Violence

Tomo. REPERTORIO AMERICANOS Num. SAN JOSÉ, COSTA RICA 1924 LUNES DE NOVIEMBRE. SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA: SUMARIO: Palabras de Alfonso Reyes en el Club de México. Alfonso Reyes, por Antonio Caso. El traje azul, por Luis Tejada. Luis Tejada. los maestros de Costa Rica, por Gabriela Mistral. El oro del Masaya, por Jorge Lardé. Apropó.
sitos, por César Palcon. los dominicanos, por Rojas. Acuerdo de los Estudiantes ecuatorianos. Un Juez rural, por Pedro Pardo. Yo soy flamenco, por el Pbro. Pallais. El pensamiento de Guerra Junqueiro (Concluye. por Luis Araquistain. Dos de noviembre, por Salas Pérez. La Edad de Oro (Con lecturas para los niños. Palabras de Alfonso Reyes responsable. veces, lo que escribimos es sólo un des.
quite de la verdadera vida que llevamos. Hap oído hablar de mí a los de mi camada, pero quieren convencerse por en el Club de México sí mismos. Quieren deshacer el mito y dar, en suma, la noche del 31 de mayo de 1924 con el hombre. Tienen razón.
Pero, a parte de estos motivos de carácter sentimental. De Mex, México. F)
tampoco se me oculta que el honroso festejo que me consagráis tiene otras causas. Habéis vivido, todos estos MIGOS míos: Vuestra acogida es tan afectuosa, que años, sometidos a rudas pruebas. La continuidad base no encuentro como agradecerla. Pero no temáis que boica de la cultura la continuidad de vuestros trabajos me enyanezca, equivocando el sentido de este festejo. era interrumpida todos los días por el sobresalto y la Sé que es el efecto, ante todo, de un impulso de cordia. violencia. Los valores de por la mañana perdían su vir.
lidad hacia el amigo de la primera juventud que regresa tud por la noche; y más de una vez, en horas de desfatras larga ausencia, y a quien es grato volver a estrechar llecimiento, pudisteis preguntaros si vuestros mismos la mano y oír contar sus trabajos y su vida. Lo mejor ideales no serían algo como unos bilimbiques del espíritu, que tenemos los hombres, son los recuerdos, y yo formo en que no se podían fundar promesas seguras. Lo peor parte de los vuestros. Juntos hemos abierto los libros; es septirse asido por la vorágine de las cosas exteriores.
juptos hicimos algunas campañias por la cultura en Mé ¡Qué pocos se salvap! IQué pocos se han salyado! Entre xico. ahora, después de once años, nos ude hasta la ellos, vosotros, a quienes yo, desde lejos, consideraba memoria de los caros ausentes, de nuestros muertos, ya como se considera, entre la noche y la tempestad, al convertidos del todo en cosa propia, porque ya las velei viajero que anda por el monte con una lucecita en la dades del mundo no podrán nunca arrebatárnoslos, mano. Cada racha hace vacilar la luz, y hace temblar Hace tiempo algunos compañeros leyeron conmigo, puestro corazón. Tememos que el viajero se pierda o se en poche ipolvidable, el Banquete de Platón. Eramos quede a oscuras. tal vez nos esforzamos juotando las varios, y nos turpábamos en la lectura, según se turban briznas que encontramos al paso, por alzar una fogata los personajes del diálogo. Estábamos en el taller de up que le sirve de guía.
arquitecto, un taller cuyos balcones daban sobre Plateros. También yo he sofrido como vosotros, sobre todo Como dice Gautier en su Historia del Romanticismo, von durante la primera mitad de mi ausencia. Pero mis sufri.
lisait beaticoup alors dans les ateliers. Afuera, llovía mientos fueron ciertamente de otro orden. Mis mafiapas sin ruido. Eramos unánimes, y bebíamos nuestro vino de perplejidad; mis raciones de patatas económicamente en el mismo vaso.
distribuídas a lo largo de tres semanas; mis zapatos rotos; Permitidme, en este nuevo banquete, hacer votos por mis dimes y diretes para fijar precio a un artículo o a to?
que repazca en toda su eficacia primera aquella fraterni. libro, como quien vende y regates peras en el mercado; dad de entonces. Ella nos ha servido a algonos de res. mis poches de melancolía al acordarme de mi tierra y paldo moral, a lo largo de tantas vicisitudes y acaso desear que no me olvidarap; mis últimos estremecimien podemos ya apreciarlo también ha servido a nuestro tos de furor contenido, al acordarme del gran incendio y país puesto que ha impedido que se pierda el tesoro que las ruinas que me dejaba yo a la espalda; todo eso ¿qué recibimos de Justo Sierra, y que hemos de entregar a los importa, si por apa casualidad que agradezco a mi suer.
que vienen después. Permitidme que repita el mensaje te, pude salvar la continuidad, de mi trabajo preferido, que, hace cuatro años, os envié de Madrid. Conserváos la lealtad a mi vocación?
unidos. Sacad razones de amistad de vuestras diferencias De manera que vosotros, al recibirme otra vez en como de vuestras semejanzas. Mañana caeremos en los vuestro seno, saludáis y celebráis en mi, más que nada, brazos del tiempo. Opongamos, a la fuerza oscura, la ese espectáculo de continuidad que para vosotros hubié.
muralla igual de voluntades. rais deseado. No méritos míos, sido la mecánica de mi También se encuentran aquí algunos que apenas o vida, determinada por condiciones ajenas, de que yo he sólo de oídas me conocían. Para ellos, para los más jóve. sido hijo afortunado. Saludáis y celebráis, en fin, esta des a quienes va toda la inquietud de mi atención, homilde aproximación al premio gordo que me ha tocado llena de interrogaciones y esperanzas yo no soy precien la lotería. Yo no puedo evadecerme por eso. Ni samente un recuerdo (aun cuando también lo sea en tampoco sé sentirme avaro. Lo poco que alcanzo, lo que cierto modo. sino más bien una verificación: quisieran traigo, amigos míos, es todo vuestro.
saber a lo que sabe el trato de Alfonso Reyes. Los libros He sido portador de un mensaje del Presidente del pueden ser engafiosos: hay que contrastarlos con su autor PEN Club de Madrid, mensaje cuya lectura habéis oído. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica