741 Repertorio Americano Diego Rivera HA auoque excesivo, es el movimiento de retorno al estudio de la forma, des.
pués del predominio, excesivo también, que el impresionismo dió al color.
ACE cinco años, conversando en Igual sucede con Picasso, con la ma.
California con Walter Pach, el yoría de los antiguos cubistas militan. Cuando el artista ahonda en los pro.
pintor y crítico norteamericano que tes. Pero Rivera, y Picasso, y todos, blemas de su arte, cuando abonda entonces po había visitado a México, aseguran que siguen siendo tan cubis.
hasta la raíz, llega a resultados im.
me dijo: tas como antes fueron, aunque sus previstos, pero, en realidad, necesarios. Diego Rivera es uno de los hom: cuadros de ahora parezcan Goyas o inevitables. Uno de ellos es coincidir bres escnciales de la pintura moderna. Ticianos. Ha cambiado la apariencia; espiritualmente con artistas del pasa. Era verdad, pues, declarada por pero el modo de atacar los problemas, do, de quienes en apariencia en apaextraños, lo que de tiempo atrás pre de estudiar las líneas y los tonos, no riencia sólo nos separan siglos. Si sentíamos, en gran parte con el deseo, ha cambiado. El cubismo fragmentario yo tuviese que colocar a Rivera entre los amigos de Rivera!
o analítico, que partía los objetos en sus afines del pasado, no lo colocaría tantos trozos como aspectos siguifica. ya entre los españoles, sino cerca de tivos ofrecían al pintor, ha cedido la aquellos graodes italianos cuya energía Diego Rivera lo ha estudiado todo. plaza al cubismo integral (si se ha de viril se ejerce sin alardes: Cosimo lo ha epsayado todo. Nada de lo que llamar cubismo aúo. Aquel cubismo, Tura, Cossa, Mantegna. Sus retratos es. pintura le es ajeno. Posee junta. el primitivo, ha dejado obras que a. de Elie Faure, el orientador de la esmente el don de la mano y el don de nuestros sucesores les parecerán mu tética contemporánea, del pintor Pa.
la cabeza, ambos por igual. El don de cho menos extrañas que a nosotros, y resce, del matemático Rosenblum, pintar, como en los venecianos o en fué un aprendizaje a que ningún pin. tienen vigor singular. Pero declaro los españoles; el dop de pensar la tor joven e inteligente reounció del que Rivera me contenta aún más por.
pintura, como en los florentinos o en todo. Su huella está en todas partes que ha realizado obras como «La Ven.
los franceses.
hasta en los cartelones de anuncio de dimiadorar, como «El Niño que escriLas cualidades de Rivera son, a pri. los Estados Unidos y quien sepa ver ber, como los retratos de las hermanas mera vista, españolas: la mano fácil, advertirá que a los buenos pintores Naux, donde su fuerza de ferrarés o el vigor masculino, el fuerte dominio les ha sido útil aquel modo paradójico, de castellano se tiempla con la delicasobre la realidad exterior. Pero el we. o demasiado lógico, de pintar; porque deza, hija del amor; delicadeza que xicano, en él, mide, calcula, se impoc él representaba el punto culminante, trae a la memoria al incomparable ne disciplinas. su genio personal lo Renoir o al Goya de los retratos y de lleva a penetrar en la estructura de las escenas campestres.
los objetos, en las formas fundamen: Los separatismos interiores tales de cuanto el mundo ofrece a sus ojos.
Nada más peligroso para la vitalidad de un país que esos separatismos inte. por fin, lo que hace de Diego Ririores, por los cuales un Estamento o vera; hoy, wayor artista todavía que antes, es su amor y su honda comprenSi se me preguntara qué distingue una jurisdicción se consideran, no sólo sión de las cosas de América, acrecen.
a Rivera entre los pintores contempo.
excluídos de la comunidad política, tada por la visión penetrante de quien ráneos, yo diría que es su profundo sino superiores a ella, estableciendo llevaba diez años de ausencia y de lasentido. sentido arquitectónico Ide una jerarquía que anula el sistema bor en Europa. Los dibujos en que, la estructura de las cosas. Pero todos deniocrático. La. primera obligación desde 1921, comenzó a estudiar las for.
los pintores se preocupan de eso! se de todo régimen es la lealtad con los mas que en fastuosa profusión le ofrece me objetara. Todos, sí; es la boga, súbditos. No puede haber equívoco en México, eran ya promesa de obras defi.
es la moda; todos quieren simplificar, la relación entre el legislador y los sintetizar. Pero ¿cuántos atidan con ciudadanos. Cada ciudadano ha de pitivas. La primera de éstas ha sido la las formas fundamentales, esenciales? basar su vida pública en la garantía decoración del Anfiteatro de la Escuela Aquel, ingeniosísimo, las sorprende a inquebrantable de su pacto con los Preparatoria, su labor de 1922: bay allí amaveramientos que desconcierratos, pero a ratos se pierde en capri. Poderes. Las argucias de la letra no chos desesperantes; aquel otro, medi han de prevalecer jamás contra las tap al público acostumbrado al cromo, pero a ellos tiene derecho el tabundo, cuando cree atraparlas por claridades del espíritu legal.
el camino de la sencillez, las reduce a Toda la obra jurídica y política de pintor. Como dice Roger Fry, las gen.
tes que más atacan una obra de arte decoración plana y sin volumen; uno la modernidad ha consistido precisa.
comparándola con natural son predesmenuza los objetos; otro los amon mente en la unificación legislativa, en cisamente las que menos conocen el tona, los epmaraña. En Rivera pola abolición de fueros, en la extinción natural. En la obra sorprende, aun dremos discutir la validez o la belleza de todo vestigio feudal o señorial. La más que la valentía del color o la so.
de los accesorios; pero las formas fun misma noción de Derecho público im.
lidez de la construcción, la pericia con damentales son justas, con justeza plica la supresión de todo privilegio, que están resueltos toda suerte de pro.
rara, cono de quien ha sabido enten. de todo régimen privativo. Bastará la blemas de la figura, en una especie de der la lección que da Cézanne al munexistencia de un solo eleinento de alarde veneciano de virtuoso del dibu.
do moderno.
coacción sustraído al deber de las ga.
jo. Ahora, la decoración de los correraptias ciudadanas para anular la ca.
dores en el edificio de Educación tegoría constitucional de un sistema. Pública va más lejos: la obra se desa. Era la pregunta obligada, en Mé. Equivaldría a instaurar un Poder no rrolla con admirable soltura, y la vida xico, hace dos años, si Diego Rivera previsto en la distribución de los órmexicana se desenvuelve ante nuestros hacía un cubismo. la respuesta era gados de soberanía, un Estado dentro ojos con vigor que ningún otro artista fácil, si había de ser superficial: no, del Estado.
supo darle hasta este día.
lo que liace ahora Rivera puede llaGABRIEL ALOMAR marse clásico. o como se quiera. La Libertad, Madrid. PEDRO HENRIQUEZ UREÑA Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica