2 REPERTORIO AMERICANO 151. Hijo mío, tampoco yo estoy con Ved al Soldado Desconocido OS frontera; la fuerza fúnebre, e incontento! Hace breve tiempo os ofreci anuncié. Es héroe a la par de vo fundible con ninguna otra, que rompe un nuevo hermano que os recomende sotros. Voy a deciros ahora en qué al abrazo de la madre enferma, de calurosamente. Ha sufrido mucho os ha consistido su heroísmo.
la esposa enloquecida, de los débiles dije porque mucho amo. Estas fue Ese soldado sin nombre no tuvo hijos destinados a morir de desamron mis palabras. os recomende vuestra ardiente noción de la patria. paro. Grito de la tierra, de la madre, finalmente: No olvidéis nunca su nom y sus goces supremos. No supo talº de la esposa, de los hijos: éste es el bre: Es el Soldado Desconocido. vez leer ni escribir, y con seguridad arrullo de gloria que acompañó. al ti te pregunto ahora, y lo mismo su frente no se alzo del azadón a soldado desconocido. Fué contento.
a todos vosotros. Qué habéis hecho meditar un solo segundo de las doras El Señor se detuvo: Los ojos del de vuestro hermano? Os lo di herido de su vida. Qué ganabais vosotros soldado, que se habían ido abriendo de dolor, y me lo devolvéis herido; llevando vuestras huestes al asalto? conforme la elocuencia divina ascenos lo di parco de palabra, y me lo La libertad de la patria. y el susurro dia, reían ahora. Sus hombros, su devolvéis mudo. Os pregunto de nue de gloria al oído. Sabéis lo que en cuerpo entero reían; la risa pesada y vo. Qué habéis hecho de él. Qué cambio ganaba ese soldado? La muer continua de campesino que acaba de habéis hecho de vosotros mismos? te. Esto sólo y nada más. Dió su vida comprender.
Ni uno solo de vosotros adivinó lo por la patria de un modo tan anó No es cierto. no es cierto.
que se ocultaba bajo su humilde en nimo, rápido y oscuro, como la brusca Dios contempló un largo rato a sus voltura. Amadle mucho, os dije; y le mancha de su casaca, y la bala que héroes. contritos, y miró luego con habéis despreciado. Aprended de me lo mato. Por esto su nombre es des triste ternura al soldado desconocido.
moria su nombre, os repeti, y le ha conocido. Pero tú salvaste a tu patria, hijo béis negado ante vuestro Señor. Pues El soldado entretanto había cesado mio. agregó Dios dulcemente.
bien, oidme ahora, porque el clamor de remover la mandíbula, y miraba El soldado, sin dejar de reír, hizo de vuestro orgullo ha llegado hasta fijamente al Señor. Comenzaba a al Şeñor una guiñada.
mí.
comprender. tenías mujer e hijos. Todos vosotros, sin excepción, ha. Pero vosotros continuó el seNueva guiñada.
béis conocido el significado supremo ñor queríais a toda costa saber su. los abandonaste a la miseria de la palabra heroismo, y el arrullo nombre. Os lo diré, pues. Es el pro y al hambre, por la patria!
que en el alma producía vuestra pro fundo y oscuro amor a la patria, a la Por primera vez el soldado descopia voz, al cantaros al oido. héroe! libertad del suelo besado, a sus le nocido abrió la boca. Todos fuisteis héroes ante vuestros yes, a su tradición; el sentimiento. Ya lo creo! Si me quedaba con soldados, ante vuestros ejércitos y salvaje e irrazonado del sacrificio ante ellos me fusilaban.
vuestras patrias: Pero ante todo, fuis el inmenso altar de la sangre nativa; teis héroes ante, vosotros mismos: el impulso sordo y ciego hacia. Ia HORACIO QUIROGA El libro de Pierre Mille, Le bel art ¿Qué hora es. El libro de Faguet El arte de leer apprendre, sugiere distintas rees un manual excelente. Deben leerlo flexiones. El volumen ha sido edita Sección destinada a los cuantos amen la lectura. En la «Co.
do por Hachette en la serie titulada. encargados de la enseñanza pública. lección de las musas» no se ha puColección de las musas. Ya en esta blicado hasta ahora un volumen más serie han sido publicados otros volúLas lecturas infantiles interesante. hablemos de El bello menes análogos, por ejemplo, el de (De La Prensa, Buenos Aires. arte de aprender, de Pierre Mille.
Jorge Verre, El arte de decir, y el de Emilio Faguet, El arte de leer.
Arte de aprender De todos, el más interesante es este comida. Los trajes que vestía Faguet postrero. Faguet era un hombre fino eran amplios y modestos; comprados. Qué haremos para aprender bien y de caudalosas lecturas. Amaba, cómo acaso, al pasar, en un bazgr de ropas las cosas. Cómo podremos hacer que su maestro Brunetiere, la paradoja. hechas. Caian lacios sus bigotes por un niño aprenda bien? Aprender es tenia hostilidades inexplicables (inex. la comisura de los labios, y su pelo cosa fácil cuando se tiene un buen plicables en un espíritu liberal como descuidado, era un poco largo. Con maestro. La primera visión que este el suyo. su enemiga al siglo XVIII se todo esto, simpático, bondadoso, to librito de Pierre Mille ha suscitado hizo famosa entre los universitarios; lerante y siempre curioso de todo en nosotros es la de un niño que se en la Revista de Ambos Mundos pu espectáculo intelectual. Escribía mu halla en una sala de estudios, una blicó un estudio sobre Stendhal, luego cho Faguet en sus últimos años y vasta sala, en compañía de otros murecogido en volumen, que es una casi escribía una prosa sencilla, llena de chos niños. Todos se hallan inclinadiatriba contra el autor de Lo rojo y repeticiones que iban poco a poco dos sobre los pupitres; tiene delante lo negro. En sus últimos tiempos, reforzando la idea.
cada niño un libro. Pero hay uno de Faguet escribía demasiado; no había los escritores nuevos esta prosa estos niños que no lee nada en su revista ni periódico que no trajera negligente del maestro les hacía son libro. Las ventanas del estudio están un artículo del célebre critico. Cómo reir, pero Faguet necesitaba de tales abiertas de par en par. Son los días podia este hombre dar abasto a tanta negligencias y de tales repeticiones. radiantes de la primavera. El cielo tarea? Vivía modestamente en un cuar Dura, angulosa, hostil, era la prosa esplende; verdea el campo. El niño tito perdido en las alturas de un de su maestro Brunetiere, y en tanto levanta la cabeza y a hurtadillas, sin quinto piso; su despacho estaba re que hoy cuesta leerla, la prosa de que lo vea el maestro, contempla el.
pleto, atiborrado de libros y papeles. Faguet se leerá siempre con facilidad alegre panorama de la campiña. Lo Comia, como un estudiante, en un y gasto, por lo menos en cuatro o que le atrae a este niño es el campo, restaurante cualquiera. como nues seis de sus libros, uno de ellos el la vida libre y sana, las cosas de la tro Menéndez y Pelayo. según el dedicado a los amores de los hom calle, de las montañas y de los bosretrato de Clarin en Un viaje a Ma Bres de letras (Constant, Chateau ques.
drid no cesaba de leer durante la briand, Sainte Beuve, etcétera. Será inútil el enseñarle nada por Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica