Kidnapping

358 Repertorio Americano te. Fulano se repite. Porque él pue. palabra y se lamente y suspire ante saturación. Nuestra tendencia es piride probar que no repitió un solo pep. nuestro callar. No dure nuestra vida tual, el conjunto de nuestras inquiesamiento, una sola emoción, una sola más allá de nuestra gloria. Rehuya. tudes peculiares, el procedimiento sensación, una sola imagen; y es ver. mos la consagración veloz. Consagra. acostumbrado en puestro propio disdad. Pero. la personalidad se repite, ción, ya lo sabemos, suele llamar el curso nos impregnan, nos hastían, y eso basta.
público analista y dirigente a su ma. nos pesan como el pecado original.
Ahora ¿quién tiene la culpa de este nera de cancelar con nosotros. Aun Constituyen nuestra personalidad, que abandono envenenador de tantas vidas cuando fanatizamos al lect r, el ene. ha de repetirsenos por fuerza más que gloriosas. El artista, consciente de migo saturación socava escondido y otra alguna. Prrcisa hallarse muy venestar hablando de lo que jamás trató? sigiloso. Ay de aquel a quien se le dado por el orgullo para no cansarse ¿El público, sabedor por presenti. llegue a presentir que le resta por de. en cierta hora de sí mismo. Nunca os miento de cuanto puede aquella pluma cir en lo futuro! El crítico capaz de lleno de tedio insufrible vuestra voz enviarle ya? Lo hemos anotado: sólo usar su juicio como instrumento de escuchada de repente en la converla saturación. Consumada ella, no precisión y de juzgarnos «dentro del sación?
veremos ya en el puevo libro del tiempo, las realizaciones y las posi. Sí; el fruto del árbol de la ciencia abandondo ciertos valores inéditos, o bilidades, no siempre recuerda con ejerce su maldición dentro del yo, los distinguiremos apenas, obscura y oportunidad esta «cuarta dimensión. sólo allí se trueca en el dolor de pen.
flojamente, a través de una enervante Es, además, un hombre de talento; y sar y saber. Si lo buscamos allá adon.
bruma levantada por la saturación en no se equivocaría tal vez quien dijera: de no va nuestro pensamiento, si lo nuestra atmósfera interna.
el talento se mide por la capacidad de miramos en una máquina moderna, Este daño, por suerte, no se lo hace aburrirse.
por ejemplo, en la prensa casi pen.
para siempre el escritor que satura. Un amigo povelista me ponía en sante del periódico, nos subyuga por Aun la intoxicación pasa. La obra una carta frenética. Usted en su tie. asombro. Ya no es ponzoñia maldita deja en el ambiente el zumo perdura. rra y yo en la mía, tenemos que lan. de la serpiente: es don bendecido de ble, abono con que la raza madura zar muchas novelas, compañero. Otro Dios.
gracias a sus ascendientes selectos. me hablaba así: Conviene que nues. Todas estas novedades estridentes La justicia se equilibra al fin, la pos tra firma esté siempre bajo los ojos del arte ultraísta acaso hayan nacido teridad paga, yuelve. Sólo que esto del público. Es olvidadizo y nos deja del exceso de producción realizado en ocurre chando «el extraordinario, mu. por los más trabajadores. Aparte de nuestra época.
rió desencatado o se mantuvo prete. que trabajar mucho no significa mu. La fecundidad sin cautela, creamos.
rido muchos años. en ello está ca. cho prodigarse, prefiero que la satu. lo, deja de significar virtud desde el balmente el drama, en esa gloria ración de mis lectores se cumpla un momento en que a unos lleva al hastío aventada, en el secuestro de esa dicha poco después de extinguidos mis días y a otros al dolor de sentirse preteri.
que una vez embriago, en la esponja sobre la tierra.
dos. No hagan caso los niños al papa.
de hiel y vinagre estrujada sobre una No esperamos una suerte excepcio. gayo profesor de literatura, que saca vejez egregia y sola tras de tanta corte nal. No la espere tampoco el genio, su eterno ejemplo de aquel gran maja.
y tanta compañía.
Antes bien, al genio de la obra, afiá. dero cuyas obras «en menos de horas No marchemos con los ojos puestos dase el genio de la dosificación. El veinticuatro pasaron de las musas al en la ruta de compañeros y maestros público, como inferior al genio, es teatro. Sólo somos, a la postre, el tan sólo por afán de emulación y com. vaso por lo mismo fácil de colmar y autor de uno o dos libros. Lope 10 petencia o tras la enseñanza estética desbordar por él.
debemos sido Fuente ovejuna. la y los medios para triunfar más o me. Yo, tan distante del genio, en cada mucha fecundidad representará un nos aprisa. Aprovechemos la adver. ocasión que alguien me dice: Quiero valor y relativo en vuestro prove.
tencia. No saturemos, buscar todas sus obras. deseo fer. cho, acaso únicamente después de Aunque hay casos en los cuales upa vientemente: Ojalá sólo encuentre vuestra muerte, cuando os juzguen sin personalidad muy original, muy dife. uno o dos. y tras de mucho an. el temor de que volváis a hablar.
renciada, poderosa y penetrante hace siarlas, tras de una prolongada dis Bien; paradojas aparte, no escriba.
la saturación violenta y acaso inevita. tracción de su espíritu por escritores mos sino cuando realmente tengamos table, he podido yo discernir que el diversos. Disfruto asi, además, de algo que decir, y, además, coidemos pecado de los graudes artistas de per otro beneficio: la alegría ante la buena de llevar nuestra producción al público dido favor y felicidad rota consiste, obra de mis compañeros. Ellos triun. más bien alargando el camino, como excepto algunos ejemplos de decaden. fando, llenan los espacios en que debo alarga el buen amador el placer de su cia por vanidad o agotamiento, en ha. dejar al público descansar de mí; y yo, doncella. Llegar a los sesenta con una ber sido ellos muy fecundos y no en retorno, recibo con amor sus éxi. gloria mustia y caducada, equivale a haber graduado las entregas de su tos y me ennoblezco deseando a mu andar con nuestro cadáver a cuestas.
personalidad. Ante el monstruo cari chos el triunfo. cuando restenen en nuestros oſ.
fioso, entusiasta y aclamador, pero de Dura demasiado la vida del hombre dos el alerta de que la fecundidad in.
asimilación pronta y tedio fácil, ha de si se mide por el cansancio de quien cauta y prodigada con vehemencia emplearse la prudencia, y aun la ma. recibe sus libros. ICuántas veces, al tiene triste el mañana, no dos empe.
fia, y la malicia. Por la defensa del morir un gran poeta, se ha dicho en cinemos en buscar un acomodaticio y mafiapa, por po malograr esa dicha su elogio. Hasta supo morirse a consolador mentís. Nos encariñamos tras la cual vamos hoy, midamos el tiempols con la producción numerosa, una lista paso, sopesemos la colaboración en los otros nombres afluirán a vuestra putrida de libros bajo nuestro nombre periódicos, calculemos avaros las do. mente ahora os estoy leyendo el pen. nos halaga, seduce y engríe; mas todo sis que de nuestras almas vayamos es Bamiento engarzados en este cálculo: ello es traición del sentimiento. Hace parciendo a los vientos de los hom. Si se muriesen hoy, saldrían ganando, falta siempre un poco de dureza cere.
bres.
se salvarfan de la saturación, que ya bre blanduras del corazón.
Siempre resultará preferible ser para ellos empezó y avanza. Acaso la realización de nuestro arte echado de menos y que, si alguno Hay todavía la saturación de sí mis. no nos ha enseñado que se da eficacia quedó hechizado por un libro nuestro, mo. La eterna queja de «lel dolor de al sentimiento aliándolo con un poco nos anhele mucho tiempo la nueva pensarlo no es sino una forma de auto. de cerebro, tal como en la buena mo. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica