Anarchism

Repertorio Americano 123 tante la opinión de su padre que no veía manera de hacer una pieza teatral de aqueIla historia, y la nueva transformación fué tan genial que acusa muy pocas huellas de su existencia anterior. pesar de todo, los teatros de París se rehusaron a aceptarla, hasta que por fin el Vaudeville consintió en llevarla a escena previa censura. Más de tres años transcurrieron antes de que se representara, y fué sólo gracias a la influencia del Duque de Morny, como se consiguió levantar la prohibición. El Duque creía que debía alimentarse a los parisienses con sensación; de esta manera hacía pasar su atención de la política a los teatros. La Dama de las Camelias. dijo Dumas hijo quince años más tarde, cuando se había vuelto moralista didáctico, es el eco más bien que la reacción de una emoción personal, a la que el arte dió desarrollo y conclusión 16gica. No podría ser escrita hoy (1867. No sería real gi sería posible. Revista de Revistas, México. 1) Polémica Una defensa de los Estados Unidos (Waldo Frank, es uno de los escritores jóvenes más brillantes y prestigiosos de los Estados Unidos. Su libro Our America (Nuestra América) le revel6 como un sutil psicólogo de su propia nación, y muy justo en la visión de sus defectos y virtudes. Ha publicado también varias excelentes novelas que, en medio de la anarquía de los conceptos estéticos actuales, tal vez se pueden adscribir a la llamada escuela expresionista: la máxima expresión artística con un mínimo de medios técnicos; lo cual es, después de todo, la esencia de todo gran arte cencia de adquirir y acumular. Qué diría el Sr. Ayala de un crítico que menospreciase las iglesias góticas de Europa con indicar que la torre y la cruz son símbolos fálicos? claro está que lo son; pero es pedantería o ceguera el no ver que son infipita.
mente algo más. Del mismo modo hay un impulso crudo y elemental en toda puestra vida. Pero que ha comenzado ya la sublimación de estos elementos, es una cosa clara en el arte americano, en la literatura americana y aún a veces, en la chapucería y estupidez de la política americana.
No puedo pretender en esta breve carta dar una respuesta satisfactoria al señor Ayala. Lo que deseo simple mente es rogarle que nos vigile más de cerca.
Si lo hace así, descubrirá que hay otros Estados Unidos ocuitos y apenas articulados todavía, dentro de la caparazón de acero y piedra que tanto le asombra: unos Estados Unidos arrai.
gados y dedicados a la vida del espíritu y de la inteligencia, y sin embar.
go, no separados en modo alguno del mundo material que el Sr. Wells des.
cribe: unos Estados Unidos copsagrados a la tarea de encauzar las vas.
tas energías de ese mundo, para la creación de una cultura espiritual.
En el reino del espíritu, Europa, naturalmente, es más aventurada que nosotros. Por lo tanto, esta parte más profunda del mundo americano mira hacia Europa para que le dé alieptos y enseñanzas. espera que se la com.
prenda mejor por parte de hombres como Ramón Pérez de Ayala.
Suyo afectísimo, WALDO FRANK. El Sol, Madrid. Señor director de El Sol como la diversidad de los impulsos Madrid que las llevaron allí y como la diversidad de los problemas y condiciones Señor: Acabo de leer las pequeñas que se les presentaron tan pronto Divagaciones de Ramón Pérez de Ayala, como hubieron de llegar. Los elemen.
sobre los Estados Unidos, que ha pu tos místicos, religiosos e ideales de la blicado El Sol los días 28 y 29 de vida americana son absolutamente tan febrero. Conozco al Sr. Ayala y co. primarios y tan potentes como los nozco su obra. Se me hace difícil, por materiales. Es verdad que, debido a lo tanto, comprender cómo un artista nuestra primitiva historia, ha tenido tan brillante y un observador tan sen. lugar una Ósmosis entre esos elemen.
sible puede escribir cosas tan superfi. tos, ha habido entre ellos un casa ciales sobre un país. todavía me es miento que hace su separación extremás incomprensible que un escritor madamente difícil. Existe en los Escomo el Sr Ayala, cuya capacidad in. tados Unidos un peculiar simbolismo telectual debía hacerle confiar más de ideas, con respecto al cual sospecho preferentemente en sí mismo, pueda que el Sr. Wells está tan ayuno como citar con tanta docilidad los comenta. de entender jeroglíficos egipcios. En rios de ese periodista inglés tan extre. la psicología norteamericana, los demadamente vano y tan poco digno de talles y fines físicos de la vida han crédito como el Sr. Wells. El sido dotados a veces con poca forSr. Wells y el Sr. Ayala parecen estar tuna de valores ideales, de suerte de acuerdo en que «is de Europa a que presentamos una inmensa fachada Norte América es como pasar de la que parece material, pero que recibe complicación a la simplicidad. Quizás su vida de las asociaciones emociona.
Europa les parezca más compleja por les, de los símbolos de cultura que que conocen algo de ella; quizá la aquélla oculta y en virtud de los cua.
simplicidad de Norte América es la les, realmente, existe.
simplicidad de su propia ignorancia. La insensibilidad del Sr. Wells Ya es hora de que el presuntuoso lugar para los valores estéticos de la típica común de que (Norte América es el arquitectura de Nueva York no me país del dollar, el país del materialismo sorprende. Pero la del señor Ayala, sin freno, el país de los negocios y sí. No puedo creer que si hubiese nada más. se guarde solicitamente en mirado con sus propios ojos, sin las alcanfor al lado de esas otras triviales telarafias de previas sugestiones, hu.
falsedades de que, por ejemplo, Es. biese dejado de encontrar el ritmo paña es la tierra de Carmen, o Francia vital, primario, lleno de aspiraciones, el país de los cabarets abiertos toda la de nuestras grandes ciudades: espíritu noche y en donde toda mujer tiene desde luego aún rudo y desconcertante cien amantes, etc.
a los sentidos hechos a la madurez de La complejidad del carácter porte. Europa, y que, sin embargo, es un americano es tan grande como la di. espíritu relacionado nada más que versidad de las razas que lo crearon, muy levemente con la gran concupis. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica