266 Repertorio Americano su sitio y dogmático, no comprendían esa rica diversidad de mancra. medida que lo contaba lo iba modificando temperamento que se manifestaba en exteriorizacio hasta convertirlo en una creación particular. esto nes poco frecuentes en el oficio árido del abece me sucede involuntariamente, por una suerte de nę.
dario. Me contó lo que le había ocurrido una vez. cesidad de substraerme a lo que es automático, a Tenía a su cargo una aula en un establecimiento de lo que puede mecanizarme y enmohecer mi espíritu.
Los Andes. La directora observaba con escrupulosa ¿No es horrible cuando se reflexiona en la faena.
minuciosidad los preceptos de la pedagogia oficial y amodorrada de los maestros, que dicen hoy a sus las prescipciones severas del culto. Aplicaba la car alumnos, lo que les dijeron ayer, hace un año y tillla y el catecismo con idéntico fervor, un fervor hace veinte años? mi regreso de Méjico fui a mi frío y cauto. que excluía, desde luego, lo que era terruño, al sitio de mi infancia y de mi mocedad.
una revelación de fuerza individual o un indicio de Visité la escuela donde hice mis estudios de precepsoltura que no consonase con las reglas austera. tora. Al entrar vi a mi maestra que estaba dando mente mediocres de aquella abadesa. laica. Gabriela clase: era la clase a que asistía cuando hacia ese Mistral cumplía con los reglamentos, sin protesta y curso. Nada había cambiado; los bancos roídos, las siń cansancio. Mas no bien terminaba su tarea se paredes malhumoradas, el acento, el vocabulario, las retiraba a su habitación y se refugiaba en el reposo definiciones y los ejemplos de la enseñanza eran de sus libros. Esto acabó por fatigarla. Necesitaba como entonces. Sentí un calofrío de horror y de el campo pleno, el aire y la luz de los panoramas misericordia y comprendi el profundo significado de abiertos, y discurrió gozar a escondidas de lo que aquel cuento de Dario en que el protagonista retorna no podía proporcionarle la clausura y la vigilancia a su casa largos años después, y encuentra al niño celosa de la directora. Sigilosamente, con el sigilo como lo había dejado sin que se haya movido de del pecado, huia hacia las afueras. Corría por la sin que haya crecido.
campina hasta muy entrada la noche, cuando ya la la oración salimos a caminar. Mi maestra vesluna estaba en lo alto. En los días de fiesta, al amanecer, ganaba nuevamente los valles y las sierras. sin forma, sin arrugas, sin manchas, sin gracia. Su tía, como en aquellos días lejanos, su traje opaco, y alli en sociedad con los campesinos, con los arrierostro no se había alterado; parecía más joven que ros, pasaba las horas contándoles cuentos, explicanyo. Pero en la mirada se veía, que el tiempo no doles, en un idioma rudimentario y penetrante, los fenómenos, las ideas, los hechos que su inteligencia muertos como su voz sin timbre, sin reflexiones, sin.
había pasado por su alma: tenía los ojos muertos, no percibia. De este modo llevaba una vida doble, matices de alegria ni de dolor.
la que le imponía la exigencia, del medio artificial en que actuaba y la que brotaba instintivamente de. Comprendo agregó que el Estado no está lo interno de su ser y que sublevaba en ella la senen condiciones de intentar ni. de organizar las essibilidad del paisaje, la ansiedad de separarse de la cuelas libres, como yo quisiera que fuesen. La es.
rutina y entregarse al impetu espontáneo. Ya entoncuela de la Nación, es decir, la escuela moldeadora ces desconfiaba de la eficiencia de la instrucción y colectiva, no puede reproducir la que crea Tolstoy estructurada en cánones sedimentados, en la discien Jasnaia Polana o Rabindranath Tagore en el bos.
plina mecánica, y. experimentaba, por intuición, la que vecino de Galcuta. Ha de ser, fatalmente, ineluventaja de formar el corazón y la mente de los niños. diblemente, lo que es, o sea, una cosa disciplinada en un molde más personal, menos hierático, menos en un régimen preconcebido. El Gobierno, por forneutro. La directora sospechaba un poco de esa tuna, me jubiló y podré dedicarme, en La Serena, maestra que observaba la misa y la lección con donde deseo establecerme, a los trabajos de mi igual puntualidad, mas en cuyos ojos se advertía una gusto. Me propongo estudiar la vida de la gente del lumbre extraña. La vigiló con más detenimiento y campo. Es la obra que debemos realizar en Chile.
descubrió que Gabriela Mistral se libertaba, con cánEs un triste y arduo problema que ustedes los argendida astucia, del enclaustramiento, para adueñarse de tinos apenas si lograrian imaginar. Chile. ha evolusi en el albedrío glorioso de la pradera y del monte. cionado considerablemente desde el punto de vista Esa directora me decia Gabriela Mistral se: industrial y los obreros de las industrias, que se encuentra actualmente en la región minera. Lo organizan, se, agrupan, se asocian con un móvil creerá Ud. Ya no es devota como antes. Se ha ple conquistador de politica, consiguen mejorar su exisgado a las costumbres locales. Allí donde vive ahora tencia, elevarse a veces sobre el nivel de su misepredomina la incredulidad violenta de los sindicatos ria. No acontece eso con los que cultivan la tierra.
obreros y un hombre se hace una situación con una Aun no han salido de las etapas primitivas en los frase contra la Virgen. mi vieja directora arrojó métodos de labranza; nuestra agricultura es bárbara lejos de si el misal y el rosario y se pasa los dias todavia y agobia al nombre sin compensarlo. No se murmurando contra los curas y contra la Iglesia. La vislumbra, fuera de los viñedos, las ventajas de los encontré en el último viaje que hice y me dió: es. sistemas científicos que ahorran la fatiga inútil, mulpanto pensar lo que seria de mi si tuviéramos que tiplican el rendimiento y levantan al trabajador en su estar juntas y fingirme anticatólica.
condición humana. El trabajador agrario de Chile Esas cosas, esas minimas y graves cosas siguió está cerca del trabajador de la gleba. hay que diciéndome me han apartado de la educación pú ver la forma como vive. Vive en un tugurio espanblica. Realmente es una profesión que no está hecha toso, que es un agujero húmedo y negro. Hay que para mi. Lo he comprobado en Méjico. Iba a los enseñarle, hay que redimirle, hay que transformarlo colegiós a leer narracianes ejemplares y a resumir en un ser viviente. El campesino de Chile vive las. Me acuerdo lo que me ocurrió con un relato de como vivía el de Rusia, y esa siniestra pobreza, Tolstoy: nunca pude referirlo dos veces de la misma hecha de ignorancia y de abandono, conduce al ani6 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica