Nihilism

Repertorio. Americano 291.
uk en fluviales oros la infecta llaga de su je patal, su pecho se desacerba al con. Mejor. qué diablos. que es faz. Arbitrio efectista, es decir bajeza tacto de aquella animalidad que duer. muera. de arte, o complacencia de escatólogo me en sus brazos, y la tristeza, sin Después, ya no queda sino la volup.
como le han motejado. En todo disminuir por esto, flota en su espíritu tuosidad de destruir, desatando el sub caso, esas porquerías adrede repugoan como una endecha nocturna. terráneo diluvio en vorágine de tipie.
sin atenuación.
Un día los pilletes matan al anima. blas y de agua. Destruir y desaparecer Que muchas veces hubo de inmolar lucho, y eso coincide con el fracaso hecho cosa, extraño para sí propio a la misma Belleza en su yupque, es de los compañeros cuyo alzamiento como el cadáver de up desconocido, evidente. El, que la adoraba en la fe. ha tomado por decisiva reivindicación: pues de tal modo elevan y deprimen cundidad del mundo, en la perpetui. con el triunfo de la bestia capitalista, esas fraternidades del dolor. Yo po dad de la vida, con todas sus miseri la mina tenebrosa que seguirá tragán. he hallado pada parecido, de no ser cordias y todos sus fervores, la sacri. doles. Imagínase uno aquella desola aquel poema hindú, donde el héroe ficó a sus enfermos, a sus miserables, en ción de padre, cuyo dolor ante el par. prefiere su perro fiel a la morada de uba como fanática devoción; y es cosa vulillo moribundo, se trueca en resig. los dioses.
de inclinarse conmovido ante esa ter. nado despecho, protestando la fatali. El panteísmo del escritor, así mapi.
nura furiosa que no vacila en encana. dad con esas palabras brutales que los fiesto, de mida también su estética.
llar al arte mismo, para tirarse a cierra hombres mascullan para po llorar: El himno del esfuerzo creador, que ojos en la zarza ardiendo de su fe.
niega a la muerte, revibró en sus la.
Pues su entusiasmo es todo bios. Un soplo de áspera cari.
ternora; ternura enorme, de dad y fiera terpura, aventó en esas que, como el firmamento, su curso confortantes aromas, tiñien océanos sin agotar su inaugurando una especie de azul. En el fondo de las más épica singular, menos serepa sombrías desesperaciones, en que la clásica y menos conmoel tugurio donde a contrapun.
vedora que la romántica, pero to se encarnizan la miseria y igualmente colosal y más vi.
el frío, en la misma catástrofe, brante que ambas, por ser ma.
en la orfandad, en el abando.
yor en profundidad y amplitud no, en los páramos de la cien.
su concepto de Belleza.
cia exclusiva, nunca falta la En efecto, a ser la vida un limosoa de amor, ofertada por río «el río de la vida. según los labios amigos de la mujer, el antiguo símil la primera Jardín de las Delicias donde se épica lo miro desde la orilla; olvida las pedas y la Patria.
la segunda lo bogó en versá.
Entre semejantes rasgos hay til góndola; únicamente la ter uno supremo. El hombre de la cera se sumergió en sus aguas, mina, el nihilista de Germi.
forzó las esquiveces de la on.
nal, que vive encovado en sus da, más femenipa aún que la principios como una fiera en Inconstancia de Shakespeare; su breña, tiene un amor. No revolvió los limos del fondo, alcanza a tanto como una mu.
el hormigueo de sus larvas; jer, porque es tímido más que puso modo de levadura su un adolescente aquelipflexi.
sudor en esa promisión de ve.
ble. No se alza hasta preten.
getaciones, con los brazos su.
der un amigo, porque su sole.
cios de crear así el númen dad es árida como el cuarzo.
de las fraguas batiendo el No llega siquiera al apego de cósmico broquel hasta trocar una de esas viejas, cuyas gri.
esos fluidos en una flor de san.
mas triviales se suman a los gre pura, culminante a despe.
grandes dolores en una como cho de toda adversidad, sobre afición de animal doméstico, los Capitolios de su esfuerzo.
porque en la totalidad de su Aquello fué la eucaristía de la miseria esto fuera pompa in.
escoria.
solente. Ni se permite el lujo Ya dije que en la obra de de un expósito, oi la opulen.
Zola las impresiones son de cia de un perro que le lama conjunto ante todo, pues se las manos. Su amor es una trata, ante todo, también, de coneja desmirriada que los un descriptor. Aparte la fór muchachos suelen apedrear.
mula científica o humanitaria En ese saco de carnaza, que que compone su núcleo, es no sabe expresar sino el miedo casi inútil buscar ideas allí.
con sus orejas largas y sus Su psicología es mediocre o ojos estápidos, ha depositado subalterna, su poesía upa su.
Bu afecto el triste. Es persecesión de cuadros inmensos.
guida y la defiende, es tímida De aquí su facilidad para mo.
y la acoge, y circuestancia que ver multitudes, su descenden.
la hace aún más querida es cia de mil doscientos Rougon fea.
Macquart y otros; su abun.
Cuando le abstrae la postal.
dancia épica, que exige mo.
gia, y en la humedad errabun.
ANTONIO ZELAYA numentos de lencería como da de sus ojos yacila un paisa. Visto for VARGAS ARCE. otras tantas Babilonias, en Vurgas. Quce Co Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica