Violence

Repertorio Americano 307.
tima, aun cuando en vías de crecimento, se, aún sin integrar: se siente uno desconcer rior. Por mi parte (y dentro de España to ve paulatinamente dificultada, en mayor tado cuando intenta hablarles o cuando in soy nada acomodaticio di complaciente. proporción con que lo estuvieron las mino tenta oirlas hablar. Carecen aún de articula tantas veces como he escuchado de fronterías semejantes de tiempos pasados.
ción y de centros receptores. Este centro, ras afuera alguna estúpida generalización Y, querido amigo, este peligro es singu hoy por hoy, debe ser España, Aquí es don acerca de España no la he podido sufrir, y larmente vital en lo concerniente a nuestro de debe reconocerse a la América creadora, si al punto me he prodacido en forma viopaís y al de ustedes. Es un hecho que la se quiere trabajar para que llegae un día en lenta, impetuosa. Los hombres cuerdos e opinión de Inglaterra tenga para nosotros el que la comprensióu espiritual una con. inteligentes saben a qué atenerse en esta mucho menos importancia que la de España, juntamente a las Américas, conforme abora materia de los contrastes y diferencias comPorque lo que España plensa puede pensarlo el espíritu de expansión amenaza separarlas. parativos entre pación y nación. La superiotambién la América española. por esto fué, querido Ayala, por lo que, ridad relativa no tanto existe entre nación y si continúa el error de concepto entre quizá con más entusiasmo que elegancia nación cuanto entre hombre y hombre; y en los Estados Unidos y el resto de América, pero ciertamente en un espíritu de profundo último término, la estimativa con que jerareste error puede pasar del pensamiento a la afecto. me decidí a protestar cuando vi quizar nación y nación, lo mismo que en un acción. Ve usted abora, mi querido Ayala, que la superficial alharaca de Mr. Wells, tan vivero de árboles o una familia zoológica, por qué sus citas de Wells me intranquiliza. fácil en propagarse, encontraba un eco en la debe asentarse en la calidad de los frutos ban? Ya sé que ciertas clases intelectuales de pluma de un artista como usted, a quien singulares que produce; ejemplares de selecInglaterra se divierten creando un ogro tanto admiro y de quien tanto espero en ción religiosos, éticos, estéticos, científicos, americano, aprovechándose de las preocu esta tarea espiritual tan necesaria, etc. etc. Míster Frank lo declaro con iopaciones naturales de puestro joven país, Muy cordialmente suyo, genuidad es un fruto del entendimiento y durante su época de crecimiento. Decir que WALDO FRANK de la sensibilidad que honra e ilustra a su no somos ni más ni menos que una máquina país. través de los diversos países, todos económica, halaga, sin duda, a sus gustos, somos unos; por lo menos, algunos de la COLOFON y quizá disculpa a sus ojos su propio destotalidad.
censo espiritual. Deploro que exista un mito DE UN ESPAÑOL UN AMERICANO Quizás la disquisición antecedente, adetal en Inglaterra; pero estoy dispuesto a emmás de prolija, es excusada, plear buena cantidad de mis energías en la Cordialmente me felicito de haber sido, Quiero rematar con un advertimiento y tarea de destruir ese mismo mito en un pue aunque de modo inesperado, quien ha puesto un reparo.
blo que potencialy espiritualmente está en presencia y conocimiento de los lecto Mi actitud hacia Washington Irving no es tan cerca de, nosotros, como es el país de res de El Sol a un escritor del fuste de. sólo de cortesía; también de gratitud. Es el ustedes y como son sus hermanos, que son Mr. Frank, tan agudo y talentoso, que desde primer escritor norteamericano que vivió en también nuestros hermanos, a través del el primer libro que publicó atrajo hacía sí España, la estudió, la amo, y escribió acermar, el apasionado interés de su país y mereció ca de ella con graciosa afabilidad. Es algo Me duele mucho la espesa ignorancia y la la atención culta de la Francia, el pueblo español. En Granada, un hotel lleva su desconfiabza que separa, como un abismo, más madrugador en las jornadas literarias. nombre. Descontado este pormenor, el silas dos Américas. me duele tanto más, Sabía yo de antemano que las opiniones glo XVIII tiene para mí un gran incentivo, cuanto que me doy cuenta de lo mucho que de mi admirado corresponsal y las mías son en el orden de la especulación (no en el de hemos profundizado nosotros este abismo. bastantemente unánimes. Por eso al primer la admiración artística. por sus curiosas La América española se ha acordado conti momento me sorprendió el aparente y pasa similitudes con los siglos XIV y XV, en que boamente de los elementos de violencia y jero equívoco. No debe resentirse mi colega se coagulan y morfologizan las nacionalidaacaparación de mi América y cualquiera americano de haber irrumpido en mis di des modernas, y con el nuestro, en que coque haya sido la propaganda que para cono vagaciones, con una especie de impetuosi menzamos a vivir una era nueva. La explicernos mejor se ha llevado a cabo entre nos. dad, aquí desusada. Nada de eso. Esta cación de estas similitudes me llevaría de.
otros, con demasiada frecuencia ha ido te espontaneidad simpática te acerca a nuestro masiado lejos.
ñida de un aspecto de penetración comercial temperamento hispano, y por ende a nues El reparo es tocante Wells. No me ha e industrial. Peor todavía: el hecho de que tro afecto.
escandalizado (como a algún ignorante) que ese mismo elemento intervenga, en los Es Mr. Frank, perspicuo observador, habrá Mr. Frank calificase a Wells de periodista.
tados Unidos,. en todo medio de comunica echado de ver que no es raro que en España ¿Por qué no? Todos los escritores moderbos ción, nos ha impedido saber que en Méjico la impetuosidad nos gobierne. Aparte de somos más o menos periodistas, como todos hay algo más que petróleo y cobre, algo más que salir a la defensa de la patria, que se los periodistas son más o menos escritores.
sobre la Argentina que la extensión de sus juzga lastimada, es el gesto más poble y que Wells ha dicho de sí mismo que no es sino rebaños, algo más sobre el Brasil que las mejor percibe un español. Maledicere lusi un periodista, y tal título es el que más le condiciones de sus cafetales, o, quizás, una lani proprium est, es connatural al español place. Esto no merece la pena de una glopincelada pintoresca sobre sus enormes ríos. se alude a los tiempos de Viriato, que no sa. Por periodista y por escritor moderno, Ya es hora de que los espíritus de nues han cambiado. bablar mal de sí propio, di Wells es a veces (siempre, si se quiere) pretros dos paises se comuniquen entre sí, y de jeron los romanos. de nuestra patria. cipitado; y en cuanto escritor absoluto (como que arranquen de las garras de acaparado Nosotros, sí. Pero que no se atreva uno de todos los de éste, o de cualquier otro tiem.
res y explotadores los medios para esta co fuera. Añado aun que el maledicere de la pa po. es perjudicial si se le acata como automunicación. No soy el único en decir que tria es síntoma de patriotismo veraz. Dante, ridad única e inconcusa, magister dixit. No hay en mi América un núcleo espiritual, en arquetipo de patriotas, el primero que al hay escritor alguno, el más indiscutible en pleno crecimiento y lleno de fe, que mira canzó la visión de la Italia una, fluía en in la bistoria, a quien se le debe tomar sino a con ansiedad hacia los pueblos del sur de vectivas inagotables contra Florencia; pero, beneficio de inveutario; sólo como una vi.
Texas y que anhela llegar a una compren desterrado a Verona, no toleraba el reproche sión circunscrita del universo. En la supersión, común a todas las Américas, de lo que, en labios ajenos. He observado en mis via ficie, esto es, en la forma literaria, en el después de todo, no es más que una empresa jes que algunos de esos espafioles acomo. sentido del área y de las dos dimensiones general: Is de construir, con nuestras pecu daticios y ditirambicos dentro de España de primer plano, en lo que abarca, es donde liares imágenes, culturas creadoras que ex suelen asentir complacientes y extremar Wells adolece y no admite defensa segura.
presen nuestra emersión de los montones de solícitos el menosprecio de algunos extran Lo que le caracteriza, en mi sentir (do afir.
residuos políticos, económicos, y psicológi jeros hacia España, figurándose con esto ad mo, declaro mi parecer. son las sugestiones cos que el viejo mundo verti6 sobre nosotros. quirir categoría de ciudadanos del mundo, inesperadas, las intuiciones repentinas, las Pero esas Américas del sur de Texas están Dacidos por adversa suerte en un país infe punzadas hacia la tercera dimensión, en Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica