REPERTORIO AMERICANO 89 Dos escritores de América DON ON Francisco de Icaza ha muerto sumarse a la rutina de la cultura ofien Madrid a la edad de sesenta cial en España (aunque no tenía a y dos años: de ellos, más de la mitad mal su situación académica. entró en transcurrieron en Europa. Fué Icaza las corrientes nuevas, y fué uno de uno de los arquetipos perfectos del los pocos hombres de su edad que escritor mexicano: una de las cosas supieron adoptar, de los más jóvenes, menos tropicales de este mundo. Para métodos exactos de investigación e quienes, como yo, hayan nacido en interpretación de los datos y de los la franca zona tórrida, donde son reatextos. Icaza sabía lo que era la relidades los lugares comunes cuyo paproducción correcta de textos clásiternal Herodoto es Colón (el «sol de cos, sabía lo que era una edición fuego». y todos los prodigios que hace critica. Tenía, además, el sentido de brotar de la tierra. es siempre causa la personalidad de los escritores del de sorprendido interés el descubripasado: no fueron para él figuras bomiento de la altiplanicie mexicana, rrosas en la distancia, sino hombres con su clima de otoño perpetuo, con vivos, con caras familiares. Así vió sus tonalidades de azul gris y oro a Cervantes y a Lope. Y, como siempálido bajo luz diáfana. en otras pre, su país estuvo presente en su ocasiones lo he dicho ya la altiplaespíritu cuando recorría los caminos nicie de México da espiritus como de la historia literaria: sus éxitos como ella, desde Alarcón a Gutiérrez Nácervantista (las Novelas ejemplares jera, y hasta somete a su influjo a y el problema de La tia fingida fuehombres nacidos fuera de su círculo, ron coto suyo. como investigador y como Nervo. La nota de color vivo, crítico de la novela y el teatro en el énfasis, el ardor, son allí excepIcaza los siglos de oro, no le hicieron olvicionales en la literatura: la coincidendar las cosas de América; reunió y (Como lo pió MASSAGUER. cia ¿o la necesidad? sonríe cuando publicó multitud de datos sobre la se descubre que en México el poeta primera época de la cultura colonial grandilocuente, o siquiera vivaz, raras de México, y, de paso, descubrió el veces ha nacido en la altiplanicie: en confusiones, el descuido y la inexac entremés del dominicano Cristóbal de la tierra baja, en la costa cálida, hay titud de la más. voluminosa historia Llerena, quizás el más antiguo autor que buscar a Díaz Mirono a Alta de las letras castellanas. Pero siem dramático nacido en el Nuevo Mundo.
mirano.
pre supó discernir cuáles eran las fi Su obra de poeta, menos volumiIcaza fué francamente el hombre guras de selección; aceptaba sin es nosa que sus trabajos de erudición y de la altiplanicie. Discreto, observa fuerzo, pero sin deslumbramiento, todas crítica, guardada en volúmenes breves, dor, agudo, con ideas claras y preci las novedades. No existe homenaje es en tono menor: en la poesía de sas, con palabras medidas y calcula más delicado que el suyo en una su patria representará una nota delidas. Conocerlo en Madrid, durante los conferencia del Ateneo de Madrid cada; gris y fina, dentro de la escala años últimos, conociendo a México, a los poetas mejores de su país. Pero espiritual que va de Gutiérrez Nájera era descubrir con asombro cómo per de su país jextraña Némesis! le vino a Enrique González Martinez, sistía el mexicano debajo de su es la mayor amargura de su vida litepesa y vistosa capa de madrileño. raria, al final de ella, cuando absurNadie conocía mejor que él la vida damente se le atribuyó el pecado que García Godoy de Madrid, el tono de la ciudad, los tanto fustigó él en los demás, acuchismes de la corte» literalmente y sándolo de plagiar documentos que En la ciudad de La Vega, donde figuradamente, y sin embargo, na cualquiera puede consultar en archi ejerció sus actividades durante largos die conservaba mejor que él los ras vos públicos: los provincianos acusa años, se quiere perpetuar en escultura gos fundamentales de su origen: los dores lo declaraban incompetente para la imagen de Federico García hábitos de su carrera hasta le habían leer los claros manuscritos del siglo xvi. Godoy. Bien lo merece el escritor, aguzado la diplomática reserva y la Su obra de crítico y erudito tiene bien lo merece el patriota.
exigencia puntillosa.
méritos raros: a la aparición (1901) de Su muerte, ocurrida no hace muNo fué feliz, y los que junto a él su primer ensayo sobre Las novelas cho, suscitó escasos comentarios fuera no lo fueron creen injustamente ejemplares (retocado y mejorado des de Santo Domingo. Nació de pereza que no fué bueno: no tuvo la bondad pués. se dijo en Francia. fué Foul la injusticia? García Godoy había cofácil, y el censor en el fué a veces ché Delbosc? que el trabajo no pare laborado en las principales revistas agresivo, porque le producía impa cia obra de español: tanto lo distinguían de nuestra América, desde Cuba Conciencia la deshonestidad, ante la cual la brevedad, la precisión, la falta de temporánea hasta Nosotros; había tantos otros fingen ceguera; pero otor entonación oratoria. Recuérdese en qué dado juicios exactos sobre no pocos gó siempre bondades cuando pudo estilo se escribían entonces en És de nuestros mejores libros; raro era vencer escrúpulos de desconfianza, y paña los trabajos de erudición, buenos el escritor hispano americano, desde nunca se equivocó ni regates sobre y malos: parecían «discursos de en Dario y Rodó hasta los principiantes valores puros. Así, en las letras, le trada en la Academia. Milá no había innúmeros, que no le enviase sus molestaba la plebeya costumbre de ejercido influjo sobre la forma. Menén obras. Pero su época de plenitud, la Condesa de Pardo Bazán al pedir. dez Pidal había aparecido ya, pero como hombre de letras, había pasado: prestado y no reconocer sus deudas, todavía no formaba escuela. Icaza se comentaba siempre los libros que redisminuyendo la fama de su propia adelantaba a. su época; y después, cibía, pero en breves, volanderas notas fortuna; le daban asco los enredos y nunca dejó de aprender: en vez de de periódico, no en los sustantivos es Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica