REPERTORIO AMERICANO 243 cobijas y hacerse de unas dos vacas, le engañar entre nosotros mismos, falta que poquitos días, adiós mis flores, le tocaron caeria tan bien a Maria, tan enferma todo ver allá con Dios; porque por allá el ladrón fajina, por qué sé yo que cuentos. Cuando lo más del tiempo, su vasito de leche al pie es ladrón; y el asesino, asesino; y a Dios Maria estaba interesante de Juan Félix, no se le pierde la cuenta, no vayan a creer. preguntaron al libro si iria a ser hembra o ser eso? El dia del Juicio, tal vez. Por una En una alacena practicada en la pared, a macho; la respuesta fue: tendrás un hijo abertura del techo en donde aparece corri considerable altura y fuera del alcance de que llegará a mucho poder; y al está el da una teja, le llega de pronto el resplan las manos de la familia, mantiene alzados muchacho, más avisao y más tusa; no ha dor lejano de una estrella remota; afuera, objetos muy valiosos: una brújula de agri cumplido todavía los siete años y ya está en medio de la soledad de la calle cubierta mensor, notable aparato mágico cuyos mo decorando, pero sólo conoce las letras de de sombras, sólo se percibe de cuando en vimientos nadie se explica, por más que se molde; de nadie se deja y cuando no le cuando el canto de los grillos, que el ima la examine en todos sentidos; los que la gusta alguna cosa, se tira al suelo y patea, gina ser el ruido del manojo de llaves con ven calculan que debe ser robada, porque siempre ha de ser lo que el dice; nació en que a esa hora la mano de la noche se si no, de dónde iba a cogerla ese hombre; jueves y bajo la influencia del planeta Marpone a abrir suavemente y de par en par un pequeño tomo impreso, de pasta negra, te; la gente que nace con esos sinos, es de las graves puertas del silencio; y así, se va nada menos que los Aforismos de Hipócra mucho amor a la gloria, muy valiente y le quedando dormido tes, un sabio que curaba las enfermedades darán muy buenos puestos en el gobierno.
Aficionado a echarse su traguito allá una con sólo consejos y paciencia, nada de re Todo lo contrario pasa con Alejo, el mayor vez perdida; eso sí, tiene que ser algo fino: medios de botica: consejos para quitar la de todos, que fue naciendo un lunes, bajo un buen cautel, mistela de canela o de yer. agrura, consejos para los calambres de las la influencia del Lión, por eso debe ser que babuena, curazao o rompope. Para el dia personas mayores, para quitar el hipo. para siempre lo verán metido en la cocina, pede San Jose, si tiene proporción, se compra quitar las corridas. Hipócrates era un sabio gao de las naguas de la mama. Por lo que una media de vino Angélica, hay que ale que vivió en tiempo de Jesucristo, muy an respecta a él mismo, nació en dia miércograrse un poco el dia del santo de uno. tes de que Cristóbal Colón se viniera para les; los que nacen ese dia resultan muy el no le mienten rones ni guaros, ni nada América en aquellos dos buques, la Pinta y amigos de las letras, en lo que si se la que baje quemándole el galillo; acaso es la Niña, como los llamaba el Alcalde; 110 queda debiendo al Oráculo es en lo que caballo para beber de esos fuegos. misa cobraba nada por curar a los enfermos, dice de que por haber nacido bajo la inno puede ir porque le hace la boca agua mucho menos si eran pobres y cargados fluencia de Saturno, le tenia que tocar ser el Padre a la hora del consumatus.
de familia; no era como esos médicos de ladrón y asesino; el más bien ha sido siemAntes de ser portero de la Alcaldía, sir ahora que primero le preguntan a uno que pre humanitario, con la gente y con los vió dos años una plaza de policia de orden, quién es el que les va a pagar la cuenta, y animales, hasta perros ajenos ha curado.
pero no le quedaron ganas. Le dieron una después, dicen a mandarle venenos al en El Alcalde, como sabia tanto, le enseño placa para ponerse en el pecho, con el nú fermo. Figura también alli otro tomito de el significado de las flores y el lenguaje mero 300, quien sabe por que siendo dos mayores dimensiones que el anterior, de del bastón y el del pañuelo; le quiso enseúnicamente los que formaban el cuerpo, pasta verde oliva bastante sobada a causa nar el abecedario de las manos, pero qué Chispa y el. Le dieron además una cinta del frecuente manoseo, pero todo el comiba a poder aprenderlo, ya tan viejo, no pocon un rótulo ile letras negras para que se pleto, juna maravilla del libro por la mucha la amarrara en el sombrero, un silbato y sabiduría qne encierran sus páginas. es el dia doblar bien los dedos, le ardian, y se le enredaban todas las letras: le tenía ofrecido, una guayacana. No se puede ser autoridá Oráculo. el libro de los destinos! Bendito además, darle clases de griego, pero nunca y hacerse respetar como se debe, sin que libro este, la marana que dejó en el cerese le llegó el dia, Para corresponder diglos demás lo cojan a uno de niona. Por bro de Mazorca: Napoleon Bonaparte lleva namente al bondadoso y solicito funcionario venganza seria, alguno lo sacó un Sábado ba en el salbeque un librito parecido, el de justicia que así lo distinguia, creyó de Santo en el testamento del Judas que an primero que hicieron, y lo consultaba todas su deber enseñarlo a hablar en malespin, y daban pasiandu esa noche con música; en las noches antes de acostarse; lo habia comcomo era de veras tan inteligente, a los el verso parece que habian puesto: prado por allá en Egipto, de donde mismo dos dias ya lo hablaba a la carrera; lo usaera Moisés, al que salvo de las aguas en ba sobre todo en momentos en que tenien Chispa y Mazorca el rio Nilo la hija de un rey; diez pesos do testigos para examen en la oficina, se el pelo de la horca tuvo que aflojarle Napoleón a la bruja que le ofrecia algún mandadito a la calle, enle vendió el Oráculo.
Como un mes seguido durs la gente con tonces le decía: la jodarria. Además, era una batalla lidiar Si Napoleón no hubiera sido tan cabezón Jicá Peroe, sirre e le mulmaroe y que con almadiaos y tener que llevarlos a la y le hace caso a lo que le decia el librito, pa pendan we carvacobe y unic muric y cárcel; así que se había uno maltratado basde seguro qne no lo mandan preso a la isque pa li emunban bidi.
tante trayéndolos de rastra o casi alzados la, ni se muere alli predicao de la cabeza.
Le quería decir que fuera corriendo a la unas tres cuadras, a la bulla iban saliendo El Alcalde se sono en una ocasión cantanlas hermanas o las mujeres de los presos a do misa, vieron, y queria decir alegria, ese pulperia a traerle una cerveza y puros, fiaos.
quitárselos a la policia, haciendo un gran mes le aumentaron el sueldo, pero a los El le respondía inmediatamente: escándalo, hasta que se los quitaban y los. Sin puchi fucbi, din Juen Galox.
metían a las casas, y habia que aguantarse salia de estampia a hacer el mandao.
los insultos porque, al fin señoras; y el El testigo se quedaba con la boca abierta, siempre ha respetado todo aquello que sea viéndolos a los dos con desconfianza, penmujer.
sando si seria que se trataba de ir a traer veces le hablan para que vigile en los algún policia para que se lo llevara.
circos que llegan y para que cuide a la LLI están los relojes de las cate gente que no se cuele; le pagan y le dan En algunas otras cosillas también de vigias de un solo ojo sobre la ciudad. Con confianza servia a su jefe: limpiarle los zala entrada para Maria; pero es una vaina sus brazos negros de gestos extranos, que por las malacrianzas de algunos, hasta un se abren y oprimen la gran capital. Anunpatos todos los sábados a la noche, con betún Mason; ajustaba saliva, se la echaba cartucho de orines le reventaron en la cara cian severos, con mazo de hierro que una noche, en lo oscuro. Algunas veces ha se van los días, y caen las notas desde el a la caja y va de volarles cepillo, hasta seguido de necio, porque la necesida tiene campanario, una a una, en el negro manto dejarlos como espejos le barría el cuarto y de la vecindad.
cara de caballo.
te espulgaba una cobija colorada que tenia; Tiene vista una mina de oro, por allá en Relojes de las calles, que marcan tran ra; le hacía rueditas de un pedazo de casiiba a traerle la ropa a la casa de la lavande tre dos cerros, y los planos, pero cuando quilos el pasar de todos, desfiles de alegres, de tristes, de lujosos carros, de pobres vehimir negro para los defensivos de vivo confortante que tenía que usar detrás de las no puede ver bocado en boca ajena. No culos; todo ello inconsciente lo marca el reespera más que ponerla a trabajar, para que está en la avenida.
orejas a ver si se le quitaba el tilin tilin caitiárselas para abajo, a vivir a San Jose de los oídos que no dejaba tener gusto; ese entrecejo del reloj del puerto anuncia en una casa más decente. Uno con plata, partidas, adioses de manos convulsas. Arriruidal le venia, según le habian dicho unos.
del aire que no le queria salir, pero otros ya es más diferente. La gente no le prebos que a veces también traen dolor. Ve al gunta al rico de onde cogió la plata, y océano con su cara blanca y su gesto ese le aconsejaban que tomara chocolate de de severidad.
ruibarbo y bastante tamarindo, que era coaunque sea robada. Adiós, caballero noble!
Relojes de mesa, adornos de casa, que sa del hígado, seguro causante a los muchos si es un pobre: van señalando tragedias de vida interior.
tragos; lo acompañaba los domingos a la ilsto, pero jediondo!. los relojes esos que tanto queremos poza de La Presa, a que se bañara, él se Que a un rico le dá un patatus: va de porque fueron ellos de seres amados; se lavaba nada más que los pies, se quedaba cuidándole la ropa en la orilla y viendolo preguntar y de preguntar y de hacer todos apagó la vida de quien los llevaba, y él sique lloran, y de llegar Padres a la casa, a gue marcando en su obligación severa, el nadar y consumirse; cuando se tiraba de encomendarlo a Dios; después, si pela rata, tic tac del tiempo.
consumida, lo ponia a que contara, para ver cuánto podia durar debajo del agua: unas va de responsos y misas. Me muero yo, y Max Jiménez veces contaba hasta treinta, otras hasta miércoles! tan gusanera uno como el cuarenta, y hasta cincuenta llegó a durar.
otro. Bueno, aquí abajo todos nos podremos San José, Costa Rica.
De La Presa se venían a la casa de Calixto Relojes Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica