Repertorio Americano 59 Chutanayta.
Chutanayta. Si las llamas se pasan a otra lopja, hay que pagar derecho por lo qne comen. las llamitas no se (Viene de la pagina 55. arrean como las ovejas: disparap, disparan cuando tienen hambre. Por qué no alambra la finca?
llegué en el Internacional de ayer? Supieron, eh. por Don Roberto. Es dueño de alambrarla cuando quieeso vidieron a conversar conmigo. a contarme lo que les Ta.
pasa, a prometerme que pagarán los arriendos.
Chutanayła. mis compañeros no quieren pagar de.
No supieron qué decir y bajaron la cabeza.
recho de yerbal.
Don Roberto. Me tienes miedo?
Don Roberto. No sé, sé.
Chutanayta. No, señor.
Chutanayta. nos obligan a trabajar para ellos, veinte Don Roberto. Conversaremos como amigos. Eso sí: días por año sin darnos un centavo.
po permitiré que me engañen; el que tenga quinientas Don Roberto. Ya se pasó la época de los esclavos.
ovejas, me dirá que tiene quinientas, Cachisumpi. Cómo será, señor.
Chutanayta. Somos pobres, señor.
Don Roberto. Sí, ya se pasó. Ustedes no debieran Don Roberto. iPobres. Ya quisiera yo tener las trabajar si no les pagan.
ovejas, las llamas que ustedes tieden.
Chutanayta. Nos obligarían a latigazos. Velay asina Chutanayta. Cuarenta llamas cargueras, tengo, se era la lopja del talero de don Isidoro; con esa les daba pior.
duro a los que no le querían trabajar de balde.
Tarky. yo cincuenta ovejitas.
Don Roberto. No tendrían puños.
Don Roberto. Ovejas, ovejas. no?
Chutanayta. El tiene revólver y dos carabinas. mi Tarky. Así será, señor.
también varios patrones me sobaron, hasta que hul cerro Don Roberto. Cuántos kilos de lana da por año cada arriba con mi tropa de llamas. Ya no tengo patrón.
oveja?
Don Roberto. No?
Chutanayła. Kilo y medio, señor.
Chutanayta. No tepgo, señor.
Don Roberto. Kilo y medio. Qué coyas atrasados! Don Roberto. cómo?
Una oveja abaje a da hasta seis kilos. Por qué no com. Chutanayta. Vivimos en el cerro; allá arribita hice pran reproductores de buena raza?
una casa con piedra, con paja terrón. Yo do pago Chutanayta. Aquí ep Pupa, se mueren de hambre las arriendo.
ovejas abajeñas, señor.
Don Roberto. Tendrás que pagarlo.
Don Roberto. los pastos?
Chulanayla. El cerro no tiene dueño, señor.
Chulanayla. El colchar se seca.
Don Roberto. Todos esos son terrenos fiscales. TenDon Roberto. SI?
drás que pagar arriendo.
Chutanayta. La peludilla, también.
Chutanayla No tenemos con qué pagar, sefor; si do Don Roberto. no hay más?
nos dejan allí donde estamos, nos iremos más arriba, más Chutanayla. El esporal se hiela; a la chillagua la arriba, donde mismo se asientan los nublados.
quema el frío, señor.
Don Roberto. no hay otros?
III Chulanayla. El iro es duro para las ovejas abajefias, sefior. Las ovejitas puneñas comen de todo: yareta ciene. Cacbisumpi, el cokapis, se echó camino de La Quiaca; guera, tola, canglia.
a la grupa llevaba dos chiguas vacías; Kolke tomó el Don Roberto. piedras, también?
caminejo que va hasta las salinas de Casabindo; Tarky, Chulanayta. Quién sabe, señor; yo no las vide comer el pastor de ovejas, se quedó en Abra Pampa; Chuta.
piedras.
nayta, eligió, para tornar a su casa, un fragoso sendero Don Roberto. Con los caballos, ocurre lo mismo: aquí de llamas. Chutanayta, como sus compañeros, andaba de sólo hay caballitos peludos.
a pie. Salió cuando el sol estaba alto; camino sin descan.
Chulanayla. Los abajeños se mueren, señor.
sar hasta un ojo de agua que había a la orilla de un desDon Roberto. De hambre?
peñadero. Bebió de bruces y rompió a andar de nuevo.
Chutanayta. causa del mal de la pupa, señor. Cuando se hizo la noche, a la vera del sendero fragoso se Aquí nadie consigue criar potrillitos; la proa los mata. septó. No tardó en cerrar los ojos. Dormido, veía su choza Don Roberto. a los burros, įles hace mal la pupa? de piedra, de paja y terrón, su hato de llamas, el telar de Chutanayla. Nada.
palos rústicos; la Collaguaima, acompañada de los pe.
Don Roberto. a ustedes?
queñuelos, lo aguardaba hilando con su puischca de Chutanayta. Menos.
queñua: de vez en vez, miraba cuesta arriba como bus.
Don Roberto. Claro; coquean todo el día y beben cápdolo con los ojos negros, grandes, pensativos. Chualcohol de noventa y cinco grados. Lo que me causa tapayta, entre sueño se decía: Cuando llegue yo, le diré extrañeza es que ustedes sean tan flojos. Por qué no que tenernos que irnos más cuesta arriba, hasta donde siembran maſz?
mismo se asientan los dublados. a ella se le quitará la Chutanayła. El maíz no se cría en esta tierra, señor; gana de comer y de poche no podrá dormir y andará todo no llega a muñequear cuando ya lo matan el viento y el el santo dia detrás de las llamas hilando y hablando frío. Sólo la quinoa se cría y quinoa sembramos, sola.
Don Roberto. Cuánto pagan de arriendo?
Tarky. Yo pago ciento cincuenta pesos por afio y doy el tercio de la parición.
Don Roberto. Qué extensión de campo arriendas? Lo vi y tuve miedo a la muerte. Me arrojaría toa Tarky. Una fajita de cuatro cuadras de ancho y dos piedra con su honda pastoril? Me quise sentar sobre el leguas de largo, estrado y no pude. Quedé largo a largo, vencido por la Don Roberto. estás descontento?
puna.
Chutanayła. Ahora quiere que le pague doscientos. Don Carlos está mal. le dijo la Collaguaima.
que le entregue la mitad de la parición y que le pague el No preguntó cómo, en qué, cuándo había llegado yo.
derecho de yerbal.
Yo le hablé de esta guisa: Don Roberto. Derecho de yerbal. Chutanayta. soy don Carlos; fuí malo contigo; te. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica