REPERTORIO AMERICANO derá en San José, Dios primero. Tiene que Yo estaba muerto de risa.
teratura podia notarse que sus dos comprar las venas. Ahora escasea mucho la Si recuerdo que cuando salía iba diciendo: grandes preocupaciones eran crear vena. De Curridabat para arriba, en todas Hemos de ser de tierra, señora. No en nosotras un espíritu civico por me.
las haciendas, han cortado las cepas de tenga cuidado. Perdone.
dio de la lectura de leyendas nacioguineo. Mejores las del guineo, de invierno se fué con su ayote a otra parte. nales y el estudio de nuestros homy de verano. El guineo diario está botando bres y de nuestras tradiciones, y deslas hojas. La del plátano en el invierno se El educador pertar vocaciones.
pudre. Las clases de historia de la eduA ver si llego.
García Monge, que hizo sus estuY sin dificultad se cación eran bellísimas. Al hablarnos echa la carga al dios pedagógicos en su país. y en hombro, y al camino.
Chile, ha llevado a la cátedra y a de la educación griega despertó en la dirección de la Biblioteca Nacional nosotros un profundo culto por la de San José, su credo idealista, su belleza y una devoción por los filóA este viejo hay que suponérselo priamor a la cultura, sus energias de sofos, los poetas y los oradores grieluchador. Era aquella biblioteca, antes gos. No nos dió simplemente sus mero: aindiado, de mandíbulas anchas, sin bigote, descalzo.
de llegar a sus manos, un frio depó nombres, no. García Monge no ha sito de libros, como lo son tantas.
creído jamás en esa manera de enseToca recio la puerta y ofrece la mercan Garcia Monge la dió calor de hogar biblioteca a la disposición del año y ñar. Nos hizo leer sus obras; puso su cía: es un ayote, y lo trae en un saco de y la puso en contacto con las poblagangoche. Trae también un hacha.
ciones más lejanas de la República.
nos leyó páginas hermosísimas de Sale a atenderlo una niñita, la hija de la Partian los libros de los anaqueles a Platón.
cocinera, y corre a preguntar si mercan el set leídos por un maestro rural, por colegio donde estuvimos con Garcia 1Todavía al entrar en la clase del ayote.
los niños de una aldea, por jóvenes Mire. Llévelo. Es mejor que lo vean.
y viejos de todas partes. el direc. Monge se siente un calorcito como Diga que vale dos riales.
tor no reparaba en si volvían maltreel que se siente al entrar en una casa Regresa la chiquilla por el ayote.
cuando acaban de salir los dueños y chos y grasosos de la excursión, bas IÁnimas benditas que lo dejen! ver tando a su satisfacción saber que todavía brillan los carbones en la si me puedo ir yo a buscar algo que comer. habían sido leídos.
lumbre.
Medio sopetas, como que le faltan algu De su obra en la cátedra ha habla» El altísimo concepto que García nos dientes.
do una de sus alumnas, Corina Ro Monge tiene del hogar, su deseo de que Entre tanto, el viejo confianzudo ya iba driguez López, fervorosa panegirista.
se entienda cada vez mejor su verdazaguán adentro. De cuántos profesores podrían hablar dero sentido, su poder clarividente en Yo en cama, en una de las piezas inmediatas, dormitorio de la familia, que la asi los alumnos? Trascribo algunos pá los asuntos de orden educador y civico, señora mantenía con el piso lustroso y en frafos de su loa, para que juzgue el su gran amor a la libertad del pensalector: y su culto a la vida en toda su todo, muy limpio. Un biombo me sustraia a amplitud, es lo que nos hace pensar que las miradas de las visitas. Sentí, sin saber por qué, que es el padre espiritual de la juventud Por darle broma y para ver qué hacía, cuando Garcia Monge entraba a la costarricense que anhele librar a este le grité: clase, el aula se transformaba en algo país de las amenazas extranjeras y. Che. Che. Para dónde va?
muy parecido a mi casa y que podía de la peor amenaza, que es la de Cuando lo ví, fué junto a mi cama. Debo decir todo lo que me inquietaba, pre perder el honor y cruzarnos de braconfesar que me agradó aquella inesperada guntarlo todo, discutir, sentarme donde zos a esperar lo que venga. visita. El viejo era ocurrente, locuaz, muy me diera el sol, ponerme de pie cuando expresivo. Por otra parte, yo tenía el buen queria rebatir un asunto y, sobre todo, El amigo de todos humor del convaleciente.
lo que más me gustaba en la clase Hombre de América, consagrado al Ando delgado, me dijo. Soy viejito y de García Monge, era eso de poder vea la hora que es y no he tomado café. ir a su escritorio a conversar con él bien y la justicia universales, es el Tengo un dolor en este lado. Todo esto, y salir al corredor a caminar y a amigo de todos, abriéndose como un dicho cen gestos muy expresivos. pedirle libros o a contarle al profe. Pero él, sencillo y modesto, obra con camino. y dándose como un árbol. Es ayote cascarito, añadió. Yo antes sor algo que podía no tener más la naturalidad de una fuerza, sin atripicaba leña en esta casa, cuando estaba valor que el ponerme en contacto buir importancia personal a lo que Fidelina Vega. En otro tiempo, cocinera de con la inteligencia de mi guía o. el realiza. Levanta la antorcha y se cree la casa. Que Dios la tenga en su santa de acercarme a su corazón, y esto oculto tras de su fulgor.
gracia. vale más que saberse nombres de Los escritores americanos, principalEn eso, la chiquilla.
memoria. Que tome, que es muy caro. Recuerdo que siempre teníamos mente, le debemos una prueba colec Diga que cuánto me ofrecen.
ansiedad de que se llegara el día de tiva de gratitud y estimulo. Pongo volviendose a mi: clase con Garcia Monge y que nos esta iniciativa en manos de mis com Lo vendo para irme a comérmelo. Con lamentábamos de no tener mayor pañeros argentinos.
un gesto hace que come. Ando a oscuras. número de lecciones.
RAFAEL ALBERTO ARRIETA En eso, la chiquilla. Nos daba clases de literatura, de Que no, que se lo lleve, que no sea pedagogia y de historia de la educa(De La Prensa, Buenos Aires, edición del 18 de enero de 1925. Artículo titunecio, ción, y para él la mejor alumna no lado: Un nombre de America: Joaquin. Ah, chiquita de Dios! como no sabe era la que más supiera del libro de Garcia Monge. dar una razón.
texto, sino la que hubiera hecho mayor el viejo no salía del dormitorio. número de lecturas colaterales, la En eso, la señora.
que tuviera mayores iniciativas y la PROMETÍ hace algún tiempo a mis Adió. eso. Tamañas patas pintadas que presentara un trabajo personal. lectores del Diario de la Marina en el piso, acabadito be limpinr. esas De ahí que nos ocupáramos de re escribirles acerca de la labor y de confianzas? Salga pronto para afuera. coger leyendas, canciones de cuna y la obra que van implicadas en el El viejo volvia la cabeza para todos lados, refranes populares para presentar tra titulo. Una doble simpatía imbuyó mi y no hallabu. qué hacer.
bajos personales. En las clases de li promesa: la que se captan las gene Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica