada tradicional, aposados en Vene Ayuntamiento luciendo por emblema la es que os caracterice la producción de Venezuela desde la popa de las carabelas, no padilla púrpura de Santiago, igual que el zuela como la de grandes hombres. raiz han podido sostener el vuelo dominante, tórax de un caballero cruzado.
del último resplandor de la cultura de los cayendo en pobreza. Mantienen algo, que El embrión de Venezuela fué engendrado reyes en América, enzalsó este país una es valioso en las regiones del aire, y es el por el Mediodia de España. La fundación alta llamarada universalista. Fue cuna de rango. Existe en Caracas, la republicana, se llamó la Nueva Andalucia. Con tal rótulo Bolivar, de Sucre, de Andrés Bello. En su una moral de consideración hacia el origen. se saluda el desembarco en este suelo del nacimiento, Venezuela es el canón y el púl: Doncellas y señoras de hogares elegidos primer español, Alonso de Ojeda, el año pito de América.
cosen para fuera y condimentan dulces con de 1499. Por los pilotes de la edificación Nada se improvisa en el mundo. Menos miras de provecho. En parte, la riqueza, el lacustre de los indios bautizole el explora que todo, la primacia de un pueblo. Qué poder, se traslado al mundo de la piel café dor, sensible a la semejanza veneciana, con preparó, durante el siglo xviii, la fulguracon leche. La ética social, a pesar de ello, el nombre de Venezuela, la pequeña Vene ción de Venezuela sobre el Continente a reserva los mejores salones para la familia cia. Desde entonces esta bonita palabra, principios del siglo XIX? La regeneración blanca. En este sentido, una de las tantas que despierta el recuerdo de las góndolas borbónica, que va de Don Felipe a Don frases geniales del General Presidente, y conduce al Dux rojo, a orillas del Mar Carlos III. Eso originó la primacia de VeExcmo. Sr. Juan Vicente Gómez, ilumina Caribe, designa al pais, compuesto por una nezuela en la emancipación de América. Vi.
cordillera al Norte, fresca, con remansos sitemos, muy de prisa, con piernas de galgo, arriba decia el gran Jefe, rascándose con violetas y eminencias habitables para la raza los dos estilos tradicionales de la Monarquia el indice la mejilla, ya nadie trabaja. En blanca, desde las que se otea un océano universal hispana.
cuanto a los rubios, esos son todos millona deslumbrante, en parques de dulces sombras. Simbolizan ambos estilos e! Ave y la rios. Asi se expresarian los hispanorroma las plantas del relieve se abre la sába Planta. La primera, de los Austrias, el Ave;nos entre los visigodos. La escala de valo bana de una llanura sin orillas. Avanzando la segunda, de los Borbones, la Planta. Con res mundanos sube, pues, en Venezuela, en ella, los blancos nos asfixiamos, como el Ave imperó la moral de la busca de oro, según una gama cutánea que va del ébano el pez fuera de su elemento. Cabalgan y de las hazañas y la comezon andariega de al alabastro.
cantan en esas pampas venezolanas los lla los rebaños. Venezuela, en dias del Ave, En las mansiones palaciegas de los un neros. Con sus jineteos enriquecen el Ro fue provincia oscura, desapercibida. Con dia marqueses caraqueños de la Monarquia, mancero universal Hispania.
la Planta arraiga el ensayo de la moral resoplan actualmente los rotativos de la Las agujas del tiempo están detenidas agricultora, la moral mercante. Sustituye el prensa. Son los hipopótamos de la demo en los pueblos de Venezuela. Bracean aún Lirio al Azor en los frontispicios de todas Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica