Socialism

134 Repertorio Americano vo, ha hecho que sus hijos, nacidos en la Argentina, mente: los trenes rápidos son para la gente apresurada planten un árbol en Espafia, y, como en un rito pagano, de la ciudad; los trenes para los campesinos ya irán más les ha pedido la promesa de que vendrán a recoger sus despacio.
frutos.
Efectivamente. Más tarde, al atardecer, el campesino Yo no me atrevo a pegar la belleza de esta concepción tiene que ir a la ciudad. Pero entonces están pasando los bucólica de la patria. Tiene, indudablemente, un poco del trenes de la clase media. El campesino sabe que estos sentimentalismo fresco e ingenuo de los hombres primiti trenes se detienen en la estación de su aldea. Mas no vos, de los pueblos pastores, para los cuales la patria era para llevarle a él. Se detienen para llevar al sefior boti.
el árbol que les daba sombra y fruto, la tierna hierbecita cario, al señor cura, al sefior médico y al sefior alcalde del monte y, la dulce paz del rebaño. Ahora mismo estoy Para ir a la ciudad, el campesino tiene que esperar, dor.
en una alded pastoril, oyendo constantemente el balido de miendo en el andén de la pequeña estación, hasta la me.
las ovejas, y, por influjo del ambiente, he sentido con dia noche. Su tren, el de tercera, el que va tan despacio mayor intensidad la emoción de la carta de mi corres como sus bueyes, llega a esa hora. Viene recogiendo las popsal.
mercancías, los animales y los labriegos del camino.
Pero todo el mundo no és una aldea, y hace muchos Pero como en cada una de las puntas de su trayecto siglos que los hombres no se dedican al pastoreo. La pa. hay una gran ciudad, lleva también al obrero que va en tria es hoy una cosa menos apacible que un huerto. En fuga o expulsado. mientras el tren desarrolla pesada.
808 áltimos momentos, cuando la gnerra europea devo. mente su larga caminata nocturna, parándose horas en raba millones de hombres, Mauricio Barrés puso de moda las estaciones y en los desvíos, para que pasen los gran.
el culto a los muertos. La patria, según su doctrina, no des expresos que regresan, el obrero, brillantes las papi.
era sino el polvo de nuestros antepasados. Pero, a decir las en la penumbra del coche, describe los trenes que verdad, los pueblos que no intervinimos en la guerra y pasan y explica que éstos llegan a la ciudad en tres hoaan los que la sufrieron, hemos olvidado ya a nuestros ras, en tanto que el de los campesinos tarda doce. Sólo antepasados, y do tardaremos en olvidar a los mismos que el campesino po le escucha. El campesino, acostum.
muertos de hace cinco anos.
brado a todas las durezas, daerme con el mentón apoyado Lo peor para el hispanoamericanismo y para todo con en el pecho.
cepción de la armonía de los pueblos seria reunir a los En la ciudad, vagando por las veredas hasta la hora hombres en el amor a los cementerios. La tumba, como de su tren, se le ocurre relacionar su idea de los grandes la historia escrita, no es más que un dato erudito. Nues. expresos con el ambiente de la calle, y no comprende tros antepasados, del mismo modo que la historia vital, para qué necesitan trenes tan rápidos esa gente que vivea espontáneamente en nosotros. No es necesario ir a pierde tanto tiempo charlando en los cafés. El campesino buscarlos bajo tierra. Basta con sentirlos palpitar en nues. percibe la ciudad como to denso conglomerado de gente tra sangre.
ociosa. Pero su mente no desenvuelve esta primera impre.
El hispanoamericanismo, a mi juicio, no puede reali. sión panorámica. El campesino do comprende ni le inte.
zarse más que por la formación en un conjunto orgánico, resa lo demás. Los carteles y las palabras rojas de los de los espafioles los que hablan español de la misma obreros le asustan demasiado para comprenderlas.
idea. No digo simplemente de los españoles, porque se No obstante, en su impresión, en la mecánica de su muy bien que entre on socialista y un conservador, aun. impresión, hay un problema profundo. Porque el campe: que hablen el mismo idioma, no puede haber contacto pin sino es España y Portagal, Brasil y Argentina, México guno. Estoy seguro de no pensar en una formación con. y Colombia, Perú y Paraguay: la raza, en suma.
servadora. Pero creo que un conglomerado monárquico, interoceánico, con propósitos imperialistas, sería también CÉSAR FALCON un fuerte núcleo hispanoamericanista. Si hoy hablamos Lisboa.
de hispanoamericanismo y proponemos tantas formas de realizarlo, se debe precisamente a la estupidez de la Monarquía tradicional que no logró enterarse punca de que España era un gran imperio americano. Hoy sería muy bueno que se hablase de un vasto imperialismo español.
Sobre todo, para que los demás hablásemos de otra En la Administración del Repertorio Americano se venden las siguientes.
manera, Hugo de Barbagelata: Una centuria literaria (AntoLuso.
logía de poetas y prosistas uruguayos. Kablil Gibrán: El loco. 00 El viale del campesiao Paul Geraldy: Tú y Yo. 00 Homero: Niada (2 tms. pasta. 00 Desde sus sembrados, un poco más allá del mediodía, Tolstoi: Los Evangelios (1 tom. pasta. 00 Dante: La Divina Comedia (1 tomo pasta. 00 el campesino ve pasar la masa veloz del gran expreso de Plutarco: Vidas Paralelas (2 tomos pasta. 00 lajo. Él campesino sólo puede ver la masa enorme que Platón: Diálogos (3 tms. pasta. 00 corre, Las gentes que van en el coche salón le ven a él Fray Luis de León: Poesias originales. 25 como un detalle del paisaje. Sin embargo, así como el Contreras: Antologia de poetas italianos. 75 Eurípides: Tragedias (ou tomo, pasta) 00 campesino do sabe nada del coche cama, la gente del tren Tagore: Jardinero de amor. 25 de lujo no sabe nada del campo. Para ésta, todas las fati. Bolívar: Discurso en el Congreso de Angostura. 50 gas de la labranza no son wás que paisaje, y para aquél, Homero: Odisea (un tom. pasta) 00 todas las comodidades del gran expreso no son más que Henríquez Ureña: Mi España. 00 Alfonso Reyes: Los dos caminos. 50 velocidad.
MI. Magallanes Moure: Florilegio 00 Tres horas después, cuando el campesino da todavía Isaías Gamboa: Flores de Otoño y otros poemas.
golpes con la azada, pasal otro expreso. El campesino Luis Carlos López: Por el atajol.
tampoco logra verlo. Lo único que sabe de él es que corre tan rápidamente como el otro. Así, el problema de los Un estante de obras escogidas. 7. 00 25 00 trenes se plasma en su mente como un problema de rapi Lector: Si quiere usted protéger escazmente al Repertorio concretar su juicio sobre los trenes, lo hace categorica. suales: 00. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica