326 Repertorio Americano.
Los domingos se vestía de rigurosa ros a alguna persona, y él le respondió: zaguán largo y lleno de encrucijadas etiqueta y leía la biblia durante el Los pájaros son más entendidos donde encontramos a veces placeres y día; por la noche, comía conio si fuera que las gentes. Ellos conocen quién tristezas, pero cuyo fin ineludible es en un gran banquete, pero sin ningún los ama de corazón y quién los man. la boca de una tuiba que nos espera invitado.
tiene por capricho. Cuando yo miera, en la extremidad.
Cuando murió, quiso que lo sepul. po volverán a la Tebaida, porque ya Elios van por ese pasadizo con el taran bajo unos pinos centenarios que no encontrarán a su amigo.
paso firme y no se preocupan gran hay en el patio, pero los vecinos lo el día de su muerte, una iomensa cosa, y cuando van a terminar su pe.
llevaron hasta el Hospicio. con ánimo bandada de pajaritos llegó a la casa de regrinación, entran en la boca de de sepultarlo en La Mesa.
la Tebaida y le entono al amigo y aquella tumba, como si fuese en su Era tanto lo que pesaba el cadáver, compañero los himnos de su liturgia propia casa.
que les fué imposible seguir de allí a arrobadora, para po volver más. Quie. Misía Plájedes tiene ya sus a prestos más de sesenta hombres. y previa nes oyeron aquello, dicen que nunca hechos y se va sin pesar.
consulta con el Sr. Cura de la Mesa, en la vida podrá repetirse una escena Tal vez mañana vengan a decirme resolvieron devolverlo para cumplir la tan natural y tan conmovedora. que ya dejó de existir; después de ha.
voluntad del difunto y no se necesi Misía Plájedes suspiraba siempre ber probado la mazamorra de harina taron sido cuatro peones, porque de que me hacía este relato, y mirando de trigo, que era su antojo postrero.
regreso ya no pesaba.
hacia las alturas de la Tebaida me de. su agonía será lenta y plácida. Misía Plájedes me refería siempre cla: como la de aquellos budistas de la Io.
esto, y los labriegos del contorno lo. Don Lucio era un sapto, porque dia, que al diluirse en el Nirvana sop.
afirman como cosa incontrovertible. tuvo piedad de los animalitos. Ya ve rien escépticamente ante todos los es.
Desde entonces, las gentes miran usted que la gente cree que a los pája. fuerzos humanos, ante la pequefiez del hacia los pinos de Anatoli con supre. ros no se les debe pagar su trabajo, y sol, cuyos rayos ven como los de can.
mo respeto, y dicen que de, aquel que deben cantar y alegrarpos. la vida dileja macilenta, y ante las preocupa.
lugar nadie osará mover las cenizas sin darles nada. Si no fuera por ellos, ciones de los sofistas, que han com.
de ese hombre bueno, ilustrado y las plagas nos comían a todos y la puesto una leyenda de la existencia y probo, que se divorcio con la huma tristeza también.
que se quedan absortos y manicruza.
pidad por el desamor de una mujer Misſa Plájedes vino a la vida en dos ante el misterio de la eternidad.
que de seguro no fué feliz con otro San Agustin, en el Sur del Tolima, Viaje natural e indoloro, que em.
hombre.
hace ochenta y tres afios. Tiene los prenden las gentes sencillas como la De don Lucio Rubio, el solitario de dientes y las muelas como si apenas cosa más fácil, y que nosotros miramos la Tebaida, we refería cosas en extre. contara veinte años, y jamás le han con terror, y emprendemos acobardamo interesantes.
dolido en la vida.
dos, porque le hemos puesto a la vida Divorciado también de la vida social. Qué se hace usted, le dije un día, más interés del que tiene, y porque se aisló en la cumbre de su retiro, para conservarlos tan bien y tan blan. estamos prendidos a lo que hemos y se puso en fptima comunión con cos?
creído que constituye la existencia, la naturaleza. Desde el promontorio Pues yo no hago, me decía, sino como son las riquezas y las dignidamontañoso donde eligió su residencia, limpiármelos con un trapo limpio, y des, y el amor a nuestros semejantes, divisaba durante las inafanas despe. hacer buches de cocimiento de gua. que suele abandonarnos mucho antes jadas toda la cordillera central y los yacáo.
de que haya tocado a puestras puertas nevados del Tolima y del Ruiz.
La última vez que la visité, hace la mano de la muerte.
Construyó sus muebies de madera unos ocho días, me dijo, incorporán. tal vez para misía Plájedes no rústica, hizo un cuadrante solar en dose en su lecho franciscano: haya en el momento de su agonía üna gran piedra que aún se conserva. Estoy haciendo mis costuras para quien le pooga. un vaso de agua cris.
y allí, bajo la sombra de unas palmas llevar los trapitos limpios a la otra talina al borde de su lecho de muerte milenarias, se recreaba en darles de vida. Ya hice mi mortaja, y ahora para que el alma a plaque su sed, comer a los pajaritos que acudían a él estoy cosiendo la funda de la almo. ni quien sepa enumerar sus virtudes con ingenua confianza.
heda, para que todo esté listo. la como lo hacía ella ante el cortejo de Muchas veces, en las horas del atar. presencia de Dios hay que llevar lo labriegos que olan de sus labios las decer, solía abrir los brazos en cruz, mejor que uno tepga.
buenas acciones de los moribundos, teniendo en cada mano una bandeja la anciana octogenaria seguía su a quienes ella acompañaba hasta el llena de arroz, y eran tantos los paja. costura con la paturalidad de quien: último trance.
ritos que acudía a picotear en las bap. hace su apresto para un corto viaje; Pero el recuerdo de misfa Plájedes dejas, que le obligaban a ponerlas en como si tratara de ir a la misa del pue vivirá entre nosotros por muchos el suelo para esquivar la molestia de blo cercano, como si a la tierra se le afios, porque supo estar siempre al su aleteo.
debiera recibir también con los brazos lado de los menesterosos y tuvo frases veces se le veía hablar con ellos, abiertos.
de consuelo para los que sentían des.
segúo decían.
Yo siempre he sentido un profundo fallecimiento cuando iban a dejar la Otros creen que don Lucio practi. respeto por estas gentes que miran la vida.
caba el espiritismo y asistía siempre en vida con esa despreocupación sabia y Esta vida que ella piensa dejar des.
compañía de los grandes genios de la estoica. Saben que la vida es como un pués de hacer la mortaja con sus pro.
antigüedad, a cuyo estudio dedicaba pias manos y de haber arreglado sus casi la mayor parte de su tiempo. Ha.
ropas con mucho esmero, porque como bía escrito mucho, pero cuando sintió Doctor Constantino. Herdocia me decía hace tres días, a la presencia que la enfermedad que lo llevó a la de Dios hay que llevar. lo mejor que tumba no le permitía ya sus diarios uno tenga.
B1BDICO CIRUJANO entretenimientos, quemó sus papeles y sólo se ocupaba en poner en orden Enfermedades de los ojos, oídos, nariz y JOAQUÍN QUIJANO MANTILLA garganta. Horas de oficina: 10 a 11. 30 a, in.
sus cosas El Epiro, día do Santa Aas, madro Alguien le dijo un día que si pen. y de a 5, contiguo al Teatro Variedades.
de Nuestra Sofora, do 1913.
saba encargar del cuidado de los pája.
Tolófono número 1443 (El Tiendo, Bogotd. De la Facultad de Medicina de Paris Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica