Violence

156 Repertorio Americano La razón del iluso (De La Vos, Madrid. TEN ENGO sobre mi mesa la colección de la Ilustración Francesa de los afios de la gran guerra, desde 1914 a 1918. Incomparable documento gráfico, sus miles de fotografías y de dibujos constituyen para mí una evocación dolorosa de aquellos años de emoción y fiebre.
También tengo sobre mi mesa una traducción fran.
cesa del último libro de Rabindranath Tagore; Naciona.
lismo. Rabindranath Tagore, en esta obra, se revuelve contra Europa. La ve bosca, erizada, envidiosa, recelosa. Todavía, cuando acabó de escribir Nacionalismo, no se había celebrado la Conferencia de Londres, primer esfuerzo serio hecho desde el Tratado de Versalles en pro del verdadero restablecimiento de la paz. en Nacionalismo Rabindranath Tagore escribe. Después de siglos de civilización, viendo cómo las Pero un día en que en las afueras de Yokohama yo miraba cómo el sol se hundía en el mar del Sur, la tisica de la Eternidad sonó susurrante en el silencio del cre.
pásculo, y senti que el cielo y la tierra, y la muerte del día, y el lirismo de la aurora, son para los poetas y los idealistas y no para esos otros. Sueño la paz. Eso aseguran los hombres graves, los hombres que abominan de las atopías, los hombres que hacen púmeros y programes políticos.
Pero yo, viendo los grabados y dibujos de la Ilustra ción Francesa, desgarradores y feroces, he vuelto los ojos al libro de Rabindranath Tagore, y he pedrado en que los poetas, los idealistas, son los únicos que tienen razón.
FABIAN VIDAL Un cuartelazo y un manifiesto paciones se temen mutuamente como las bestias salvajes No Pedro Prado; no, Eduardo Barrios y compañeros. que cazan en la noche, cerrando las puertas a la hospitaeso del Gobierno militar de Chile no puede ser, y lidad, no combipando gido proyectos de agresión o de menos puede ser con el aplauso de vosotros, echado a los defensa, ocultando en sus agujeros sus secretos de co.
vientos de la opinión de América en un flamante mani.
wercio, de Estado y de armamento; robándose hipócrita.
fiesto prestigiado con las firmas vuestras, artistas y pen.
medte, des que en todo ese espectáculo hay algo que sadores de ese pale.
puede dar eo vidia a nosotros los orientales. Debemos El artista y el pensador son un poco 616sofos, deben arrodillarnos ante ese espíritu nacionalista que siembra ser un poco filósofos; y éstos, de Platón a acá, y antes de por todo el mundo el temor, la sospecha, la avidez, las Platón, han tenido que ester contra esas subversiones del mentiras desvergonzadas de la diplomacia y la, mentiras orden normal de los países.
monstruosas de las promesas de paz. La espada siempre es cruel y es ciega; Napoleón pado inspirar ao Código, pero cuando, al frente de su ejército, En la colección de la revista francesa que tengo de levantó su espada, sólo brotaron de ella llamaradas de lapte puede verse como un resumen del espantoso cal. odio. América solamente puede ver sin temor, antes con vario que padeció la Humanidad durante la gran guerra. devoto recogimiento, la panoplia que guarde las armas de Se suceden los grabrdos de bombardeos, de incendios, sus libertadores, fuodadores de pueblos: Bolívar, Sacre, de ciudades destruídas, de barcos yéndose a lpique, de San Martío, pues que las otras ia que pombrar los caci.
hospitales de sangre, de campos cubiertos de cadáveres, ques que fueron y que son? apenas her servido para lle.
de trincheras en que acecha, tembloroso, el centipela; de Dar de luto y deshonor el Continente que debió ser el alambradas donde quedaron traspasados cuerpos palpi. refugio y el teatro de la libertad del mundo.
tantes, sobre los que vuelan los cuervos; de entierros, de Dentro de la vida regalar de las Dacionalidades, la zeppelines ardiendo en los aires, de aeroplanos estrella. espada nada puede construir: su mandoble es zurdo y dos contra el suelo, de bosques cuyos árboles alzan los desacertado y la cruz que ostente en su empuñadura, es mufiones de sus decapitados troncos.
la croz de una religión que ya en este siglo no debía te. alternando con ellos, los trágicos dibujos de los per creyentes: la religión de la violencia.
artistas corresponsales, de Matapit, de Scott, de todos los Alessandri pudo ser malo, pésimo pado ser su Go.
que con mapo febril, ante el horror de la lucha, sorpren. bierno; su gestión política pudo ser ineficaz, pero el dieron el gesto del combatiepte, la caída del soldado en chartelazo o el prononciamiento militar o el triunfo de las plena carga, la explosión del proyectil enemigo, la mueca espadas, es peor que todo eso; aquel era el riachuelo que del moribundo, el asalto con bayoneta, cuchillo y granada en vez de fecundar tierras fértiles, pongamos por caso, e en mano; la invasión del g48 asfixiante, la pelea absurda perdia en un arenal árido y yermo: bastaba con desviarlo; sobre los barros sangrientos de Flandes o sobre las pieves este es el torrente despedado que barre a su paso cuanto de los Cárpatos.
encuentra y siembra por doquiera el desconcierto y el ¡Más de cuatro afios asíl. Cada dos o tres meses los espanto.
estados mayores exigían ao puevo esfuerzo. las nacio luego el contagio en la vida repablicana de todos des, obedientes, enviaban odepos rebafios, donde se con. estos países hermanos que se estaban acostumbrando a fundían los casi pifios y lou cesi viejos, y las madres ver un ejemplo de cordura y civica disciplios en Chilel veían estremecidas como sus muchachitos crecían, cómo Decididamente, el militarismo sigue siendo el enemigo se aproximaban a la edad de la conscripción, al momento de la civilización en todo el orbe, y en América, la más de ir a los frentes insaciables, voraces, bunca hartos de robusta fuerza retardataria para la evolución gradual de carpe joven y fresca.
nuestras democracias.
Después de todo, preferimos estar con los Alessandri Rabindratath Tagore, el dulce poeta todo amor, vencidos y desterrados, representantes del poder civil, termina diciendo: que con los Altamiranos triunfantes y ahora aclamados. El velo ha sido levantado. El Occidente está hoy cara por los artistas de su país. personeros de la casta mili.
a casa con su propia obra.
tar; el poder civil volverá por sus fueros sacando energías Han de pacer de sus hijos otros que querrán ser los del propio corazón de su pueblo, mientras el militarismo hijos de Dios y no los esclavos de la máquina, se hoodirá y ya por siempre entre el bronco ruido de »El Occidente comprenderá que sobre la mercancía Bus armas, que semejará a distancia un retallar de cade.
que se vende está el alma que no me vende.
nas que se rompen.
PiSofiador! Yo sé que esto me llamarán los que no me ALBERTAZZI, AVENDAÑO comprenden.
San José, Nov. 014. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica