378 31941 Repertorio Americano La historia de un pueblo no es sino dió abolengo en las civilizaciones más lo misterioso, llega de la tierra en el la historia de sus generaciones, y és. ilustres.
olear continuo de las almas.
tas no consisten en la mera sucesión Vino más tarde la era de los gobier. Durante el siglo xix, hubo dos mode la sangre, fluyendo en el tiempo nos regulares; de la sociedad hispano. mentos decisivos. En el primero, los como las olas en el cauce de un río. Se americana organizada por universida. temas militares de la independencia dice que una nueva generación ha lle des, cabildos y audiencias. Gentes se agotan pronto en virtud de su mis.
gado, cuando cambia el tono de la ceremoniosas vestidas de calzón corto ma realización, y asoman antonces sensibilidad, la línea de la actitud, el y chaqueta con áureos alamares, ha. la tiranía burguesa, personificada en ritmo de la marcha. Entonces suele. cían en los estrados graves reverencias Rosas, y la demagogia gaucha, perso.
verse que una sociedad se transforma: con la cabeza de peluca empolvada o nificada en Facundo; pero contra esas su filosofía, su literatura, sus costum. el tricornio de terciopelo. Las casas dos realidades la generación de 1837, bres, todo se reacomoda en un proceso de ancho portal y de teja rojiza, es personificada en Echeverría, un poeta, de hondas raíces espirituales. Parece condían en su intimidad soleados pa. reaviva el amenguado ideal de Mayo, entonces que oleadas de almas bajaran tios donde florecían jazmines. Por la y al superarlo con nuevos temas de de lo desconocido a infundir nueva calleja silenciosa pasaba de vez en cultura, nos encamina hacia la orga.
vida en la permanencia de las cosas, cuando el indio en su mula, el gaucho pización democrática y hacia la liber.
como soplo de inspiración musical que en su caballo, o el esclavo a pie, pre. tad del arte por el romanticismo.
al infundirse en la orquesta, va mo. gonando su mercancía. Allá en el re. En el segundo momento del si.
viendo maderas y cobres y cuerdas, o cóndito aposento de la casona, celada glo xix, después de 1852, la cultura despertando conmovedores acordes, o por su dueño, languidecía una suave argentina se hace cosmopolita y posi.
transfgurando el tema inicial en otros mujer de ojos embellecidos por el tivista. Son los temas de Sarmiento y timbres, o introduciendo temas nte. amor y la penitencia.
de Alberdi que entran como fuerzas vos en el desenvolvimiento de una Aquella fué la generación de los dinámicas, pasando de sus libros a la sinfonía infinita.
virreyes, cuya solemne jerarquía se conciencia histórica. Desde entonces Para reconocer a la generación ac. rompió al advenir, con las invasiones hasta nuestros días, el crecimiento tual y para saber cuándo se puede ioglesas, la ocasión de las pruebas demográfico no fué sólo producto de decir que otra pueva generación ha heroicas, en el ciclo ulterior de la vida racial, sino de populosa infiltra.
llegado, necesitaríamos evocar, en sla: emancipación republicada.
ción extranjera; nuestro crecimiento tesis legendaria, el cuadro de las ge.
La generación de 1810, que depuso industrial no fué sólo producto de neraciones que se sucedieron en la a los últimos virreyes, fué una gene. trabajo nativo, sino de riqueza tras.
tierra argentina.
ración de jóvenes revolucionarios, ho. plantada; puestro crecimiento didácti. Esto era allá en los tiempos de méricos en su actitud marcial, jacobi 10 fué sólo producto de meditación nuestra génesis americana: los indios nos en su actitud filosófica. Refunden propia, sino de mimetismo internaiban como bestias desnudas, sobre la ellos en sus almas nuevas el senti cional; y, finalmente, nuestra ciencia, miento castizo del honor y el senti. Ouestro arte, nuestra vida toda estuvo pampa sin árboles, o envueltos en sus miento clásico de la gloria, Turban sometida a la presión de los modelos ponchos de colores, sobre el verdor de los valles. Adoraban al sol y a las: así la paz de sus familias, porque exóticos, pulvorolizándose o esteriliconstelaciones; levantaban chozas de siendo hijos de españoles, se han su. zándose por mera imitación, blevado contra sus padres, para cons. Tal ha sido la atmósfera en que ha piedras y de ramas; blandían arcos y hondas contra la fiera salvaje; Dave.
tituir una sociedad más justa. Por los actuado la generación anterior, y esa gaban el riacho en la piragua, buscan.
campos desiertos de América van re. es la realidad que, desde 1907, comsopando sus clarines, y en los pueblos batí en mis libros, sobre todo a partir do pesca, o recogían tries de los mon.
tes al son de cantares lápguidos, bajo del tráosito donde se detienen, levan. de La restauración nacionalista, por.
la misteriosa luz de las Pléyades.
tan horcas para castigar a los traido. que, dados los caracteres que había res. La voz del pregonero va divul. tomado la vida argentina, los consi.
Aquella fué la generación del hom.
gando en lengua indígena sus decretos deraba peligrosos para el genio ame.
bre autóctono, en cuya broncínea carde libertad a favor de los siervos in. ricano y para los verdaderos ideales ne pareció hacerse musicalmente sen.
dios, mientras la voz del poeta criollo de la civilización.
sible, para entrar por vez primera en va cantando en lengua de Castilla, Mientras el país contó con la vida la historia, la substancia primordial frente a la misma Espafia dinástica, de hombres como Sarmiento, Avella.
de la tierra nativa.
el voto de la nueva pacionalidad. neda, Mitre, Roca, Pellegrini, o con Después vinieron los hombres blan.
Así podría continuarse la tapsodia. las reservas de una tradición colectiva cos, vestidos de hierro o vestidos de pero deseo detenerme aquí un mo. todavía homogénea, el equilibrio or.
blandos trajes talares. Upos alzaban mento para volver al símil musical de gánico de la nacionalidad se mantuvo; ante la tribu absorta la cruz de la hace un instante, diciendo que en esa pero, en los últimos veinte afios, han nueva fe, y otros la cruz inversa de la generación de los indios, parece llorar podido notarse aquí síntomas ingratos, espada, para la guerra nueva. Duro la quena sus temas sentimentales, que hasta que hemos llegado a la hora ac.
tiempo de afáo, cuando el soldado iba en esa generación de los conquistado. tual, que es como una edad de oro del explorando la selva virgen y el evan. res, suenan órganos místicos y tam. cine, del tango y del box. La genera.
gelista domesticando al indio fno. Se bores guerreros; que en esa genera. ción que nos ha precedido, puso a la despadecían a lo lejos las ciudades ción de los últimos virreyes, vibran República en marcha por el camino mágicas, Eldoradas de mármol y de violines de Aranjuez y guitarras de del progreso material; hizo ferrocarrioro, vadamente buscados; pero en Andalucía; y que en la generación de les, bancos, puertos, establos y almacambio surgian, como por arte de en, los patricios fundadores estalla, como cenes, cosas sin duda necesarias; más cantamiento, estas ciudades reales que un orto de sol sobre las montafías, el por ahi vipimos al materialismo en la ahora tenemos: esta Buenos Aires frenes de los claripes heroicos, educación y al sessualismo en la vida, donde hoy vivimos para recordarlos y Cada generación, pues, trae a la cosas que no pueden constituir el pror para continuarios en la hazaia.
historia temas nuevos, o transfigura grama de nuestro tiempo. Reconocf la Aquella fué la generación de los. los antiguos en nuevos timbres y rit obra heroica de los antepasados inmecolonizadores, en cuya lengua nos mos, sin romper con ello la continui. diatos, pero quise poner sobre el indillegó la tradición grecolatina, que 109. dad de la sinfonía infinita que, desde vidualistio sin patria, sobre el mera. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica