269 Repertorio Americano Impresiones de arte.
verdad. Además, a un ciego no estaría bien mentirle, ni aun para consolarle. Qué ocurre. En el Musco METROPOLITANO. Verdad prosiguió que en la ilustración de mi cuento, de Nueva York, 1924. las mujeres que han dibujado no son nada, nada superfinas. Lo decía, más que con impaciencia, con angustia!
Luego, Adán y Eva, dos estatuas de tamaño natural, en las Casi al mismo tiempo, un compositor, el maestro Gay, acaque se revela la técnica del maestro, que atiende más al baba de poner música a un cuento de Valera: Lo mejor del estado psicológico que al convencionalismo de las reglas.
tesoro, convertido en zarzuela. Hablose del estreno. Valera Pigmaleon y Galatea, mármol; así como un busto del gran vencedor de Austerlitz, en que apenas se esboza el perfil se opuso. Grande seria mi ilusión por que se representara una inaquilino de Bonaparte joven, y, sobre todo, dos reproducciones, vención mía, y aun me gustaría salir a la escena a recibir los una en bronce, pequeña, y otra en yeso, mayor, de El Penaplausos. Pero temo que, en una de esas pobres representasador, obra inmortal, en que la vida del espíritu parece ciones que se estilan ahora, las coristas que saliesen a escena transparentarse en la frente noble, en el gesto de meditación.
no serian nada superfinas.
No he de ser yo, por supuesto, quien vaya a analizar Decía «superfino. superfinas. como expresión de una ahora la personalidad de Rodin, ni la belleza admirable de categoría estética. El epíteto puede parecer impropio y hasta sus obras, que ambas cosas han sido objeto de frecuentes y desviado. Pero yo comprendía ya entonces que esta manera animadas discusiones, en todos los países y lenguas.
suya de hablar era algo así como un expediente para referirse croquis de algunas de sus obras, y algunos bustos de hombres Completan su colección en esta sala, numerosos dibujos y asla belleza física, sin nombrarla, por pudor. Si. Con el pudor que empleamos siempre al aludir aquello que nos importa públicos contemporáneos, que han tenido el honor de servirle de modelo.
mucho y muy íntimamente. Con un pudor imprevisto por los superficiales, que en estas cuestiones le tuvieron más bien por cínico.
En otra sala, varias esculturas modernas, en su mayoría Valera había que entenderle.
de artistas norteamericanos; algunas bellas en verdad, y me llamaron la atención una Bacante, de Evelyn Longman, y una delicada figulina, Gavota de Paulowa, pequeñita, deAyer, hoy y mañana licada, en que la divina Anna parece desmaterializarse, hecha toda ritmo, como una de esas tanagras aladas de que ya os a entenderle plenamente, apenas si empezamos hoy.
he hablado.
Preveo que 1930 le entenderá todavía mejor que 1924, y le será más amigo. Así como 1924 le juzga ya mejor y le quiere Abundan, claro está, grupos de caballos salvajes, de indios cazando búfalos, etc.
más que 1898.
El señor alcalde de Cabra, pueblo natal de Valera, ha inEn un pequeño espacio, por el que se entra a esta sección, invitado, para solemnizar la fecha del centenario, que caía el hay un medallón en bronce de Edgar Poe, dedicado a su memoria por los actores de Nueva York, y al que una mujer, pasado sábado (1. a algunos escritores españoles. La invitación simbolizando de seguro la gloria, aunque bastante rolliza para hubiera podido limitarse, aparte de algunos amigos íntimos del glorioso egabrense, a ciertas devociones muy mozas.
mi concepto de tan amada beldad, representa rendir homenaje. Bajo el medallón, se lee el ofrecimiento de los que EUGENIO ORS.
levantaron este recuerdo, y cuya ofrenda termina diciendo que el poeta fué desgraciado en su vida, pero es inmortal en la posteridad.
Frente a este grupo, hay un bronce enorme, representando Las tres claridades.
El forjador de la paz universal, puesto de muy buen acuerdo de espaldas al autor de El cuervo, pues que Poe fué un atormentado, y la paz, en todos sentidos, le volvió la espalda (Viene de la página 267. siempre. El forjador, en yunque poderoso convierte una espada en arado: es bella la idea, aunque no nueva, y mucho me temo El sol arde tanto que se quema y deslumbra. Tamque tan amable idealidad tarde varios siglos más en llegar a bién padece, arde, se consume y debate para alcan ser la realidad que todos proclaman, pero ninguno trata de zar la claridad.
realizar.
La claridad de la conducta, la claridad de la Hay otras obras originales, pero como las más conocidas y conciencia, la claridad del ideal. No necesito decir bellas de las que llenan las demás salas, son reproducciones, más, quiero que estas tres claridades las iluminen de les dedicaré capítulo aparte.
misticismo y de esperanza, y entonces tal vez ya no nos importe salir de la selva, porque le desentraña8. Reproducciones temos sus secretos, le gozaremos sus misterios, En materia de reproducciones, el Museo posee una rica y hilvanaremos sus rumores, encontraremos en ella el valiosa colección, en la que los visitantes pueden admirar paraíso.
copia perfecta y autorizada de las más famosas obras de si la selva no nos basta, porque nos llaman arte.
los mundos que están más allá del paraíso, saldre Las hay de escultura y también de arquitectura.
mos de la selva y volando por los espacios inmate Las primeras llenan varias salas. El Discobolo, Las riales crearemos la nueva vida, el reino del Padre Tres Gracias, Cupido y Psiquis, y varios bustos represenque está en los Cielos!
tan la Grecia, en tanto que por aquí el Voltaire de Houdon JOSÉ VASCONCELOS muestra su sonrisa irónica, y más allá el Rey Arturo de In. 1) Sábado 18 de octubre de 1924 (1) Véanse las entregas 12 y 13 del tomo en curso. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica