fetal del cerco y canal que el conversando en sus sacmango, y reproductos criollo. com Sacar buen partido esa cajón de sentimentalizat sobre la mia moraliza ni hotel trópicos En este libro a entrar en New York Times Book Review. lo rodea y del potro azulejo que en de pasto picado. Es caracte atmosfera troplericanos tan a menudo de la amo e Vente lo que debe hacerse a la sabor.
de haberse Prota. al policial es el conocido y el más experto, en 134 REPERTORIO AMERICANO tes pupilas, ensanchando las venta rreno dentro de los estrechos limites Es fácil visualizar al autor a través nillas de su nariz, vibrando en el del cuento, como este cuentista cos de sus cuentos, como un hombre de turgente seno, y la del patrón ñor tarricense que puede caracterizar un ojo alegre y penetrante que ve la Julián. dueño del beneficio y del ca tipo con una docena de palabras o vida sin sentimentalismos, pero la y del potrero y de dejar entrever, como por una ven juzga amable. El autor muy a menula bueyada y las sacas de leña y tana, en una página más o menosdom do se escapa a escuchar los peones del trapiche del bajo y en pais poco conocido. Lo mejor de todo ter tales conversaciones muy a lo vivo; de ristico del autor la suerte de En descrita por escritores de rasguear su guitarra a la luz de que sólo tie la luna, lanzando a lo lejos la portada gracia; en cambio, describe el acierto nen la casual información del turista. de su libro y de su tierra, invitando hay pasión y calor troella al lector con aquella sus vidas, antecedente que motiva la picales, pero hay también otras cosas simpática y hospitalaria frase innata culminante tragedia hábilmente rela Caracteristicas y a a menudo menos en los castellanos y criollos: Entre: tada. Sólo una idea bullia en el en celebradas: la pobreza digna, el se está en su casa.
de nor vero valor del fatalista y, la nosgusto a la Engracia) y sólo un sen talgia que parece inherente al temMUNA LEE timiento dominaba en el corazón de peramento tropical y sobre todo, el la muchacha: sacarle los riales a (Trad. por HELA DITTEL, del agudo y maduro ingenio de los latinos.
ñor Fulián y ambos cumplen maravillosamente sus propósitos.
En un ligero esbozo como El principio de autoridad que simplemente Arturo Capdevila pinta el encuentro del autor con un pícaro vendedor de leña, se puede La sensualidad de Lugones no es la su completo dominio de la He aquí a un poeta. El poeta de Argentina. No, puesto que está torva, la ruda, la encendida de Jean y su tecnicismo gálico. Es esto a la aún muy viva, muy cerca de noso Richepin. Se parecería un poco a la tros la silueta de Lugones. Y, no efecto, y el señor González Zeledón obstante iqué deseos de contestar plendores de sedas de Damasco denlo hace de una manera maravillosa.
Le da vueltas en su lenguaje a los ¿Por dónde empezar el estudio de cia, si no fuera por su elegante las esta personalidad diversa sin ser cam economia, por las riendas clásicas describe concierto desdén verdes ciosa de escogerlo todo, de arrancar variedades de leña que había antes; biante; múltiple y tan unida? Frente con que Lugones frena, a chorreando agua» los palos de leña que se venden hoy día una a una las hojas exactas del jardín. jor al retrato que quisiéramos esbo diálogo lleno de La discusión entr entre el escritor el viene al espíritu la conformidad con la poesía contemporánea de su país, vendedor de leña con la intervención midad la delicia más pura de la sión de un fondo da a veces la impredel quedado en pincritica?
celada convencional en el patio, todo descrito maravillouna vivacidad tal que Fernández Moreno expone Arturo Capdevila es un poeta. No riga de una larga placidez. El campo hace a la insignificante historia apa basta decirlo; hay que agregar que se refleja en su obra, no como el recer como si fuera real y nos hace esencialmente, el poeta habla en el temblor de una vela sobre el cristal ver y oir al campesino desde adentro. icon qué diserto estilo. aun en cortado de una lámpara de Sajonia con su gran sombrero de las páginas que dan impresión de cierrdo sombra a a unos ojillos llenos separarse con mayor latitud, de la sino como se reflejan, al mediodia, las cosas sobre el vidrio espeso de de malicia provincia lirica de su corazón, aun desconfianza, el grupo y una copa de vino en el ambiente de de curiosos se reunió en la calle, en los libros que él clasifica con el la suave elocuencia del in un comedor de provincia.
in titulo un poco vago, un poco inexacto En el cuadro de la poesía argentermediario explicando al de altos estudios.
los colores sombríos se quedan, tupefacto el Son raras en la poesía argentina como en las telas de Velázquez, para un simple mortal, sino nada menos las notas apagadas. El desvahido que un Diputado al Congresos. matiz propio a la lirica de México empieza el segundo término; na los personajes secundarios. Con ellos El señor González Zeledón o Ma los grises lentos, los azules sin fondo hasiendo el primero. qué importa ya gón, para usar su pseudónimo tan de las lejanías de la altiplanicie, que no sea el último? en el que, familiar por todo Sud América, no es cen falta a la madurez de esa poesia por tolerancia con el único escritor de la América Cen que recuerda más que el tallo esbelto que se destacan figuras tan borrosas de los lirios la rubia cultiva el rico campo de las plenitud de las como la costumbres nacionales, pero ha sido manzanas, oxigenada por sol.
Capdevila desdeña la anécdota que En el mismo Lugones la deliciosa toda tristeza esconde y, cuando toca más huella del simbolismo fué menos de estos temas, lo hace penetrado de està clase de literatura. Aprendió su espíritu que de forma. La melancolía la gravedad de su misión. El mismo arte de los franceses y lo sabe mejor, de los crepúsculos del jardin des lo declara, con orgullo, en las palapara decirlo de paso, que los mismos verdadera melancolía. No sé, pero bras liminares del Libro de la Noche: españoles, porque aunque el español a menudo, parece ser, sólo, sensuali «No fué el dolor nunca en mi verso, tiene cierto don para narrar y anali dad. La chair est triste, hélas. Si, el dolor miserable de la pequeña pena zar, rara vez aparece tan en su te y, por desgracia, el espíritu también por el pequeño desastre de todos que si!
jugosos nombres ciosa abre coge loro do codicia ambieimpetuoso curso del romanticismo, el illorones, salta al picante Zuloaga sonpaja haque y voluble tinai que no era el uso diremos que lo ha hecho cho y es el 19 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica