Repertorio Americano 135.
tu vidas, Divina tierra griega! oh. Pa. dura, embeleso de los viajeros, donde cuando el Emperador Juliano llegó en tria mía! donde hasta para los más el olivo, el moral, el naranjo y las. peregrinación a Dafne. Era el día de atroces criminales la vida era inviola. viſas avanzan hasta el mar entre tri. la fiesta del dios. Esperaba asistir a las ble mientras la dulce luz del sol los gales de oro; para siempre legendarias ceremonias sagradas de otros tiempos, alumbrara!
marinas que hoy son apenas un pro. cuando se rendía fervorosa adoración Ir a Esparta a hacer hablar el eco longado cementerio de antiguas y ma a dioses que sólo él veneraba ya; pero en lugares en donde la yoz humana ravillosas ciudades destruídas: Tiro y el sartuario estaba solo: ni ipcienso, ya no se hace oír, y, como René, lla Sidón, donde aún debe sentirse el són ni víctimas, ni efebos con túnicas blan.
mar con todas las fuerzas a Leonidas, de las canciones de Meleagro; Biblos, cas. Sólo un pobre anciano, fiel a sus aunque ninguna ruida repita ese gran el último santuario del paganismo dioses, había traído, de su lejana nombre y la misma Esparta lo haya agonizante; Laodicea, la más renom. grapja, un garso para inmolarlo a olvidado.
brada en Grecia por su elegancia y sus Apolo. Vanamente Juliano, conster. Finalmente, subir con los pies des placeres; y Antioquía con la sonbra bado, quiso interrogar la fuente so.
budos a la Acrópolis y allí hacer oír del Emperador Juliano y de Amiano bre la expedición que preparaba con.
la incomparable plegaria de Repáp: Marcelipo, el puptual historiador de tra los persas, donde debía hallar la una de las más ricas y puras cancio. su vida y de su muerte, y de Libanio, muerte. El oráculo no respondió, y, nes que el Verbo haya cantado a tra. el retórico; y Damasco y Palmira, con como el Emperador se asombrase, divés de los tiempos.
su templo de columnas innumerables jérople que cerca había un cadáver que y el recuerdo del sublime Longino, y apestaba el recinto y repugoaba a el Jordán y el Eufrates.
Apolo, las Musas y las Ninfas dejar La fascinación del Oriente turbo Buscar los pasos de Lamartine, ba: oír sus voces. Juliano ordenó retirar siempre a los artistas de todos los jo los cedros del Líbano, contempo ese muerto importuno; pero Babilás se tiempos. Asial remoto país maravi. ráneos de los patriarcas, donde él, en vepgo.
lloso de los cuentos de nodriza, donde en la corteza del más antiguo, escri. Pocos días después, en una noche duerme la fantasía como una empera. bió su nombre; evocar, en los propios serena, el fuego penetró al templo de triz en su palacio lleno de misterio, y sitios, los largos días de Gazir en que Dafpe; las columnas cayeron con el donde más que en parte alguna el fueron escritas las exquisitas páginas Dios en pedazos, mientras ardían las sueño es una segunda vida!
de la Vie de Jesus, a la par elegía e estatuas de las Musas. Juliano, apenas Ver y admirar, con ojos pacificados, idilio, y seguir las huellas de Repán acostado, acudió al santuario, y llegó el antiguo y fantástico Oriente, el en la tierra de los profetas hasta la cuando caía en cenizas el dios cuyos Oriente de Salomón y de los Reyes cabaña maropita, cerca de la santa pies de marfil había besada la víspera.
Magos, el Oriente de Lamartine y Biblos, donde murió y está sepultada Con él pereció tanıbién la última espe.
Chateaubriand, de Gerardo de Nerval, su hermana Henriqueta, ranza de hacer prevalecer sobre las de Teófilo Gauthier y Ernesto Reoáp; Pero, más que todo, sentarse a re. novedades judaicas el espíritu de Ho.
lugares de leyenda evocadores de leja. posar y soñar en la divina Dafoe, a mero y de Virgilio. Por última vez, en Dos sueños de la infancia, de sombras las márgenes del Oronto, donde en Dafoe, Apolo y los dioses recibieron familiares para siempre desvanecidas, otro tiempo se saborearon todos los el homenaje sincero del más bello esrecuerdos de la escuela, imprecisas refinamientos del placer que ni si. píritu del antiguo mundo romano. El imágenes y frases leídas no se sabe quiera sospechamos hoy, y que hicie. grito del gapso sacrificado por el pobre dónde, y allí sentir el hondo tedio del rop exclamar a Libapio. No hay do aldeano griego, fué el último grito del viaje y de la ausencia, en horas cre. lor, aun el más cruel y tepaz, que no se paganismo. Pero vencido el Dios y pusculares en que quisiéramos hacer alivie con sólo ver a Dafoe, y de sus quemado su templo, aún habita Apolo callar el corazón como un organillo aguas purísimas, que un vaso lleno y las Musa el bosque abandonado.
monótopo cuyas tonadas nos son tan de ellas parecía no estarlo. Dafne, la Paganisme inmortel, es tu mort? On conocidas, en que aún los sueños divina Dafoe, tendida sobre musgos le dit. Mais Pan, tout bas, en mosque mueren y parece oírse «el tejido de las florecidos, a la sombra de laureles y et la Sirene en rit.
santas melodías. pogales, donde, al decir del doctísimo Ver y sentir la encantada Siria, re. Hermias Sozomene, era de mal gusto al regresar de tan lejanas tierras sonante de la voz de los siglos y de ir a pasear sin llevar al lado una gra. y tan largo viaje y no hallar, cual no las tradiciones de la historia, donde ciosa joven, y en Dafne la fuente io. halló el Vizconde, el buen hermano (parece decirnos San Jerónimo. en mortal donde la piedad pagaba colocó que me diga, como el viejo de las Mil una gruta consagrada a Adonis, pació el encuentro de la diosa y el cazador, y una noches: Hermano mío, hé aquí Jesús; donde, como en todos los luga. y donde las mujeres de los misterios mil sequíes, compra camellos y no res en que alguna idea religiosa se ha antiguos iban a llorar a Adonis y a viajes más. Al regresar así, aún me manifestado (dicen los viajeros. se ofrecer a la Diosa, una vez más a lo quedará mi tierra batal, el encantado siente el sortilegio de las aguas que menos en su juventud, sus puras ca. Valle del Cauca, Buga, mi casa, here.
brotan espontáneas de la tierra como belleras, dada de mi madre, mi jardín, y la para darnos el gusto de la vida y de Dafne vivía allí con sus dos herma sombra del viejo ciruelo que me vió la dicha, corren en cascadas alegres, nas las Ninfas, y, como en Delfos, el nacer.
retozonas, musicales como las cabelle dios pronunciaba sus oráculos. Un ras desatadas de las bacantes: donde, bello día, la fuente dejó de murmurar, CORNELIO HISPANO para interpretar ese encanto líquido, los laureles de cantar, las hojas de proMarzo 2, de 1924.
la imaginación pagana, tan hábil para nunciar sus oráculos. El paganismo (El Tiempo, Bogotá. concertar la naturaleza y los sueños, moría. Los fieles no creían ya en sus forjó una fábula entre Dafne y Apolo, dioses; las columnas faltaron en el una linda historia de amor, que ter templo, los árboles en el bosque saObras de Alfonso Reyes mina en una suave risa de mujer. grado, y, para exorcizar ese paraje Hemos recibido para la venta 10 ejops. de cada Recorrer las armoniosas costas del satánico, los cristianos condujeron, una de las siguientes: gran Líbano y el Valle de Adonis, cerca de la fuente, el cuerpo de San El Plano Oblicuo. Precio 50 entre el mar y las más bellas monta. Babilas, martirizado por Decio.
Simpatias y Diferencias(Cuatro series)
fas del mundo, con sus golfos de ver. Fué en aquellos días crepusculares Precio de cada serie 50 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica